"¡No cuelgues, espera!"
"¡¿Por qué no habría de hacerlo?!" Sujeto con más fuerza el móvil.
"Tú, no puedes culparme. No seas tan mezquina Sara."
"¿Es todo lo que tienes que decir? Colgaré y, por favor, no me vuelvas a llamar en tu m*****a vida".
"¿De verdad tienes el corazón para hacer eso? Soy tu única amiga. ¿Qué harás sin mí? Tu vida ya es patética, imagínate sin mí".
"¿Quieres verme intentarlo?... Mi vida no es patética. Me arrepiento de haber confiado en ti, Ana. Eres una m*****a perra".
"¡Tienes un corazón frío, Sara! , ¡Muy cruel!, Heriste mi corazón. Perderás lo único que tienes. Él era un perdedor, no entiendo por qué todavía te importa tanto".
"Si era un perdedor, ¿por qué diablos te acostaste con él?"
"Estaba aburrida", respondió ella, minimizando lo sucedido."¿Estabas tan aburrida que tuviste que inventar una sarta de mentiras para que él, el idiota, lo hiciera contigo?""Yo no lo obligué, Sara. Solo te ayudé a ver que no valía la pena, que no era un hombre de confianza". "Vete a la m****a, Ana, y por favor desaparece para siempre con el idiota. ¡Te deseo mil hijos y que uno de ellos se llame Tulio!"Corto la comunicación, abrazo mi almohada y grito como una loca."Eso fue intenso". Me doy la vuelta y mi rostro se llena de horror cuando veo al chico de cabello oscuro en mi puerta. "¿Esta era la habitación de Eliot? Pero ahora es la tuya, ¿verdad? ¿Dónde está él?""Al lado", digo con dificultad."Ya veo, gracias." Comienza a hurgar en sus bolsillos. ¿Qué está tratando de hacer? "Ten."
Me arroja un caramelo de limón y luego desaparece por la puerta. Me cubro la cara con ambas manos, avergonzada.¿No puedes dejar de arruinarme la vida, Ana? Cuando Eliot se entere, se burlará de mí hasta el día de mi muerte. Pero... ¿por qué lo hiciste? ¿No éramos hermanas nacidas en distintos uteros?, ¿Por qué Ana? Abrazo la almohada, llorando. Ana y yo éramos compañeras de clase, pero en realidad nos conocíamos desde hacía mucho tiempo. Siempre tuvo una personalidad juvenil que hacía difícil que no le gustara a nadie. Ella fue mi luz después de la muerte de mi padre, pero ya no. Estoy de vuelta en la oscuridad.Lloré hasta que mi garganta se volvió amarga. Desenvuelvo el caramelo de limón. La acidez borra el amargor, dando paso al dulzor. Suspiro, miro al techo y empiezo a pensar en el principal problema del día, el imbecil de Eliot. Tengo que encontrar la forma de evitar la salida de hoy.Después de analizarlo, llegué a una sola conclusión: tengo mucha hambre. ¡Estúpido Eliot! Si no fuera por ti, no tendría tanta hambre ahora.
Tengo que encontrar algo de comida. Si ese idiota se atreve a burlarse de mí, solo tengo que darle una paliza. Eso es lo que haré.
Subo y bajo las escaleras un total de siete veces. ¿Qué estoy haciendo? ¿Desde cuándo le tengo miedo a ese tipo?"Por un momento, me hiciste creer que habían reemplazado las escaleras con una escalera mecánica, Sarita".
"No molestes a tu hermana", interviene el moreno. Bajo mi rostro avergonzada cuando lo veo."Quinlan, estoy hablando con ella, no contigo, así que no te involucres donde no te llamen".
"Solo trata de ser más amable. Es su segundo día aquí".
"Gracias," murmuro agradecida. Él sonríe y dos pequeños hoyuelos aparecen en su rostro.
"Soy Quinlan, el mejor amigo de tu hermano"."No soy su hermano".
"Él no es mi hermano".
Nos miramos y hacemos mueca de asco al mismo tiempo.
"Pues lo parecen." "¡No!" gritamos los dos, llenos de horror."Deja de copiarme", reiteramos al unísono. ¡Maldita sea!
"Ja ja..."
"Si sigues riéndote, lo pasarás muy mal en el entrenamiento de hoy".
Automáticamente cierra la boca.
"Soy Sara, gracias por todo."
"¿Sabes tratar bien a la gente, Sarita?" pregunta el zopenco.
"Sí, soy cortés con aquellos que son respetuosos conmigo".
Saltan chispas de los ojos del idiota.
"¿Tienes hambre?" Pregunta Eliot. ¿Qué le sucede ahora?
"Eso no es asunto tuyo." Trato de esquivarlo y tomo un desvío para llegar a la cocina, pero me sujeta del brazo.
"¡¿Qué estás haciendo?! Eliot, déjame ir".
"Comeremos fuera".
"No voy a ir. Comeré aquí".
"Olvidas lo que le dijimos a nuestros padres. Saldremos juntos hoy".
"¿Ella viene con nosotros?"
"¡No!"
"¡Sí!"
"Llamaré a Clarice", saca su teléfono de su chaqueta.
"¡Bien, iré!."
"Tienes 15 minutos".
"Bien", trato de continuar mi camino hacia la cocina.
Vuelvo el trigo al burro. "Tienes 15 minutos."
Giro el pomo de la puerta. "¡No me sujetes! Te escuché, no soy sorda. Comeré en 10 minutos y me vestiré en 5".
"¡Ja, ja, ja eres especial Sara!" Quinlan dice felizmente, limpiándose las lágrimas.Sin querer, me sonrojo.
"¡Ve a comer! ¿Qué estás esperando?""Tal vez para que me sueltes". Sacudo mi brazo con enojo, y finalmente llego a la bendita cocina. "Wow, esto es como viajar al futuro".
"¿No tenías una nevera en tu casa?"
"Ja ja."
"¿Por qué me siguen?"
"Bueno, en realidad..." Quinlan hace una pausa y tose torpemente. "Estábamos a la mitad de la preparación de nuestros sándwiches".
Efectivamente, la mesa está a medio poner.
"Oh." Abro la nevera con ganas de meter la cabeza y no sacarla nunca, pero ¿por qué no abre?
tic, tic...
"Sarita, la puerta abre para el otro lado".
"¡Cállate, Eliot!" Abro la despensa, y... ¿solo hay legumbres?
"Dos puertas a tu izquierda".
Asiento agradecida con Quinlan, tomo una bolsa de papas fritas y huyo de allí, escuchando la m*****a risa del hijo de Donovan.
¿Por qué mi suerte es tan mala? Yo miro el reloj; son las 10 a. m. ¿Tenía 15 minutos? ¿No?Abro una maleta gris. Mamá me compró esta ropa para ponerme más a la moda.
Arrugo la nariz incómodamente ante los colores brillantes. Pongo todo patas arriba hasta que encuentro un top blanco y unos shorts negros. Miro mi reflejo en el espejo. ¿Me queda un poco cortó? Miro la talla, es M, yo necesitó que sea L, . Palmeo mi cara. Mi busto mide 110, necesito algo más.
Toc, toc, toc..."¡¿Quién es?!""Sarita pasaron 20 minutos, ¡¿Puedes bajar de una m*****a vez?!"Toc, toc, toc, toc, toc..."¡Deja de golpear mi m*****a puerta, ya bajo!""No me engañarás. Muchas veces intentaron ese truco sin éxito, y no serás la primera en lograrlo"."¡Qué esperes abajo zoquete! ¡¿Qué parte no entiendes?!"
Toc, toc, toc, toc..."No dejaré de tocar la puerta hasta que salgas, Sarita"."Dejala en paz." "Cállate, Quinlan, te dije que esperaras abajo"."No lo haré..."
Genial, entre el ruido molesto y su discusión, no puedo pensar. Cierro la maleta inútil y elijo una sudadera oversize, tres veces más grande que yo. Me pongo un par de zapatillas y me peino. ¿Mi flequillo ha crecido demasiado durante este tiempo? Necesito cortarlo antes de empezar la escuela.
Toc, toc, toc, toc...
"¡Date prisa, niñita!"
Abro la puerta cansada.
"¡Listo vamos!" Grito tan fuerte como puedo, y Quinlan levanta el pulgar."¿Estás loca? Casi me dejas sordo", chilla Eliot, tapándose los oídos.
"Tú eres el loco., te dije que ya iba.""Solo camina." Ordena."Tú camina", Le replicó.
Nos miramos desafiantes y la situación llega a un punto muerto.
"Si no nos vamos, llegaremos tarde, viejo". Quinlan golpea el hombro del tonto, quien hace una expresión desagradable. Me toma del brazo y me arrastra.
"Ambos caminaremos." "¿Quieres que camine? Suéltame"."¡Callate!."Miro suplicante a Quinlan, quien nos ignora y sigue adelante. Pensé que eras un buen tipo.Los ruidos molestos cesaron, logro divisar una roca comoda, cierro los ojos recostandome.Por fin, paz mental o eso creó hasta que escucho un extraño sonido, eran como pisadas demasiados ligeras, como si los hiciera un gato, y estaba acercándose lentamente a mí. Incomoda, sujeto mi bolsa, si alguien intenta pasarse de listo lo golpeare."¿Sara?" Abro mis ojos. "¿Quinlan?""Aquí estás." sujeta su pecho y se relaja. "Lamento lo que pasó. Mi novia, por lo general es muy celosa". Se rasca la cabeza. "No pensé que ella arrojaría el jugo... sobre tu cabeza".Me mira y se congela por unos segundos. Sintiéndome incómoda, trato de poner mis manos en mi sudadera, pero... abro mucho los ojos. Me quité la sudadera porque estaba mojada y hacía mucho frío, y al bajar la mirada, veo mi estómago expuesto, dejando al descubierto dos pajaritos que vuelan en medio de una rosa llena de espinas, sin poder alcanzar la florTrato sin éxito de cubrirme con mis manos, porque son tan pequeñas que es un f
Obviamente, solo vestía un conjunto deportivo, unos shorts y un top, nada elegante. Sin embargo, exudaba un aura que hacía parecer que llevaba un vestido de diseñador caro, radiante y superior. Me dedicó una sonrisa más falsa que las disculpas que mi abuela le dedica todos los años a Clarice por no asistir a su cena de fin de año. Por supuesto, entiendo a mi abuela; mi madre es una pésima cocinera; si pudiera, también me escaparía. "Tienes que ser más cuidadosa y no perderte con novios ajenos". "Cálmate, Tam, ella es la nueva hermana de Eliot. La próxima vez, no se involucrará con Quinlan, ¿verdad, Sara?" Sugiere de forma exagerada el intento de Barbie. "¿Cómo te llamabas rubia oxigenada? Por cierto, la silla es para sentarse, no sus piernas", señaló las piernas de Eliot, quien levantó las cejas. Permaneció en silencio durante unos segundos, sus labios teñidos de rosa, se alzaron en una sonrisa. "Todo el mundo sabe mi nombre, pero ¿quién sabe el tuyo? O mejor dicho, a quién le im
"¿Cómo estuvo la salida?" La cena transcurría maravillosamente en silencio. ¿Por qué la pregunta, Denovan?Eliot y Quinlan fijan sus ojos en mí. Una extraña sonrisa aparece en el rostro de Eliot, y Quinlan baja los ojos, mirando su tenedor. ¿Conciencia culpable, muchachos?"Pues…" "Muy bien, pero honestamente, preferiría leer un buen libro la próxima vez".Clarice se limpia la boca con la servilleta. "Sara, fueron muy amables contigo. No seas grosera... Disculpenla". Mi madre me dirigió una clara advertencia que, por supuesto, ignoré."No es así, ella es muy agradable", interviene Quinlan, mientras que Eliot frunce el ceño. Donovan asiente. "Es verdad, es una niña muy agradable."Solo dijo agradable, Donovan. No hay necesidad de exagerar la mentira del chico. "Lo reiteraré para que lo entiendas, Clarice. No volveré a salir con Eliot". "¡¿Por qué?!" Ambos preguntan al unísono.
"Sara, ¿estás segura?" ¿Por qué el Sr. Donovan es tan amable conmigo?"Si no es molestia para usted, si". Respondi segura."Entiendo. Hablaré con ellas. ¿Estás seguro de que podrás mantener la casa en orden?"Desde que era pequeña, me he encargado del aseo la casa. Mi madre llora si se le rompen las uñas. Prefiero ser la Esperancita de la limpieza que soportar sus rabietas. "Seré capaz de hacerlo. No me gustan las mentiras, y le aseguro que no habrá ningún problema". "Confío en ti. Mañana antes del viaje, hablaré con ellas, les daré vacaciones hasta que regresemos con Clarice. ¿No tienes miedo de estar sola?"Mi madre solía viajar a Los Ángeles y yo me quedaba sola en casa. No es nada nuevo para mí. "Por lo general, leo muchos libros de terror, así que no creo en el miedo infundado y sin sentido". Donovan se rasca la cabeza. "Entonces me ocuparé de todo. Te dejaré una lista de números de emergencia a los que puedes llamar si los necesitas. Estarán al lado del teléfono. ¿Está b
"¿Se fueron?" pregunta la chica de las coletas mientras sigue estrangulándome el brazo. "No lo sé". Honestamente, yo también quiero irme. Si esos hombres tatuados fueran más fuertes o veloces, no habríamos podido escapar. Ambas seríamos historia en este momentos. "¿Nos vamos?" "¿Estás loca? Por supuesto que no". Un temblor recorre mis piernas. "Está vibrando".Le doy una mirada severa. "Es normal temblar cuando tienes miedo", la regañé. "¿De quién es la culpa de esta situación?" "Tu teléfono está vibrando; las luces de tu móvil no dejan de parpadear". "¿Puedes soltarme? No puedo mover mi brazo". "Sí." Responde apenada. _Cariño, ¿llegaron Eliot y Quinlan?_ ¿Qué? ¿Estoy alucinando? _Sara, ¿llegaron bien? Responde._ Me froto los ojos y abro el último mensaje._Sara Mason, tendrás serios problemas si no respondes_Los mensajes tienen solo un minuto de diferencia, Mirna. Estaba ocupada. Estoy buscando trabajo y, también tu hija corría por su vida, momentos atrás.**_No pued
Sujeto el pomo de la puerta con un poco de nostalgia al estar acostumbrada a la agradable calma, en menos 72 horas mi vida se trastornó por completo. Solía tener paz. El silencio me envolvió al abrir la puerta, cuando aún vivia en mi casa; Rudolf era demasiado perezoso para saludarme adecuadamente, me observaba desde el sofá de la sala, moviendo la cola. Aquellos momentos amenos no regresarían, son parte del pasado. Esos tiempos agradables no volverían; son parte del pasado. Es como si todo fuera un hermoso y apacible sueño que poco a poco se fue desvaneciendo, y me resigné a aceptarlo; No puedo evitar sentirme un poco triste y sofocada en este lugar. No puedo sentirme como en casa, no tengo nada propio aquí, solo algunos libros y unas pocas prendas de vestir. Detesto esto."¿Seguirás acariciando el pomo de la puerta todo el día, o la abrirás?" pregunta Royd."Eres un tipo molesto, ¿lo sabías?" Respondo."No lo sé, la gente suele halagarme o lanzarse sobre mí con muy poca ropa", son
"¿Que le pasó a tu cara?" Pregunté histéricamente y muy molesta. Cuando regresamos con Royd, no había nadie; El estúpido hijo de Donovan había desaparecido y lo más probable es que estuviera a punto de perder mis $250. ¡Maldición! Pero el cielo escuchó mis oraciones, y la puerta principal fue abierta por el zoquete. ¿Cómo puedo saberlo? Monté un maldito campamento en la ante sala. Si no regresaba en la siguiente media hora planeaba entregarle mi cabeza en una bandeja de plata a Clarice y confesar que había perdido al maldito hijo de Donovan. "¿Eres un vampiro o un perro? ¿Tienes visión nocturna o algo así? ¿Cómo puedes saber que soy yo?"Sujeto mi cabeza con frustración. "Nunca pensé que mi concepto de estupidez podría alcanzar un nuevo nivel gracias a ti", me acerqué al interruptor y la luz se encendió, revelando a un Eliot magullado frente a mí. "Las únicas dos personas en California que tienen llaves aquí somos tú y yo. Ahora que hemos terminado con la estúpida charla, e
Trato de mantener mi respiración regular. ¿Por qué no se ha ido todavía? ¿Podrías irte? ¡Sólo debes salir y no volver! Trato de no moverme, estoy desnuda y cubierta solo con una sábana y una toalla. Todavía me siento mareada y dolorida, tanto física como psicológicamente. Escenas dolorosas siguen repitiéndose en mi mente. ¿Por qué no perdí la memoria? Tendría una buena excusa para huir de aquí, sin avergonzarme aún más.Manteganmos la calma, solo debo analizar la situación ¿No puede ser tan mala? Mantente positiva, Sara. En primer lugar, nuestros padres no están en casa y no lo estarán por algún tiempo. En segundo lugar, no hay nadie más en la casa además de nosotros. En tercer lugar, soy su niñera, y en cuarto lugar, me acaba de ver desnuda. Estoy en un gran problema, sin duda... ¡Estoy muy jodida sin dudas!"Pffts… ¡Ja, ja, ja! ¿Cuánto tiempo piensas fingir que estas dormida?" ¿Es enserio? ¿No puedes darme un poco de cara? Si lo sabes deja de mirarme y vete. "Podemos segu