—Sé que puedes volver a amarme, lo sé, lo siento, ¿no lo notas? Te empecinas a convencerte a ti mismas de que amas a ese idiota que te engaño y mintió. —David era necio antes sus pensamientos, no iba a quitar el dedo del renglon, el no quería olvidarae de ella, estaba tan convencido que podría volver a hacer que Luna sintiera lo mismo que el, que tomó su rostro entre sus manos obligándola a mirarlo, que lo viera directamente y viera de quien se trataba, con sus ojos totalmente acuosos—. Soy yo, tu David, el amor de tu vida y tu el mío. ¿No lo entiendes pequeña? Recuerda cuando ambos nos juramos amor, cuando dijimos que siempre estaríamos juntos y que nadie podría separarnos. —David fue tan confidente que Luna sintió y vio su angustia y desesperación que transmitía por los ojos. Le dolía en el alma lastimas de esta manera de David.—No lo entiendes, esto que haces es absurdo porque nada hará que deje de amar a Farit, lo lamentó tanto, pero lo que siento por ti ya no es amor, no me haga
Luna apretó sus labios, sabia que eso sí sería un problema, aunque sabía que Farit no podría creerle no a ella. Eliza sonrió, eso le había dado la respuesta que buscaba.—Él jamás te creería. —Luna lucho para que la viera segura también.—Eso lo veremos...♡Con su humor despabilado entró a la habitación que ocupaba con Farit, estaba furiosa, claro que lo estaba, Eliza se había ganado esa cachetada a pulso, pero eso no había sido lo peor sino que no le importo ser tan sinica en decirle de frente lo que sentía por su novio, bufó exasperada, al menos estaba vez había sido lo suficientemente valiente para decirlo en su cara, estaba muerta de celos porque sabía que a pensar de decir todo lo que había dicho, Farit la dejaría ser como todas las veces, jamás se iba a poder deshacer de ella por completo, sin embargo, Luna se estaba olvidado de un detalle importante y es que ahora Eliza sospechaba de ella y Parisi, no sabía realmente que tanto había escuchado o visto, pero era mejor decirle a
A él le encantaba escuchar lo mucho que disfrutaba todo lo que le hacía, le hacía saber lo bien que la hacía disfrutar, era lo único que quería en ese momento que Luna estuviera satisfecha, probarla de todas las formas posibles era lo mejor, por que de verdad sabía deliciosa, como jamás nunca probo y sonrió cuando sintio como se corrió justo en su boca de una manera espectacular, el abrió mucho más la boca, no dejaría que nada se despediciara. Siguió su cometido a pesar de que sabía que Luna había pasado su primer orgasmo, pero también sabía que uno no erasuficiente, jamás lo era si se trataba de ella. Farit observó como se removía sobre la cama tratando de no cerrar sus piernas, estaba luchando contra sus impulsos y le encatantaba a que grado podia llevarla, así que la rubia siguió jalando un poco más fuerte del cabello de Farit, mientras rasguñaba sus hombros. Al el no le importo, simplemente vivía y moría para complacerla, sabiendo que eso solo era el inicio de esa sesión de sexo d
Luna había planeado decirle todo apenas terminara exhausto por el sexo, pero era evidente que resultó ser todo lo contrario, ella se había quedado totalmente dormida y no supo más hasta ahora, se preguntó donde pudo haber ido su novio, ya que no lo escuchaba ni el el baño y su ropa no estaba. Su primero impulso fue salir de la cama e ir a buscarlo.Observó el reloj sobre el buro, pasaban las 2 de la mañana, ¿Por qué no estaba con ella, en su cama, durmiendo igual? Era extraño, jamás la dejaba después de hacer el amor, al contrario, le gustaba dormir acurrucados. Entonces sé preocupó, pero después recordó la fiesta de Sol y se dio un golpe mental, estaba actuando un poco paranoica después del sueño, su novio debía estar con ellos, tal vez aún no terminaba el evento y como el anfitrión que era debía estar ahí. Se paró de la cama un poco más tranquila y se puso una de sus batas para salir de la habitación, frunció el ceño cuando no escucho ningún ruido y las luces estaba apagadas de los
—Exacto —Luna concordó con cualquier pensamiento que tuviera su cuñada, ambas sabían lo mismo—. Y luego me matara a mí por ser su alcahueta. —La rubia refutó, por que sabía que así sería, le reclamaria por el simple hecho de que ella las había juntado. No quería tener una pelea con el por esto. Tenia que pensar que hacer en ese momento.—Señorita, ¿Qué ocurre, por qué gri...? ¡Virgen tantísima! —Yuri exclamó cuando entró a la habitación tapando su rostro, totalmente conmocionada a pesar de que las chicas ya se encontraba cubiertas. Tampoco ella se había imaginado todo lo que se iba a encontrar y pensó pensó el señor Monatalvo.—No le digas a Farit, nos ganó el momento, sabes como es Jessy —Sol quiso justificarse, pero de la peor manera, Luna negó, no quería escuchar como ambas se había seducido, como pensaba Sol que iba a conocer como era su amiga en ese aspecto, jamás la había visto con nadie en la cama. Esto superaba por mucho el nivel de confianza que había entre ambas, no sabía co
Luna se encontraba en un lugar que no creyó visitaría pronto hasta que la duda y la incertidumbre se hicieron más grandes, necesitaba saber la respuesta a su duda de una buenas vez por todas. No sabía realmente cómo sentirse, era un extraño sentimiento mezclado con un poco de temor, aunque no lo quisiera admitir, ella conocía la respuesta, solo quería confirma qur estaba en lo correcto. Apretó sus manos de forma nerviosa, miraba a su alrededor buscando tranquilidad en algo, pero cada vez que miraba hacia alguna dirección solo se encontraba con alguna pareja enamorada mientras se miraban con ternura y acariciaban tiernamente la barriga de la embarazada. La hacían sentir un poco incómoda, pero no era culpa de nadie que ella se sintiera de esa manera. La felicidad de cada una de esas parejas se notaba a distancia y entonces suspiró cansina, imaginarse así con Farit la puso intranquila, había tantas cosas a su alrededor en ese momento que no sabía si un bebé en ese momento sería bueno o m
—Que sorpresa verte aquí, Luna —El de bata saludó amable. Le señaló uno de los asiento en frente de su escritorio y tomó asiento en su sitio al ver que la chica estaba sentada ya.—Para mí también lo es —Luna musitó serena, y un poco irónica, ella juraba que nunca estaría en un consultorio por esa razón, bueno si lo había pensado, pero no de esa forma, lo realmente seguro es que uno jamás sabía como terminarían las cosas, un claro ejemplo era el de ese momento—. Quisiera que me dijera si estoy embarazada o no. —Fue al grano, no veía el caso a estar darle vutas.—¿Y tú que resultados buscas? —Bret preguntó curioso y más serio. Algunas mujeres que obtenían un embarazo no deseado optaban por un proceso definitivo, era su derecho saber que era y no lo que quería para sus vida, no era de su agrado practicarlo, por supuesto que no, ya que el era grato creador de la vida y de Dios mismo, pero tenía que ser claro y ofrecer todas las opciones adecuadas para la paciencia. Ante todo tenía que es
Luna caminó hacia la salida con paso decisivo, estaba ansiosa por ver ya que Farit, hasta que paró por un segundo al ver a David recargado en uno de los pilares de la entrada del hospital. La rubia paró en seco y miró hacia atrás buscando la razón de que se lo encontrara aquí, por que tal vez solo había acompañado a alguien, no quería pensar que la razón de que estuviera ahí fuera ella, por que eso sería inaudito. Cuando no vio a nadie a su alrededor la sospecha se hizo más grande y suspiró cansina.El semblante se Parisis era serio mientras bajó la mirada al abdomen de la rubia y la escudriño de pies a cabeza. Desde que Luna le dijera que esperaba un hijo de Farit, su mente no dejo de molestarlo ni por un instante, era incluso tortuoso, no dejaba de pensar en todo lo que tuvo que renunciar por su culpa. En como fue tan hijo de puta de arrebatarle incluso ese derecho, en realidad lo había hecho todo y eso lo llenaba de tanta frustración, por que así como el le había quitado todo, Dav