Se sintió avergonzada y más al saber que el desconocido se trataba de un amigo suyo. El mundo era tan pequeño, que había sido una coincidencia demasiado extraña. Por suerte no había hecho nada más que molestar al hombre, del cual no recordaba su nombre.—No te preocupes, Robert entiende la situación, incluso me contó que le agradaste. —Asintió jugando con un bolígrafo que tenía cerca, sobre su escritorio y bajó la mirada.De pronto el silencio se prolongó, supuso que lo que tenía que decir lo había dicho. Ya no había más. ¿O si?—Será mejor que te deje, se ve que tienes mucho trabajo —dijo irónica recordando cómo lo había encontrado, a punto de besar a Eliza.De nuevo la bilis empezaba a hacer ebullición en su interior. Si no hubiese llegado a tiempo, eso era lo que hubiera pasado y él lo hubiera permitido. Apretó sus labios, miró a Farit y luego se dio media vuelta dispuesta a salir de ahí, pero este la llamó de nuevo.—¿Por qué perdiste el control de esa manera? —pidió una explicaci
—Por favor no me hagas quedar como el malo de nuevo, porque dejarte ir es lo más doloroso que he hecho en mi vida. No supo en qué momento se acercaron tanto, tal vez fue el calor del momento, cada uno de sus impulsos, los sentimientos y sensaciones que sentía. No supieron cómo sus cuerpos terminaron así de cerca. En que momento la idea de estar lejos de Farit le pareció aterradora. No supo en qué momento su corazón empezó a latir sobremanera al sentir sus grandes manos, tomando su cuerpo de una forma posesiva que la dejó sin aliento. No supo en qué momento tuvo la desesperación de sentir sus labios sobre los suyos cuando su aliento empezó a rozar con su nariz, realmente no supo en qué momento había empezado a amar a Farit Montalvo.... De pronto Luna dejó de respirar cuando sintió el rostro de Farit demasiado cerca del suyo. Sus ojos se conectaron como si fuera la primera vez, como si apenas se conocieran y se conectaran, hundiéndose profundamente en ellos. Todo era silencio, un
Casi provocativo y seductor. Luna se puso nerviosa mientras sus mejillas se ponían coloradas. Con esa reacción era más que claro que no podía mentirle. Ya no más.—Basta, Sol y tu amiga están aquí. ¿Podemos hablar de esto después? —Luna nombro a la peli naranja con más recelo.Farit entornó los ojos, pero accedió soltándola al fin. Tenía razón, tenía que admitir que no era momento y menos si las dos aludidas no los dejaban de ver expectantes.Aunque Eliza estuviera hablando con Sol y ella estuviera diciendo cosas a cerca de los preparativos de su fiesta, no había podido escuchar ninguna de sus palabras, pues toda su atención estaba puesta en la pareja detrás de la peli rosa.No le agradó en absoluto cómo los encontró a la hora de entrar a la oficina y aún peor, no habían hecho el ademán de quererse separar cuando los descubrió. Era como si ambos estuvieran cómodos, como si no tuvieran ningún problema que los separara y entonces se preguntó ¿Qué significaba esto?¿No se suponía que Far
Podía sentir su cuerpo temblar, su respiración entre cortada y todos sus sentidos sobre él.—¿Por qué eres tan malditamente terca y no reconoces lo que yo te hago sentir? —Farit exclamó de forma desesperada, ya que a pesar de saber que él podía sentir todo lo que estaba experimentando, se seguía negando a lo obvio.Sus palabras las dijo de una manera tan sensual que hizo que Luna flaquear por un instante. Sentía su poder sobre su mirada y eso la hizo derretirse a un más, sintiendo cómo el roce de su piel la ponía cada vez más expectante. Haciendo que pequeños choques de electricidad aparecieran en cada toque, como su suplicaran que el contacto fuera más que solo eso.—A-Alejate —Luna dijo entre cortada. Desvió su rostro y claramente su mirada, pensaba que así podría resistir, pero solo estaba haciendo más difícil el proceso.—Creería lo que dices si no estuvieras devorando mis labios, deseando que te bese como yo deseo hacerlo. —Farit musitó sobre su cuello. Aprisionó su cuerpo un poc
Farit no pudo aguantar su felicidad al escuchar sus palabras y transmitirla en una grande y reluciente sonrisa, ¿había escuchado bien? Es que no daba merito alguna de lo que le estaba pasando en ese momento, se sentia como en un sueño. Luna correspondía sus sentimientos después de tanto tiempo mendigando por el, ella por fin había aceptado sus sentimientos, era como un logro ¿Podía ser más feliz en ese momento? Su corazón no aguantaba más dicha, quería besarla de nuevo, pero antes de eso se detuvo, ya que la duda lo invadió, no tenia por que pero así era y se sintio tan mal por eso... —Dime que no es mentira, que no estás jugando conmigo, Luna, porque te juro que no podré soportarlo. —dijo Farit aún con la duda del miedo creciendo en su interior. No era duda, más bien era miedo, un miedo que tenía muchos fundamentos. El rostro serio de su esposa le hacía creer mil cosas, pero liberÓ un gran suspiro cuando la vio asentir y sonreír a la vez. Estaba convencida de sus palabras, y fue com
El gran empresario Farit Montalvo, que era mayor conocido como la revelación del año, ya que con su corta experiencia había podido sustentar su empresa después de la muerte de su padre.Ahora la incógnita de los medios era ¿estaba soltero de nuevo? Y no solo era una pregunta, sino que podía convertirse en un gran problema para Farit.El testamento de su padre había sido claro, sin matrimonio no habría herencia, sin embargo, había hablado con su abogado, quien le dio una prologa de cuatro meses para casarse de nuevo.Como supusieron, la noticia fue esparcida por todos lados, creyendo al final que el matrimonio de ambos había concluido como algo trágico. No podían estar más lejos de la realidad, cuando la verdad era distinta. Luna estaba mucho más cerca de él de lo que estuvo antes. Ahora podía sentir que su amor era casi indestructible. Por otro lado, y para la mala suerte de Luna, su madre no reaccionó muy bien a la noticia del divorcio, fue como un suceso desagradable, algo que por
Megan se dio un último vistazo sobre el espejo y sonrió cuando se sintió lo suficientemente atractiva para salir de la recámara. Yuri se encontraba limpiando la sala cuando la rubia le preguntó por Farit.La empleada le sonrió al ver su espectacular aspecto, no cabía duda que era un agujero muy hermosa y su jefe tenía mucha suerte de tenerla. Luna siempre vestía muy bien, destacando su belleza sobre otras mujeres.Ese día en particular se veía distinta, tal vez era el brillo de sus ojos que con el paso del tiempo se iba intensificando cada vez más, haciéndola ver más enamorada. Si eso era posible. —Se encuentra en su despacho con la señorita Eliza. —Luna no tardó en cambiar su expresión.Todo iba tan bien. Supuso desde mucho atrás que Eliza no se quedaría tan tranquila con su reconciliación y trataría de acercarse a Farit de nueva cuenta. Esta vez no le dejaría el camino libre para que pudiera hacer lo que quisiera, esta vez le pondría un alto y lo haría en ese instante. No era secr
Un escalofrío recorrió toda la espalda de la rubia cuando sintió los pequeños, pero húmedos besos que su novio le estaba regalando, de los hombros a su cuello. No podía creer que ese simple gesto la hiciera temblar de deseo, haciéndola soltar un jadeo.—Acabo de descubrir tu debilidad —Farit susurró sobre su piel, totalmente complacido mientras seguía con su trabajo.Encantado de cómo el pequeño cuerpo de Luna respondía ante sus besos y caricias, era totalmente estimulante.Ella se sostuvo con firmeza de los brazos fuerte del azabache, inclinando un poco más la cabeza para que pudiera tener más acceso a su cuello. Cuando sintió cómo empezó a succionar con un poco más de ímpetu, mientras recorría su cuerpo con sus manos, no pudo reprimir sus gemidos más fuertes y necesitados.—¡Farit! —Mordió su labio, manteniendo sus ojos cerrados, disfrutando de todo lo que le hacía sentir, era una delicia totalmente.Pero de pronto el azabache paró, aun sintiendo el gran bulto que rozaba con su abd