Podía sentir su cuerpo temblar, su respiración entre cortada y todos sus sentidos sobre él.—¿Por qué eres tan malditamente terca y no reconoces lo que yo te hago sentir? —Farit exclamó de forma desesperada, ya que a pesar de saber que él podía sentir todo lo que estaba experimentando, se seguía negando a lo obvio.Sus palabras las dijo de una manera tan sensual que hizo que Luna flaquear por un instante. Sentía su poder sobre su mirada y eso la hizo derretirse a un más, sintiendo cómo el roce de su piel la ponía cada vez más expectante. Haciendo que pequeños choques de electricidad aparecieran en cada toque, como su suplicaran que el contacto fuera más que solo eso.—A-Alejate —Luna dijo entre cortada. Desvió su rostro y claramente su mirada, pensaba que así podría resistir, pero solo estaba haciendo más difícil el proceso.—Creería lo que dices si no estuvieras devorando mis labios, deseando que te bese como yo deseo hacerlo. —Farit musitó sobre su cuello. Aprisionó su cuerpo un poc
Farit no pudo aguantar su felicidad al escuchar sus palabras y transmitirla en una grande y reluciente sonrisa, ¿había escuchado bien? Es que no daba merito alguna de lo que le estaba pasando en ese momento, se sentia como en un sueño. Luna correspondía sus sentimientos después de tanto tiempo mendigando por el, ella por fin había aceptado sus sentimientos, era como un logro ¿Podía ser más feliz en ese momento? Su corazón no aguantaba más dicha, quería besarla de nuevo, pero antes de eso se detuvo, ya que la duda lo invadió, no tenia por que pero así era y se sintio tan mal por eso... —Dime que no es mentira, que no estás jugando conmigo, Luna, porque te juro que no podré soportarlo. —dijo Farit aún con la duda del miedo creciendo en su interior. No era duda, más bien era miedo, un miedo que tenía muchos fundamentos. El rostro serio de su esposa le hacía creer mil cosas, pero liberÓ un gran suspiro cuando la vio asentir y sonreír a la vez. Estaba convencida de sus palabras, y fue com
El gran empresario Farit Montalvo, que era mayor conocido como la revelación del año, ya que con su corta experiencia había podido sustentar su empresa después de la muerte de su padre.Ahora la incógnita de los medios era ¿estaba soltero de nuevo? Y no solo era una pregunta, sino que podía convertirse en un gran problema para Farit.El testamento de su padre había sido claro, sin matrimonio no habría herencia, sin embargo, había hablado con su abogado, quien le dio una prologa de cuatro meses para casarse de nuevo.Como supusieron, la noticia fue esparcida por todos lados, creyendo al final que el matrimonio de ambos había concluido como algo trágico. No podían estar más lejos de la realidad, cuando la verdad era distinta. Luna estaba mucho más cerca de él de lo que estuvo antes. Ahora podía sentir que su amor era casi indestructible. Por otro lado, y para la mala suerte de Luna, su madre no reaccionó muy bien a la noticia del divorcio, fue como un suceso desagradable, algo que por
Megan se dio un último vistazo sobre el espejo y sonrió cuando se sintió lo suficientemente atractiva para salir de la recámara. Yuri se encontraba limpiando la sala cuando la rubia le preguntó por Farit.La empleada le sonrió al ver su espectacular aspecto, no cabía duda que era un agujero muy hermosa y su jefe tenía mucha suerte de tenerla. Luna siempre vestía muy bien, destacando su belleza sobre otras mujeres.Ese día en particular se veía distinta, tal vez era el brillo de sus ojos que con el paso del tiempo se iba intensificando cada vez más, haciéndola ver más enamorada. Si eso era posible. —Se encuentra en su despacho con la señorita Eliza. —Luna no tardó en cambiar su expresión.Todo iba tan bien. Supuso desde mucho atrás que Eliza no se quedaría tan tranquila con su reconciliación y trataría de acercarse a Farit de nueva cuenta. Esta vez no le dejaría el camino libre para que pudiera hacer lo que quisiera, esta vez le pondría un alto y lo haría en ese instante. No era secr
Un escalofrío recorrió toda la espalda de la rubia cuando sintió los pequeños, pero húmedos besos que su novio le estaba regalando, de los hombros a su cuello. No podía creer que ese simple gesto la hiciera temblar de deseo, haciéndola soltar un jadeo.—Acabo de descubrir tu debilidad —Farit susurró sobre su piel, totalmente complacido mientras seguía con su trabajo.Encantado de cómo el pequeño cuerpo de Luna respondía ante sus besos y caricias, era totalmente estimulante.Ella se sostuvo con firmeza de los brazos fuerte del azabache, inclinando un poco más la cabeza para que pudiera tener más acceso a su cuello. Cuando sintió cómo empezó a succionar con un poco más de ímpetu, mientras recorría su cuerpo con sus manos, no pudo reprimir sus gemidos más fuertes y necesitados.—¡Farit! —Mordió su labio, manteniendo sus ojos cerrados, disfrutando de todo lo que le hacía sentir, era una delicia totalmente.Pero de pronto el azabache paró, aun sintiendo el gran bulto que rozaba con su abd
No podía pensar que hubiera un hombre más perfecto de lo que ya lo era Farit. Tal vez era porque estaba muy emocionada o por la sorpresa del momento. De verdad lo amaba y sabía que él la amaba a ella tanto como decía.Se lo demostraba cada vez que se comportaba de esa manera tan dulce y no podía sentirse más afortunada. Sentir que alguien puede hacer hasta lo imposible por verte feliz, era lo mejor que podía experimentar.Luna abrió sus ojos un poco más cuando contempló los fuegos artificiales de colores explotar en el cielo formando un corazón con su nombre. Sonrió como niña pequeña cuando llegaba Navidad y veía todos los regalos que le había dejado santa debajo del árbol.Estaba emocionada por el momento y el espectáculo que se presenciaba ante ella. Farit podía traer consigo muchas sorpresas, siempre era así. Cuando sus fuertes brazos la rodearon por detrás, se sintió tranquila y muy a gusto.Era como estar en casa, no cabía duda de que Luna empezaba a verlo con otros ojos, unos qu
Iba a hacer un comentario sobre lo que acababa de decir, como por ejemplo, lo orgullosa que estaba de él y agradecerle por toda la paciencia que le había brindado, además de que era un hombre que amaba mucho, pero en ese momento su celular empezó a sonar haciendo que sus pensamientos se quedaran en su cabeza. Luna vio el número de la casa de sus padres sobre la pantalla del celular, por lo que respondió enseguida.Su mamá empezó a hablar sonando un poco alterada, Luna se puso alerta y claramente preocupada.—Pero… mamá, cálmate, que no te entiendo… —Luna escuchó atenta y luego se puso mucho más intranquila—. ¿Papá está bien? —La rubia miró a Farit angustiada y este se estacionó enseguida poniendo atención a la conversación—. Está bien. Sí, estaré allí en 10 minutos, háblale a su doctor y que vaya enseguida. —Luna colgó y no necesitó darle una explicación a su novio.Montalvo lo entendió a la primera y sin esperar encendió el auto nuevamente conduciendo con más rapidez hacia la casa d
Apenas salió, Luna buscó a Farit por la sala. Tenía una gran sonrisa en el rostro, se sentía bien por las palabras de su padre, aún fueran pocas. Sin embargo, esa sonrisa desapareció lentamente cuando vio a su novio y a su madre platicar misteriosamente dentro de la cocina, como si no quisieran que nadie los escuchara.Algo sumamente extraño para ella. Un surco se formó en su frente y se aclaró la garganta para que la notaran, ya que, parecían muy inertes en su conversación. El azabache se despabiló enseguida y un poco nervioso miró a Luna, le dedicó una pequeña sonrisa nerviosa.—¿Cómo está tu padre? —Farit preguntó con una preocupación genuina.Quería que Luna pasara por alto lo que acababa de ver y no hiciera preguntas, pero, aun así, en verdad quería saber cómo estaba Arturo.—Mejor, lo dejé descansar. —Miró a su madre de forma curiosa y expectante, quien a su vez desvió la mirada sin decir nada. La estaba evitando, no era una buena señal—. Mañana vendré a verlo de nuevo, ¿está