La madre de Itzam preparó obsequios para todos, incluidos Noah, quien recibió un hermoso reloj y Milenka a quien le regaló una pulsera pandora de oro blanco con tres dijes colgando de ella, uno era en forma de corazón, otro el símbolo del infinito y el ultimo la inicial de Itzam.
— Esta hermosa, mil gracias, no debió molestarse — agradeció Milen mientras observaba con ternura la pulsera sobre su muñeca.
— No es nada querida, estoy muy feliz de que mi hijo haya encontrado al fin a alguien que lo haga tan feliz— respondió con ternura y sinceridad.
—Es hora de irnos— Itzam rodeo la cintura de Milen, listo para llevarla con él.
—¿Irse?, por supuesto que no— Se negó rotundamente su madre— es muy tarde y además has bebido mucho, se quedarán aquí y no se diga más.
— Mam&aa
—Itzam— Lo llamó abrumada Milen al despertar y no encontrarlo a su lado. Barrio toda la habitación con la mirada, pero no había rastros de él, guardo silencio para ver si escuchaba ruido desde el vestidor, pero nada.Al levantarse de la cama se dio cuenta que una pequeña maleta descansaba a los pies de la esta, se sorprendió al ver qué dentro contenía varias de sus pertenecías, ropa y zapatos, supuso que Itzam había mandado traer algunas de sus cosas. A juzgar por todo lo que había dentro, supo que pasarían varios días en casa de la madre de Itzam, se preguntaba por qué de pronto Itzam cambió de idea.No le habría molestado salir en paños menores a buscarlo, sin embargo, sería muy poco apropiado que se encontraban en casa de su madre, la cual, además estaba llena de empleados, así que mejor opto por tomar algunas prensas de la maleta, unos jeans, un suéter corto color café, unas botas combinan a la perfección con su outfit; no obstante, dentro de la maleta solo había un par de tenis b
— Así que omitiste el pequeño detalle de que te acostabas con tu prima — cuestionó Noah.Una semana después de las fiestas decembrinas, Itzam se reunió con Noah en el bar de siempre, ambos amigos se pusieron a la orden del día con los últimos acontecimientos, principalmente Itzam quien se vio muy dispuesto a hablar sobre su discusión con Milen, mientras tanto Noah, decidió guardarse para él mismo sus encuentros con Ramona, que últimamente tomaron un rumbo serio, para ser más específicos esta parejita no salió de la habitación desde noche buena, dia que salieron juntos de casa de la mamá de Itzam— Hay cosas que no necesita saber — respondió secamente Itzam.— Claro — respondió con sarcasmo Noah.— Considera a Ramona su mejor amiga — alegó Itzam.— Admite que tienes miedo, no es lo mismo confesarle que fuiste un mujeriego, consumiste drogas y te entregaste a la perdición, a que te acostabas con tu prima, que de paso es su mejor amiga, temes su reacción, porque seguramente eso sí la dec
— ¿A qué viene eso ahora? — preguntó confundido Itzam. — Responde — exigió una vez más ella. Cómo podía responder cuando ni él mismo estaba seguro, solo sabía que prefería morir antes que perderla. — ¿Qué soy yo a lado de tus privilegiadas? — No te rebajes poniéndote a su nivel, ellas no significan nada para mí — aseguró Itzam. — Entonces por qué las conservas, ¿son tu respaldo por si te cansas de mí? – Pero que tonterías estas diciendo — reclamó Itzam – eso es lo unico que ese idiota quería, ¿verdad? llenarte la cabeza de humo en contra mía, nada de lo que pudo haber dicho es verdad. — No es verdad entonces que la zorra de Emilia es tu nueva adquisición como privilegiada— reclamó. — ¡No!, ¡No lo es! — estalló Itzam — A esas chicas no las he visto desde hace meses, no las he tocado desde que llegaste a mi departamento, si no lo hice en ese entonces en los que tú y yo no éramos nada, ¿qué razón tendría para hacerlo ahora?, no me interesan. — Porque yo soy suficient
— Apenas puedo creer que estemos a unos cuantos días de graduarnos — exclamó una de las compañeras de Milenka mientras se probaban los vestidos para la fiesta de graduación.— Han pasado tantas cosas en estos meses que parece que todo ha sido un sueño — Milen rememoró todos los momentos transcurridos desde que se escapó del convento y llegó al departamento de Itzam, como él la ignoraba al inicio y después su relación fue transformándose hasta convertirse en el gran amor que ahora se tenían.— ¡Iremos a la universidad!, al fin seremos unas mujeres libres — exclamó Lidia.— Siempre hemos sido libres — replicó Natalia.— Lo sé, me refiero a que al fin nuestros padres no estarán encima de nosotros vig
Le tomó varios segundos a Itzam salir de la conmoción, cuando logró hacerlo, le pidió a Milen que subiera sola al departamento.— Tengo algo urgente que hacer — le dijo antes de encender el auto de nuevo. Ni siquiera le dio la oportunidad de preguntar qué era lo que estaba pasando.Rigo e Itzam quedaron de verse en un restaurante cerca de donde Itzam vivía, no podían arriesgarse a que alguien más escuchara su conversación así que pidieron una de las mesas privadas.— Zaria Duhé, ¿crees que ella pueda ser su madre? — Inquirió Itzam, una vez que el abogado le reveló el nombre.— De acuerdo a lo que encontré de información, Nerón la mantuvo vigilada mucho tiempo, todo comenzó justo después de que Milen naciera, ante
La fiesta de graduación era todo un acontecimiento, desde la decoración del salón, la música y el banquete, denotaban glamour y extravagancia. Plumas bañadas en glitter enmarcaban la entrada al lugar, tiras de perlas colgaban de las sillas, tres enormes candelabros caían del techo.Cada graduado compartía una mesa con sus familiares más cercanos, A Milen la acompañaban en su mesa menos personas que a sus compañeros, Ramona, Noah, Eliot, que sorprendentemente iba solo, Rigo la acompaño solo un momento y se retiró y por supuesto Itzam también estaba ahí.La joven se sentía tan feliz ese momento que no le importo en lo más mínimo que su mesa fuera la menos concurrida, estaban sus amigos y el amor de su vida y con eso le bastaba; la vida tal vez le arrebató la fortuna de tener una familia conve
— Toma, esto ayudará a calmarte — Noah, le tendió un vaso con agua a Milen, esta se encontraba sentada a los pies de la gran cama que engalanaba el moderno pent-house que rentaron para ella y para Itzam esa noche, como regalo de graduación.— Un poco de agua no va a aliviar el dolor que siento — alegó ella moqueando.— Pues tú te estás ahogando en un poco de agua, como dicen — señaló Noah.— Dices eso porque no crees en la fidelidad, el compromiso, la lealtad — siseo Milen entre dientes.Noah se acomodó a un lado de ella, poso sus antebrazos en sus muslos, recargando todo su peso, lucía cansado y pensativo.— Te voy a decir algo — habló con serenidad, algo raro en él — Toda persona en el mundo llega a conocer el amor,
Milen entreabrió los ojos, una figura masculina la miraba atento desde lejos. Llevaba el torso descubierto, su cabello ligeramente despeinado, recargado sobre el marco de la puerta que daba a la terraza, descansaba sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón, la única prenda que portaba.— Estás muy lejos de mí — dijo estirando su mano hacia él.La impactante sonrisa de Itzam junto a su penetrante mirada y la luz del amanecer destellando desde su espalda eran la imagen más gratificante que una dama podría recibir al despertar, simplemente su día estaría lleno de dicha.— Pareces, un maldito dios griego — Milen había perdido el filtro de entre lo que pensaba y decía en voz alta.— Yo diría que me acerco más a un gobernante de la oscuridad que a un dios — replicó Itzam, divertido con los halagos de Milen.— Entonces o señor de la oscuridad venga aquí — al estirarse una ráfaga de dolor surcó el rostro de Milen.— No es buena idea que me acerque a ti en este momento, tienes que recup