—Señorita Sibel… —ella se giró en el momento.Estaba descalza en el jardín, de cierta manera despidiéndose de la comodidad de la mansión, cuando Sora se detuvo frente a ella.—El jefe… me pidió que la llevara… a donde usted quisiera… —el nudo se le hizo muy grueso en la garganta—. ¿Tiene las cosas listas…?Sibel asintió de forma lenta.Tenía solo una maleta de sus cosas verdaderas, y lo que habían recuperado de la mansión de su padre hace algún tiempo.No se llevaría una sola cosa de lo que Iván le había comprado, y tampoco tenía idea, de que le diría a Sora para irse.—¿Puedes llevarme a la mansión de los MacMillan? Hay cosas que debo recoger allí… mis tarjetas y cosas que necesitaré.—¿Desea que la escolte y luego la lleve al lugar a donde irá…?Sibel sonrió.—Eso sería perfecto, Sora… —por primera vez en mucho tiempo, Sora también sonrió y asintió.—Bien… entonces la espero.Sibel dio un paso para irse a la habitación, pero se giró a mitad de camino.—¿Iván va a venir en algún mome
—¿Le dejaste el teléfono?—Sí señor…—¿Le dijiste que podía llamarte si alguna cosa?—Señor… ella…—Basta… —Iván se rascó la cabeza y se limpió la cara con las manos—. ¿Ágata?—Su vuelo llega en dos horas… y viene con la señorita Mila…—Perfecto… —Él caminó de aquí para allá mientras Sora pasó un trago.—He puesto a los hombres para que las reciban y las traigan a la mansión…—¿Y el cuerpo de Ciro?—Estará aquí justo cuando lleguen…—Bien… —Iván estaban a punto de salir, pero se regresó para apuntar a Sora—. Que se haya ido… no significa que no esté segura y bajo mi cuidado.—Lo sé señor… estoy al tanto…—Bien… comunícate con Alexey… dile que mañana nos tendremos que ver… me urge hablar con él.—Sí señor…Iván vio que Sora salió y se fue de inmediato a la zona de bebidas para destapar una botella. Fue complicado por su temblor de manos, el vaso donde iba a servir se volteó un poco, e Iván terminó por arrojarlo contra la pared, mientras todos los cristales se dispersaron por el suelo.
Mila trató de sonreír, aunque le temblaba el cuerpo entero y su rabia se sentía desmedida.Aun así, caminó, y se sentó en el sofá frente a Iván.—¿Por qué estás así? —dijo de forma casual tomando su mano—. Has cogido con centenar de mujeres, completaste tu venganza… ya está hecho…Iván la miró detenidamente, y achicó los ojos.Entonces Mila continuó.—Si deseas que sea enemiga de Ágata, por ti lo haría… no me importa nada ni nadie, excepto tu Iván… y yo siempre estaré aquí para ti… incluso… si quieres que sea Sibel esta noche… lo seré… —Mila se acercó a él de forma seductora, abrió las piernas y se sentó en su torso.Iván tomó sus caderas lentamente, y ella sonrió.—Somos la pareja perfecta… y siempre lo seremos —ella unió su boca a la de él, y lo besó sin que Iván le diera una respuesta, ella trató de profundizar el beso, pero en el instante, la mano de Iván tomó su cabello y le echó la cabeza hacia atrás con fuerza.Su mirada alcoholizada se había trasformado a una llena de odio. Su
—Eso es todo señorita MacMillan… le faltarían los exámenes de este semestre como lo dejó cuando faltó, y pasaremos a la fase de pasantías…Sibel sonrió con emoción, y luego asintió.—Muchas gracias… —tomó los papeles firmados, y caminó son una sonrisa en su boca.Había pasado una semana, aunque para ella los días estaban demorando años en pasar.Aceptaba que lloraba en las noches, pero como buena coraza, se levantaba cada mañana asumiendo su abismo.Las clases habían comenzado como lo había dejado, y aunque sus compañeros se acercaron un poco para saber qué había pasado, entendía perfectamente que todos en Los Ángeles, sabía lo que le había pasado a su familia.Se podía dar cuenta de los murmullos, las charlas bajas alrededor de ella, y como muchos la observaban para reunirse en grupo y hablar.En todos los periódicos locales, decía que los MacMillan estaban involucrados con drogas. Su hermano ya tenía una condena por varios delitos internacionales, y su padre sería juzgado en dos sem
—Viajaré en unos días a Italia… tal vez quieras acompañar a Anastasia aquí en Los Ángeles… —Alexey le ofreció a Sibel, mientras Ana apenas la miró.—¿Estás de acuerdo con esto, Ana? —la asistente levantó la mirada de inmediato.—Por supuesto… yo… de hecho no quiero quedarme sola… me gustaría tener compañía… ya sabes… no conozco este país… y…—¿Puedes creer que hable cinco idiomas y no haya salido de Moscú? —Alexey intervino, mientras Sibel sonrió.—Es un cerebrito… pero una niña en todo el sentido de la palabra… —Dijo Sibel y apuntó a Alexey—. Cuídala mucho…Las mejillas de Anastasia se tiñeron, entre tanto Alexey rodó los ojos.—La cosa es que… te quedarás con ella…—Claro… puede venir a mi mini departamento.—¿Qué? —Alexey refutó, y los camareros del elegante restaurant, llegaron con la comida—. Pueden quedarse en mi piso.—Nada de eso… —Sibel tomó los cubiertos—. ¿Crees que no sé tu juego? ¿Iván incluso está escuchando esta conversación?Alexey sonrió.—No lo sé… tal vez… es un loc
—Está bien… acepto… solo no harás nada legal con mi nombre… no tengo jurisdicción aún… —Anastasia negó antes la respuesta de Sibel.—Lo sé, Sibel… solo necesito tu apoyo… eres la única que conozco… y… ¿Cómo se supone que este hombre me deja a cargo de esto?Sibel negó.—Es un mafioso, Ana… ¿Qué esperabas? Él solo quiere saber sobre tu lealtad… estos hombres ameritan personas leales a ellos.Anastasia se encogió de hombros.—Solamente espero que todo salga bien…—No te preocupes… tengo despejar mi cabeza también, y créeme, nos divertiremos en Los Ángeles trabajando, así de alguna forma le pagaré a Alexey…Anastasia se mordió la boca y asintió.—En cuanto a… el señor Vasíliev…—¡Bah…! —Interrumpió Sibel pasándole la copa—. Dile Iván… estamos solas…Y cuando Anastasia probó el vino, casi se atragantó.—¡Dios, esto sabe horrible…! —Sibel sonrió ante su conducta.Anastasia dejó la copa sobre la mesa y se limpió la boca.—Bien… cumpliré mi parte… —Sibel asintió hacia ella, mientras las vena
—No… no y no… —Anastasia se cruzó de brazos—. Nunca usaré esto… además, voy a hacer un negocio… no voy a bailar ni a tener una cita… Sibel torció los ojos un poco exasperados.Ya le había mostrado algunos vestidos que había traído para compartirlo, pero Anastasia estaba decidida.—¿Y qué se supone que llevarás a una discoteca?—Tengo un pantalón y chaqueta formal… me pondré eso… y no me convencerás… Sibel ajustó su vestido, y alzó los hombros.—No quiero obligarte a nada… solo te di la opción de usar mi vestido… y este ni siquiera es escotado…Ana negó un poco roja.—Nunca usaré algo como eso…—Bien… no levantes la ceja tan alto. Ponte lo que quieras… ¿Te quedarás con esas gafas?Anastasia frunció el ceño, y se las acomodó como si hubiese herido su susceptibilidad.—Se trata de mi salud… veo borroso sin ellas…—Bueno… —Sibel apretó los dientes y soltó el aire—. Nos daremos prisa entonces…Usaron un chofer de Alexey y algunos hombres que tenían como orden, ir con Anastasia a todos lo
Dos días antes… —Son unos malditos… —Alexey exclamó exasperado, mientras Iván negó. —Cálmate… ya sabíamos que los cabrones querían nuestra cabeza. Pero aquí no se juega de esta manera… Somos la cabeza de nuestros países, no por un sorteo, Alexey… —Hirieron a algunos de nuestros hombres… —Refutó pasándole un vaso de whisky mientras Iván vio la sangre en sus dedos. Le habían preparado cierta emboscada, Sora se había dado cuenta mucho antes de llegar a la reunión de 'Ndrangheta. Iván y Alexey debían irse cuanto antes de Italia, aunque hayan hecho un acuerdo en medio de sus mafias, no estaban seguros en dicho país. —Vamos a vengarnos… pero debemos salir de Italia. Sora está en ello, y asegurando el despegue de nuestro avión mañana por la mañana. Alexey se bebió el vaso y asintió. —Quisiera explotar su put@ cuna… no me importan las consecuencias, así verán que no somos unos cabrones. —Ya les prepararemos algo. No te preocupes… cuando ellos menos los esperen… ¡Bam! —Alexey sonrió de