—Está bien… acepto… solo no harás nada legal con mi nombre… no tengo jurisdicción aún… —Anastasia negó antes la respuesta de Sibel.—Lo sé, Sibel… solo necesito tu apoyo… eres la única que conozco… y… ¿Cómo se supone que este hombre me deja a cargo de esto?Sibel negó.—Es un mafioso, Ana… ¿Qué esperabas? Él solo quiere saber sobre tu lealtad… estos hombres ameritan personas leales a ellos.Anastasia se encogió de hombros.—Solamente espero que todo salga bien…—No te preocupes… tengo despejar mi cabeza también, y créeme, nos divertiremos en Los Ángeles trabajando, así de alguna forma le pagaré a Alexey…Anastasia se mordió la boca y asintió.—En cuanto a… el señor Vasíliev…—¡Bah…! —Interrumpió Sibel pasándole la copa—. Dile Iván… estamos solas…Y cuando Anastasia probó el vino, casi se atragantó.—¡Dios, esto sabe horrible…! —Sibel sonrió ante su conducta.Anastasia dejó la copa sobre la mesa y se limpió la boca.—Bien… cumpliré mi parte… —Sibel asintió hacia ella, mientras las vena
—No… no y no… —Anastasia se cruzó de brazos—. Nunca usaré esto… además, voy a hacer un negocio… no voy a bailar ni a tener una cita… Sibel torció los ojos un poco exasperados.Ya le había mostrado algunos vestidos que había traído para compartirlo, pero Anastasia estaba decidida.—¿Y qué se supone que llevarás a una discoteca?—Tengo un pantalón y chaqueta formal… me pondré eso… y no me convencerás… Sibel ajustó su vestido, y alzó los hombros.—No quiero obligarte a nada… solo te di la opción de usar mi vestido… y este ni siquiera es escotado…Ana negó un poco roja.—Nunca usaré algo como eso…—Bien… no levantes la ceja tan alto. Ponte lo que quieras… ¿Te quedarás con esas gafas?Anastasia frunció el ceño, y se las acomodó como si hubiese herido su susceptibilidad.—Se trata de mi salud… veo borroso sin ellas…—Bueno… —Sibel apretó los dientes y soltó el aire—. Nos daremos prisa entonces…Usaron un chofer de Alexey y algunos hombres que tenían como orden, ir con Anastasia a todos lo
Dos días antes… —Son unos malditos… —Alexey exclamó exasperado, mientras Iván negó. —Cálmate… ya sabíamos que los cabrones querían nuestra cabeza. Pero aquí no se juega de esta manera… Somos la cabeza de nuestros países, no por un sorteo, Alexey… —Hirieron a algunos de nuestros hombres… —Refutó pasándole un vaso de whisky mientras Iván vio la sangre en sus dedos. Le habían preparado cierta emboscada, Sora se había dado cuenta mucho antes de llegar a la reunión de 'Ndrangheta. Iván y Alexey debían irse cuanto antes de Italia, aunque hayan hecho un acuerdo en medio de sus mafias, no estaban seguros en dicho país. —Vamos a vengarnos… pero debemos salir de Italia. Sora está en ello, y asegurando el despegue de nuestro avión mañana por la mañana. Alexey se bebió el vaso y asintió. —Quisiera explotar su put@ cuna… no me importan las consecuencias, así verán que no somos unos cabrones. —Ya les prepararemos algo. No te preocupes… cuando ellos menos los esperen… ¡Bam! —Alexey sonrió de
Iván se subió en una de sus camionetas, mientras Sora miraba una leve mancha que había en su camisa.—Creo que sangrará más si se esfuerza…—¿Sabes qué está haciendo Sibel? ¡Moviéndole el cul* a alguien…!—Quizás no es eso… y sea solo un amigo…Iván se rio en medio de su angustia y frustración.Cuando llegaron a la discoteca, Iván se ajustó la chaqueta para ocultar su herida que tenía unas líneas se sangre en la camisa. Entró para sentir el calor del ambiente, y luego notó como Anastasia, la asistente de Alexey, parecía tener una discusión con un tipo en una mesa.Les dijo a sus hombres que se distanciaran de él, y a Sora que buscara a Sibel.—¿Entonces ya te vas? De verdad me gustaría estar a solas con ella…—Señor… yo no puedo dejarla sola, y usted no sabe en qué se mete…—No me importa… —Robert respondió con una sonrisa—. Me gusta tu amiga… y quiero algo con ella… —Anastasia estaba a punto de responder, cuando la sombra de Iván, estuvo detrás del hombre.Incluso le sacaba una cabez
Iván tomó el rostro de Sibel con fuerza para profundizar su beso, mientras su debilidad y un poco de dolor en su estómago disminuía.Él no supo la razón exacta del porqué todo su cuerpo tomó una energía increíble cuando sus lenguas se rozaron, pero fue como si todos los días anteriores, y casi un mes de zozobra, muerte lenta, y una mente confundida, se hubiese disipado.Como si nunca hubiese pasado por esta enfermedad, como si mágicamente un analgésico hubiese sido puesto en su cuerpo.Ella estuvo a punto de despegarse para saber cómo se encontraba, pero Iván la estrechó fuertemente contra su cuerpo, y le mordió la boca para que ella no dejara de besarlo.—¿No te das cuenta? —él dijo pegado a su boca—. Me muero sin ti… no puedes… no puedes irte…Sibel lo sintió temblar.—¿Iván? —Ella tomó su rostro—. Por favor… estás sudando mucho… ¡Sora!—Ya estamos casi llegando… —Sora respondió nervioso.—¿Dime…? —Iván tomó sus manos y las besó— ¿Has agonizado todo este tiempo? Responde que si… por
Pasaron tres días para que a Iván lo diesen de alta.Llegaron por la tarde a la mansión, y por supuesto Iván ya había planificado de ante mano que, si su abuela llegase a estar, debería ser sacada. Pero por supuesto, ella no estaba desde hace mucho.En silencio se fue a Rusia, o eso es lo que sus hombres le habían informado. Sin embargo, él sabía que debía tener mucho cuidado con sus pasos, porque Ágata le había demostrado a lo largo de los años, que era una persona totalmente traicionera.Él se sentó en el amplio Sofá y se dio cuenta de que habían tomado sus órdenes a la perfección, cuando quiso cambiar muchas cosas de la casa, y la iluminación era una de ellas.Notó como Sibel miró hacia todas partes extrañada y él solo se quedó pendiente de su reacción.—Esto está… diferente…—¿Te gusta? —Sibel alzó los hombros.—No lo sé… creo que está más iluminado… diferente a como cuando viví aquí.—Pero… ¿Te gusta? —Ella frunció el ceño, se sentó cerca y preguntó.—¿Te golpearon en la cabeza?
—Señor… su abuela quiere hablar con usted… —Sibel se sentó un poco después de estar acostada en el pecho de Iván, y lo miró esperando su respuesta.Mientras tanto, él apretó la mandíbula, y le pidió a Sora el teléfono inalámbrico. Sibel estaba por retirarse cuando Iván tomó su cintura, y la hizo sentar encima de él, mientras colocaba el auricular en su oreja.—Ágata… —él acarició la boca de Sibel mirándola todo el tiempo.—Iván… ¿Qué es todo esto?—¿Puedes ser más precisa?—Acabas de hacer público un escándalo. ¿Cómo rompes un compromiso tan serio, y además, lo haces así?—Hablé con Mila antes… y no debo darte una explicación.—¿Hablaste con Mila? ¡La humillaste…! —Iván apretó la mandíbula y se detuvo en la caricia, pero Sibel fue más astuta viendo su furia, y comenzó a bajar para besar su estómago.Iván trató de quitarla, pero ella le manoteó la mano y le envió una mirada fría.—Ella lo merece… —él siguió—. Y no tengo nada más que decir… recuerda Ágata, un paso en falso, y lo poco qu
Sibel recibió su título mientras un montón de aplausos invadieron sus sentidos.Ella no encontró una familia a quién mirar, pero sabía que, en medio de toda esa multitud, estaban las gafas oscuras de Iván, detallando cada paso que daba.Y con eso le bastaba.Los gorros fueron lanzados, y todos corrieron a dar abrazos, ella estaba por dar un paso en su dirección contraria, cuando unos brazos la rodearon completamente.—¿Te das cuenta de este absurdo? Una abogada y un corrupto ante la ley… juntos… —Sibel rodeó a Iván con sus brazos, pasándolos por el cuello, mientras él estrechó aún más su cuerpo—. Una abominación…Ella sonrió mientras él inhaló el aire en su cuello.—Esto somos… una cosa corrompida.—Lo bueno es que te gusta lo malo… porque yo nunca seré bueno.Sibel se separó y lo miró detenidamente.—Has sido bueno conmigo…—No… no es así… tú tienes la cabeza enferma… y te enamoraste de lo retorcido…—No digas cosas…—Hay una sorpresa para ti… —él la cortó mirando a los lados y Sibel