Mila trató de sonreír, aunque le temblaba el cuerpo entero y su rabia se sentía desmedida.Aun así, caminó, y se sentó en el sofá frente a Iván.—¿Por qué estás así? —dijo de forma casual tomando su mano—. Has cogido con centenar de mujeres, completaste tu venganza… ya está hecho…Iván la miró detenidamente, y achicó los ojos.Entonces Mila continuó.—Si deseas que sea enemiga de Ágata, por ti lo haría… no me importa nada ni nadie, excepto tu Iván… y yo siempre estaré aquí para ti… incluso… si quieres que sea Sibel esta noche… lo seré… —Mila se acercó a él de forma seductora, abrió las piernas y se sentó en su torso.Iván tomó sus caderas lentamente, y ella sonrió.—Somos la pareja perfecta… y siempre lo seremos —ella unió su boca a la de él, y lo besó sin que Iván le diera una respuesta, ella trató de profundizar el beso, pero en el instante, la mano de Iván tomó su cabello y le echó la cabeza hacia atrás con fuerza.Su mirada alcoholizada se había trasformado a una llena de odio. Su
—Eso es todo señorita MacMillan… le faltarían los exámenes de este semestre como lo dejó cuando faltó, y pasaremos a la fase de pasantías…Sibel sonrió con emoción, y luego asintió.—Muchas gracias… —tomó los papeles firmados, y caminó son una sonrisa en su boca.Había pasado una semana, aunque para ella los días estaban demorando años en pasar.Aceptaba que lloraba en las noches, pero como buena coraza, se levantaba cada mañana asumiendo su abismo.Las clases habían comenzado como lo había dejado, y aunque sus compañeros se acercaron un poco para saber qué había pasado, entendía perfectamente que todos en Los Ángeles, sabía lo que le había pasado a su familia.Se podía dar cuenta de los murmullos, las charlas bajas alrededor de ella, y como muchos la observaban para reunirse en grupo y hablar.En todos los periódicos locales, decía que los MacMillan estaban involucrados con drogas. Su hermano ya tenía una condena por varios delitos internacionales, y su padre sería juzgado en dos sem
—Viajaré en unos días a Italia… tal vez quieras acompañar a Anastasia aquí en Los Ángeles… —Alexey le ofreció a Sibel, mientras Ana apenas la miró.—¿Estás de acuerdo con esto, Ana? —la asistente levantó la mirada de inmediato.—Por supuesto… yo… de hecho no quiero quedarme sola… me gustaría tener compañía… ya sabes… no conozco este país… y…—¿Puedes creer que hable cinco idiomas y no haya salido de Moscú? —Alexey intervino, mientras Sibel sonrió.—Es un cerebrito… pero una niña en todo el sentido de la palabra… —Dijo Sibel y apuntó a Alexey—. Cuídala mucho…Las mejillas de Anastasia se tiñeron, entre tanto Alexey rodó los ojos.—La cosa es que… te quedarás con ella…—Claro… puede venir a mi mini departamento.—¿Qué? —Alexey refutó, y los camareros del elegante restaurant, llegaron con la comida—. Pueden quedarse en mi piso.—Nada de eso… —Sibel tomó los cubiertos—. ¿Crees que no sé tu juego? ¿Iván incluso está escuchando esta conversación?Alexey sonrió.—No lo sé… tal vez… es un loc
—Está bien… acepto… solo no harás nada legal con mi nombre… no tengo jurisdicción aún… —Anastasia negó antes la respuesta de Sibel.—Lo sé, Sibel… solo necesito tu apoyo… eres la única que conozco… y… ¿Cómo se supone que este hombre me deja a cargo de esto?Sibel negó.—Es un mafioso, Ana… ¿Qué esperabas? Él solo quiere saber sobre tu lealtad… estos hombres ameritan personas leales a ellos.Anastasia se encogió de hombros.—Solamente espero que todo salga bien…—No te preocupes… tengo despejar mi cabeza también, y créeme, nos divertiremos en Los Ángeles trabajando, así de alguna forma le pagaré a Alexey…Anastasia se mordió la boca y asintió.—En cuanto a… el señor Vasíliev…—¡Bah…! —Interrumpió Sibel pasándole la copa—. Dile Iván… estamos solas…Y cuando Anastasia probó el vino, casi se atragantó.—¡Dios, esto sabe horrible…! —Sibel sonrió ante su conducta.Anastasia dejó la copa sobre la mesa y se limpió la boca.—Bien… cumpliré mi parte… —Sibel asintió hacia ella, mientras las vena
—No… no y no… —Anastasia se cruzó de brazos—. Nunca usaré esto… además, voy a hacer un negocio… no voy a bailar ni a tener una cita… Sibel torció los ojos un poco exasperados.Ya le había mostrado algunos vestidos que había traído para compartirlo, pero Anastasia estaba decidida.—¿Y qué se supone que llevarás a una discoteca?—Tengo un pantalón y chaqueta formal… me pondré eso… y no me convencerás… Sibel ajustó su vestido, y alzó los hombros.—No quiero obligarte a nada… solo te di la opción de usar mi vestido… y este ni siquiera es escotado…Ana negó un poco roja.—Nunca usaré algo como eso…—Bien… no levantes la ceja tan alto. Ponte lo que quieras… ¿Te quedarás con esas gafas?Anastasia frunció el ceño, y se las acomodó como si hubiese herido su susceptibilidad.—Se trata de mi salud… veo borroso sin ellas…—Bueno… —Sibel apretó los dientes y soltó el aire—. Nos daremos prisa entonces…Usaron un chofer de Alexey y algunos hombres que tenían como orden, ir con Anastasia a todos lo
Dos días antes… —Son unos malditos… —Alexey exclamó exasperado, mientras Iván negó. —Cálmate… ya sabíamos que los cabrones querían nuestra cabeza. Pero aquí no se juega de esta manera… Somos la cabeza de nuestros países, no por un sorteo, Alexey… —Hirieron a algunos de nuestros hombres… —Refutó pasándole un vaso de whisky mientras Iván vio la sangre en sus dedos. Le habían preparado cierta emboscada, Sora se había dado cuenta mucho antes de llegar a la reunión de 'Ndrangheta. Iván y Alexey debían irse cuanto antes de Italia, aunque hayan hecho un acuerdo en medio de sus mafias, no estaban seguros en dicho país. —Vamos a vengarnos… pero debemos salir de Italia. Sora está en ello, y asegurando el despegue de nuestro avión mañana por la mañana. Alexey se bebió el vaso y asintió. —Quisiera explotar su put@ cuna… no me importan las consecuencias, así verán que no somos unos cabrones. —Ya les prepararemos algo. No te preocupes… cuando ellos menos los esperen… ¡Bam! —Alexey sonrió de
Iván se subió en una de sus camionetas, mientras Sora miraba una leve mancha que había en su camisa.—Creo que sangrará más si se esfuerza…—¿Sabes qué está haciendo Sibel? ¡Moviéndole el cul* a alguien…!—Quizás no es eso… y sea solo un amigo…Iván se rio en medio de su angustia y frustración.Cuando llegaron a la discoteca, Iván se ajustó la chaqueta para ocultar su herida que tenía unas líneas se sangre en la camisa. Entró para sentir el calor del ambiente, y luego notó como Anastasia, la asistente de Alexey, parecía tener una discusión con un tipo en una mesa.Les dijo a sus hombres que se distanciaran de él, y a Sora que buscara a Sibel.—¿Entonces ya te vas? De verdad me gustaría estar a solas con ella…—Señor… yo no puedo dejarla sola, y usted no sabe en qué se mete…—No me importa… —Robert respondió con una sonrisa—. Me gusta tu amiga… y quiero algo con ella… —Anastasia estaba a punto de responder, cuando la sombra de Iván, estuvo detrás del hombre.Incluso le sacaba una cabez
Iván tomó el rostro de Sibel con fuerza para profundizar su beso, mientras su debilidad y un poco de dolor en su estómago disminuía.Él no supo la razón exacta del porqué todo su cuerpo tomó una energía increíble cuando sus lenguas se rozaron, pero fue como si todos los días anteriores, y casi un mes de zozobra, muerte lenta, y una mente confundida, se hubiese disipado.Como si nunca hubiese pasado por esta enfermedad, como si mágicamente un analgésico hubiese sido puesto en su cuerpo.Ella estuvo a punto de despegarse para saber cómo se encontraba, pero Iván la estrechó fuertemente contra su cuerpo, y le mordió la boca para que ella no dejara de besarlo.—¿No te das cuenta? —él dijo pegado a su boca—. Me muero sin ti… no puedes… no puedes irte…Sibel lo sintió temblar.—¿Iván? —Ella tomó su rostro—. Por favor… estás sudando mucho… ¡Sora!—Ya estamos casi llegando… —Sora respondió nervioso.—¿Dime…? —Iván tomó sus manos y las besó— ¿Has agonizado todo este tiempo? Responde que si… por