Los policías estaban por reírse en la cara de los abogados, en verdad creían que el chico que habían arrestado no iba a salir ese día de prisión, era irrisorio siquiera pensarlo y muy absurdo

— Llevense al chico de aquí, encierrenlo para que se vaya acostumbrando a lo que le espera — Ordenó el comandante con desprecio, la reputación de Andrés esyaba por los suelos

Los abogados se quedaron pidiendo el expediente, necesitaban ver qué declaraciones dió la chica que acusaba a así cliente, y que tantas posibilidades tenía de salir libre como se los pidió su cliente más valioso

Mientras tanto, los dos jóvenes herederos salieron de la oficina, no se irán pero ya no había que hacer dentro

— Drago Ferreira...

— Alessandro Black, te enviaron a echarnos una mano, Drago saludó de mano a su amigo de la infancia, su padre solía llevarlo a jugar a la mansión Ferreira con frecuencia, solo que él se la pasaba más tiempo con su hermana Dariana

— Así es, que suerte tiene tu primo para los sucesos desafo