El CEO Ferreira le había dado otra lección más a su hijo, si Drago pensaba que su padre tenía por delante solo enseñarle como hacer negocios, estaba muy equivocado, Danilo Ferreira, era un hombre excepcional, y con la gran mujer que tenia de esposa, habia crecido mucho más como ser humano

— Papá, tu no dejas de sorprenderme nunca, agradezco al destino que nos hayamos encontrado en esa central cuando estábamos a punto de irnos de la ciudad, me hacías tanta falta, sin tí me habría sentido tan perdido

Drago, pocas veces mostraba sus sentimientos, pero su padre le había dado una gran lección de humanidad, sin su padre cerca su vida hubiese sido demasiado dura, pero lo tenía a su lado, sus amplios conocimientos, su amor de padre, era sin duda muy afortunado

— Te quiero hijo, soy yo el que da gracias a la vida por ponerlos en mi camino a ti y a tu hermana, aquella vez los recuperé, siempre serás mi orgullo, mi primogénito — Danilo puso una de sus manos en el hombro de Drago, los dos Ferre