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El gusto de los Black por las ángeles
Danilo regresó a la sala de estar, Damiano volvió al lado de los chicos, la celebración continuaba todavía quedaban algunas horas para seguir bebiendo y conviviendo— Ya volvió Danilo, ven siéntate aquí con nosotros — Raymundo Vargas habló— ¿Entonces... qué dice el novio de Dariana? el chico ruso seguro que te habló para pedir tu permiso para ese noviazgo — Lombardo parecía que daba en el blanco, cosa que hizo gruñir un poco al CEO Ferreira— No entiendo como es que se atreve a venir a hablarme, ya debería de saber que no estoy de acuerdo en que Dariana tenga novio, aunque debo reconocer que ví en él buenas cualidades, pero aún así no lo acepto— Danilo, ¿qué tan malo puede ser? el chico está estudiando en una de las mejores escuelas del mundo, solamente eso dice que se está preparando bien — Raymundo no veía mal que le diera una oportunidad— Ustedes no lo entienden, tener una hija es diferente, quieres lo mejor para ellas, las preparas, las amas, las cuidas, es lógico que no quiere
La explicación de Alexander
Danilo sabía de la fama de los malvados Black, no era precisamente una pera en dulce, por eso podía comprenderlos, el mundo de los negocios era cruel en extremo, había traiciones, estafas, asesinatos, robos de herencias, debías siempre cuidar tus espaldas de todo y de todos, pero lo que contaban de Alessandro Black, era demasiado— Alexander, ¿qué hiciste cuando llegaste a la mansión Vargas a atender la situación? — Danilo preguntó intrigado— Alessandro me presentó a Roy, dijo que era una mascota muy activa, que le gustaba correr por todos lados, confieso que hasta yo sentí escalofríos por todo el cuerpo al ver al enorme y negro Roy— Siii, ¿pero cómo se lo quitaste? — Lombardo quería saberlo— Le expliqué que no podía quedárselo por qué a su mamá no le gustaba Roy, entonces el sugirió mudarse para conservarlo, hasta que le dije que si se lo quedaba, Roy crecería tan grande que se lo comería por partes— ¿Entonces aceptó que te lo llevará, por fin? — Lombardo esperaba el desenlace—
Corazón destrozado
Los chicos rusos y las bellas señoritas volaron a Boston de nuevo, ellos debían integrarse a las clasesLos recién casados disfrutaban de un hotel cinco diamantes, su luna de miel era lo que siempre soñaron y más, Mariana no podía evitar seguir con los achaques del embarazo, pero Fabio era el esposo más comprensivo del mundoEse viaje los había unido más como pareja, conociéndose cada vez más ajustaban su rutina y su vida como espososLos meses pasaron, la panza de embarazada de Mariana ya era bastante grande, ese día se encontraba en la mansión Ferreira, Danilo y Violeta la habían invitado a comer, por la tarde tenía cita con el ginecólogo para realizarle un ultrasonido, estaba emocionada por qué llegará ese día, tenía la esperanza de que el bebé se dejara ver si era un niño o una niña — !No puedo creer que tenga la barriga tan grande, apenas puedo imaginar cómo estabas tú Violeta cuando estabas esperando a Drago y Dariana! debió de ser bastante complicado— Si, fue bastante difícil
La furia de Mariana
Danilo tenía en sus brazos a la mujer embarazada, Fabio estaba ya angustiado, cuidaba a su esposa como su mayor tesoro, siempre pendiente de sus antojos, de sus malestares, no había cosas que no hiciera por ella, y ahora la veía mal por culpa de su asistenteEl CEO Mancini ya había padecido lo suficientemente al perder a su primer amor por culpa de una perversa mujer que se había obsesionado con él, no estaba dispuesto a volver a pasar por lo mismo y perder de nuevo su felicidadEl CEO corrió a dónde estaba su mujer— !Mariana, Mariana, despierta, mi amor!— ¡Déjala, no te acerques, Mancini, ya decía yo que no se podía confiar en ti, tienes a tu esposa embarazada y la engañas con tu asistente, eres una rata miserable, pero yo me voy a encargar de que no vuelvas a hacerle más daño a mi prima, y olvídate del niño que lleva en el vientre, en mala hora se fue a emparejar contigo!— ¡Soy inocente, lo que Larisa dice no es verdad! !ya perdí el amor una vez por esta misma razón, y pase años
El sexo del bebé, Mancini
Después de que Mariana llorara por qué pensaba que había Sido engañada por su esposo, y después de haberle dicho de todos los insultos que se le habían ocurrido, el CEO hizo de todo para calmarla, le juró y le prometió que no había hecho nada indebidoFabio salió por Danilo, el CEO se rehusaba a acompañarlo a aclarar las cosas solo por molestarlo— Danilo, Mariana está llorando mucho, le puede hacer daño al bebé, no seas idiota y ve a hablarle— Logra que te crea por ti mismo, ¿para que me necesitas a mí? — Le llamaré a Violeta para contarle de tu comportamiento — Fabio sacó su teléfono e hizo como si marcara un número, Danilo sabía que si Violeta se enteraba que estaba molestando a Mancini, solo por qué sí, se iba a enfadar con él— Vamos... Fabio guió a su primo político hasta la cama de urgencias donde estaba la mujer embarazada— Danilo, ¿Estás aquí?— Por supuesto que sí, ¿cómo te sientes? necesito que te calmes, el bebé va a resentir tu estado de ánimo, además Mancini no hizo n
El nacimiento de Fabiano
El embarazo de Mariana siguió y con el la tortura para el CEO. Mancini, ella ya no se podía mover a placer, era él quien le ayudaba a ponerse los zapatos, a vestirse o ducharse, el bebé lo seguía despertando de madrugada por antojos, el hombre estaba que pedía esquina— Carajo, creo que preferiría que me creciera el vientre y ser yo el consentido en este embarazo, me tienes como un esclavo, ese bebé no deja de despertarse por las madrugadas, parece hijo de un vampiro — el CEO dejaba salir su cansancio— Lo ves, bebé, papá ya está cansado de nosotros, creo que deberíamos de irnos unos días con el rio Danilo, él si nos tiene paciencia — Mariana hizo un puchero mientas acariciaba a Fabianito que todavía estaba dentro de la barriga, ya tenía ocho meses y tres semanas pasadas, estaba por dar a luz en cualquier momento— !Ahh... ustedes no se mueven de aquí, está es su casa y aquí se quedan, que tío Danilo ni que ocho cuartos, ese tipo es insoportable, y no creo que tenga más paciencia que
Padre e hijo
El niño fue llevado a la habitación privada antes que la madre, a Fabio ya lo habían echado de la sala de expulsión para atender a Mariana y limpiar al bebé y también checarlo que viniera bien al mundoEl CEO había dejado la pañalera para que lo vistieran, una enfermera llegó a la habitación con el niño envuelto en una frazada azul y la pañalera al hombro— Señor Mancini, aquí está su bello bebé, viene despierto, parece que le va a gustar la noche, suerte con eso — Fabio lo recibió en brazos, y comenzó a hablarle— La enfermera no sabe que está es tu hora favorita para comer, mira que despierto estás — el niño parecía estar escuchando al padre, hacía algunos gestos con la boquita, y de la nada comenzó a llorar— Ya le traigo una mamila, creo que tiene hambre, la enfermera fué y vino rápido con un biberón, el padre se lo dió a su pequeño quien comenzó a comer con fuerza— Tenías hambre ¿eh? y yo que no le creía a tu madre cuando me decia que eras tú quien se levantaba hambriento por la
Ganaste está vez, pero el próximo será
Danilo seguía observando al pequeño Fabiano, seguía sin encontrarle parecido a su prima, él esperaba ver los ojos verdes de la familia, pero el niño era cien por ciento Mancini— Danilo, el bebé es hermoso, es verdad que no se parece a Mariana pero quizás el próximo hijo se parecerá— Bueno, tomaré eso como una promesa, la próxima vez ponle más ganas eh — pidió el CEOEl pequeño niño despertó y apenas abrió los ojos lloró, tenía hambre y lo que no tenía era paciencia, pero su llanto despertó al dedicado padre— ¿Qué pasa? ¿por qué llora el bebé? ¿le duele algo? — Fabio se despertó buscándolo, y lo encontró en los brazos de Danilo, Violeta lo había puesto ahí para ir a buscar un biberón — Cálmate, Mancini, él bebé solo tiene hambre, está un poco impaciente— Con razón está llorando, seguro que lo estás pellizcando, mira que es tu pesadilla vuelta realidad, un Ferreira con mi rostro, eso se llama karma— Ganaste está vez, pero la próxima, Mariana ya dijo que se esforzará más, la ventaj