Danilo seguía observando al pequeño Fabiano, seguía sin encontrarle parecido a su prima, él esperaba ver los ojos verdes de la familia, pero el niño era cien por ciento Mancini

— Danilo, el bebé es hermoso, es verdad que no se parece a Mariana pero quizás el próximo hijo se parecerá

— Bueno, tomaré eso como una promesa, la próxima vez ponle más ganas eh — pidió el CEO

El pequeño niño despertó y apenas abrió los ojos lloró, tenía hambre y lo que no tenía era paciencia, pero su llanto despertó al dedicado padre

— ¿Qué pasa? ¿por qué llora el bebé? ¿le duele algo? — Fabio se despertó buscándolo, y lo encontró en los brazos de Danilo, Violeta lo había puesto ahí para ir a buscar un biberón

— Cálmate, Mancini, él bebé solo tiene hambre, está un poco impaciente

— Con razón está llorando, seguro que lo estás pellizcando, mira que es tu pesadilla vuelta realidad, un Ferreira con mi rostro, eso se llama karma

— Ganaste está vez, pero la próxima, Mariana ya dijo que se esforzará más, la ventaj