Fabio estuvo un buen rato abrazado a su esposa, esto no era lo que quería para su hija, el bebé sería recibido pero las circunstancias no eran las mejores

El llanto de Fabiano los interrumpió, el niño quería atención, tenía sueño y a él le gustaba que lo arrullan para dormir

— Ven acá pequeño, no te pongas malhumorado, ya papá te va arrullar, ahh... esto de tener hijos no es nada sencillo

— Todo va a estar bien, Fabio, ya verás que el que seamos abuelos no será tan malo

— Gracias por darme ánimos, Mariana, todavía falta ver qué dice el padre, Cassandra no le ha dado la noticia al chico ruso, dónde no le responda se las va a ver conmigo

— Está bien cariño, mientras arrullas a Fabiano, bajaré a lavar y hervir sus biberones — el padre se quedó con el bodoque, pero anímicamente no estaba nada bien, Mariana llamó a su mejor amiga, necesitaba pedirle un consejo de como apoyar a Fabio y animarlo

— Hola, Mariana, que sorpresa, ¿sucede algo o llamas para algún detalle de la cena de mañana? — V