Danilo sabía de la fama de los malvados Black, no era precisamente una pera en dulce, por eso podía comprenderlos, el mundo de los negocios era cruel en extremo, había traiciones, estafas, asesinatos, robos de herencias, debías siempre cuidar tus espaldas de todo y de todos, pero lo que contaban de Alessandro Black, era demasiado

— Alexander, ¿qué hiciste cuando llegaste a la mansión Vargas a atender la situación? — Danilo preguntó intrigado

— Alessandro me presentó a Roy, dijo que era una mascota muy activa, que le gustaba correr por todos lados, confieso que hasta yo sentí escalofríos por todo el cuerpo al ver al enorme y negro Roy

— Siii, ¿pero cómo se lo quitaste? — Lombardo quería saberlo

— Le expliqué que no podía quedárselo por qué a su mamá no le gustaba Roy, entonces el sugirió mudarse para conservarlo, hasta que le dije que si se lo quedaba, Roy crecería tan grande que se lo comería por partes

— ¿Entonces aceptó que te lo llevará, por fin? — Lombardo esperaba el desenlace

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