Después de un baño renovador, me vestí con el uniforme y ya estaba lista para ir a cenar. Tenía mucha hambre.—¡Demasiada! — vociferé al bajar las escaleras del campus de camino al comedor del instituto.—Nada como un buen estofado para terminar el día. — dijo Hernán mientras devoraba la comida de su plato.Por mi parte no tenía tiempo de hablar, estaba demasiado hambrienta, tanto que apenas me senté, llené mi boca de comida.—Tengan cuidado, podrían atracarse. — nos advirtió Ely.—Si, aunque a mí me da más la impresión de que se van a ahogar en cualquier momento. ¡Ni siquiera están respirando! ¡¿Ves?! ¡¿Ves lo que digo?! — exclamó Ada totalmente espantada
—Guillermina, te estaba buscando. — la llamó su amigo.—Izán, olvidé decirte que estaría en el comedor, lo siento. — se disculpó.—Si, lo supuse. Lo que no me imaginé es que te sentarías con ellos a cenar. Sin ánimos de ofender. — repuso de inmediato dirigiéndonos la mirada y sin perder la formalidad en sus expresiones. —. Es solo que no debe ser cómodo vernos beber sangre frente a ustedes. — se explayó el amigo de Guillermina.—Pero yo…— Guillermina intentó decir algo, pero era evidente que las palabras no eran lo suyo.—Es verdad, Guillermina. Deberías irte a otra mesa. — le dije a secas. De todos los presentes, ninguno pensó que fuera yo quien la echara. Pero había sido demasiad
—Tengo miedo. — era la voz de una joven.—Deberías tranquilizarte, no tienes nada de qué preocuparte. Este lugar es seguro. — le recordó su acompañante.—Es que nunca salí a estas horas…— intentó explicar su nerviosismo.—Lo sé, pero no temas, estoy contigo. —la tranquilizó.De repente, un trueno hizo estremecer a las almas del instituto y me despertó de un sobresalto. Mi corazón latía exasperado, mientras mi mente intentaba reubicarme a nivel existencial.Me levanté de la cama, no sabía dónde me encontraba. No podía recordar dónde me hallaba, ni hablar de saber dónde estaba el interr
Supe al instante que aquel sujeto era un vampiro, tomó de la mano a la joven que aguardaba nerviosa en silencio y luego avanzaron juntos hacia la cabaña abandonada.Entonces me volví a mi lugar, apoyé la espalda contra el árbol y me dejé arrastrar por la gravedad hasta quedar sentada en el suelo cubierto de hojas y barro.Caí en la cuenta de lo que estaba a punto de ocurrir, del lugar donde me encontraba, del frío que hacía y del miedo con el que mi corazón me advertía del peligro inminente.Sin darme cuenta, las lágrimas de mis ojos se mezclaron con las gotas de lluvia que caían lisa y llanamente sobre todo el lugar.Sin embargo, fue el sollozo de alguien más el que terminó despertándome. Sentí su desconsuelo al instante. El sufrimiento por el que estaba atravesando era la
Toqué el timbre de la enfermería, con muy pocas esperanzas de que alguien lo escuchara.La muchacha parecía estar bien, solo mostraba un par de puntos al costado de su cuello sobre los cuales sobresalía un poco de su sangre. Su respiración era normal y sus signos vitales me indicaban que solo estaba profundamente dormida. Decidí irme y dejarla sentada al lado de la puerta. Si me llegaban a ver con ella así como estaba vestida, no haría más que levantar sospechas.Me fui de nuevo en dirección a la cabaña, ahora en busca de aquel amigo canino que merecía una sepultura adecuada.El lugar donde cavé el pozo fue cerca del sitio donde lo vi por primera vez. Atrás del galpón donde se guardaba el equipo para las clases deportivas y donde también encontré una pala que me ayudaría a cumplir con esa tarea angustiante.Mientras cavaba me di cuenta de que no era la única allí presente. Nos habíamos reunido dos seres para despedir a aquel can, el cual había entregado su vida por el bien de otra.—
Mientras la ropa se lavaba yo me duchaba. Había dejado al cachorro en la habitación y estaba apurada por ir a verlo. No me gustaba para nada la idea de dejarlo solo, pero no tenía muchas alternativas al respecto.Ya con mi pijama limpio y seco me fui del lavadero a la habitación.En el pasillo me crucé con Cassiel que con cara de dormido se despidió con una mano sin prestarme atención y con la otra cubrió su bocota liberando un bostezo realmente contagioso.—Pensar que ellos terminan su día cuando en verdad comienza. — pensé en mi foro interno mientras entraba a la pieza.El cachorrito estaba sentado en medio de la habitación, dirigiendo su atención a los rayos de sol que entraban por la ventana.Cuando sintió que entré a la habitación se volvió dando s
Como todos ya sabrán, cada uno tiene su propia interpretación de la vida. Todos acertamos y nos equivocamos con igualdad de significancia cuando se comparan unas ideas con otras, porque nadie tiene la verdad absoluta. Nadie puede juzgar los ideales y pensamientos de lo que una vida considera como divino. La vida misma es un misterio.Mientras me perdía entre mis pensamientos, la clase transcurría con normalidad. Después de haber aceptado el trato de Alejo había quedado más pensativa que nunca. Me intrigaba saber en dónde me estaba metiendo.Sin darme cuenta, había llamado la atención de más de uno de mis compañeros. No me preocupé mucho porque estaba acostumbrándome a ser observada como el ser más odiado por todos.Era curioso ver cómo algunas cosas nunca cambiaban.Recordé
Era un nuevo día en el Instituto y era uno muy especial porque… — ¡¡¡ES VIERNES!!! — celebraron al unísono Ada y Ely, compartiendo su alegría en durante el desayuno. Hernán apenas podía abrir los ojos y para no dejarlo solo lo acompañé con una infinidad de bostezos. — Son las seis de la mañana y ya están tan eufóricas. De seguro ya tienen planes para este fin de semana. — acotó Esteban avivando aún más el fuego interno de aquel dúo. — ¡Por supuesto que sí! — saltó emocionada Ada. — Con Ada pensábamos en hacer…— pero cuando Ely comenzó a contar sus planes, la sordera del bostezo y la fiaca que tenía encima no me dejaron escuchar ni una sola palabra. Por lo que cada vez que dirigía la mirada hacia mí, solamente asentía como si estuviera prestándole atención para hacerle saber que si bien no la estaba escuchando sí me alegraba de saber lo bien que se lo pasarían. Por mi parte, pasaría ése fin de semana descansando e investigando. Incluso pensaba que podría pedirle de antemano a Alej