Emma se había sentido inmensamente amada durante el tiempo que estuvo internada en el hospital; nunca en su vida le dedicaron atención y cuidados como lo hizo su esposo, en esos días cada momento libre lo pasaba junto a ella, a pesar de estar ocupado con sus negocios, siempre encontraba tiempo para ir a visitarla; solía llevar regalo además de películas y series las cuales veían juntos hasta quedarse dormidos uno al lado del otro.Su esposo nunca le reclamo por haberlo engañado fingiendo estar grave al momento del parto para probarlo y en efecto su respuesta fue la deseada por ella, aunque no lo esperaba; a pesar de ello pensaba que en algún momento le reclamaría por su actitud infantil, pero él parecía haberlo olvidado por completo, pues nunca lo mencionó.Las cosas marchaban de maravilla y esa mañana Emma se había colocado un bonito vestido blanco con escote, ilusión que su esposo le regaló para celebrar su salida del hospital. Ella se sentó en el borde de la cama ansiosa; esperando
Blackthorne no podía seguir lastimando a Emma; su bella esposa no merecía seguir sufriendo por su culpa, pero su esposo se encontraba en una encrucijada; si rechazaba a Stephanie su rencorosa exnovia podría sabotear su matrimonio nuevamente, por eso no tenía otra alternativa que ir odiaba estar en esa situación sentirse obligado a algo le enfurecía de sobremanera. Miró nuevamente a su esposa, quien jugaba con su bebé en brazos llena de amor y dedicación para con él, aunque deseaba ser sincero y no mentirle más sabia que eso era imposible; no había forma de que Blackthorne le dijera a Emma la verdad y aunque se había prometido no volver a fallarle nuevamente sabia lo delicado de ese asunto, contárselo seria como sabotear su propio matrimonio y eso no lo permitiría nunca. Blackthorne caminó hasta su esposa, quien le recibió con un beso ligero; esa mañana su cabello olía a vainilla y se vio reflejado en los ojos cautivadores de su compañera; quien le ofrecía un cariño sincero, nunca en
Inmediatamente después de que Blackthorne se fuera a encargarse de sus asuntos de negocios y dejara sola a Stephanie en la habitación de hospital con su bebé recién nacido, ella llamó al médico encargado de realizar la prueba de ADN exigida por su ex, quien parecía estar dudoso de la paternidad del infante y eso la enfurecía de sobremanera. Él debería estar rendido a sus pies no desesperado por deshacerse de ella a Stephanie no le importaban los resultados de la prueba de ADN en lo más mínimo; solo quería controlar a Blackthorne a como diera lugar.—Seré breve e iré al grano para hacer esto lo más rápido posible para ambos—Stephanie se dirigió al médico sin preámbulos. Era directa al actuar, sabía lo que quería y lo obtendría a como diera lugar.— Cuanto dinero quiere para emitir un informe en el cual se compruebe que mi hijo y el señor Christopher Blackthorne están relacionados biológicamente. Estoy dispuesta a pagar lo que sea para conseguirlo—soltó su propuesta de una vez.—Esto e
—Está bien—Blackthorne comenzó a decir sin ánimos y Stephanie le miró con fiereza.—Las cosas se harán como tú lo deseas; en cuanto salga mi divorcio me casaré contigo y reconoceré al bebé—él tuvo que aceptar todas sus demandas.Lo hizo para tranquilizar a Stephanie, evitando así que armara un escándalo en torno a su matrimonio con Emma, lo cual afectaría su posición como el jefe de la serpiente negra; nunca se permitiría perder su patrimonio familiar por una venganza sin sentido orquestada por una exnovia inconforme.Blackthorne no era un tonto, ni fácil de manipular como Stephanie pensaba; él sabía que la mejor forma de controlar a su exnovia era darle por su lado; haciendo creer que había ganado, él tendría la oportunidad de llevar a cabo su plan de apoderarse del control total y absoluto de la mafia en la que Stephanie tenía nexos importantes. Esperaría hasta que llegara ese momento y entonces simplemente rompería el contrato que lo unía a su exnovia; con todo ese poder de su lado
El joven contratado por Stephanie cumplió con su cometido; envió el sobre por servicio express y esa misma tarde un empleado de la oficina de correos llego hasta la mansión Blackthorne con un sobre para ser entregado en manos de la señora Emma de Blackthorne; o por lo menos eso fue lo que este dijo en cuanto el equipo de seguridad de Chris le preguntó. Una de las sirvientas le informó que se le solicitaba en la puerta para que recibiera al mensajero; ella pensó inocentemente que la carta se la había enviado su amiga Jenna y por eso se apresuró dejando su delantal a un lado, puesto que estaba preparando galletas de mantequilla para cuando su esposo llegara; le gustaba complacerlo con postres que ella cocinaba para él.Emma le dio un beso a Christian en la nariz antes de entregárselo a una de las muchachas del servicio, quien la ayudaba a cuidarlo ocasionalmente, ya que ella prefería estar encargándose de él siempre, pero en algunas ocasiones como esta necesitaba un poco de ayuda extra
Blackthorne respiró profundo antes de decidirse a dar el paso más difícil de toda su vida; nunca fue bueno para expresar sus sentimientos porque desde el desengaño vivido con Stephanie se cerró por completo e incluso se tornó agresivo con las mujeres a su servicio. Aún se mantenía con la mirada perdida en el papel que yacía entre sus manos, examinándolo con detenimiento; notando que aquella hoja cuyo contenido estaba borroso se debía a las lágrimas derramadas por su esposa; eran una prueba de todo el dolor causado por su exnovia. Tras un largo silencio de su parte en el que meditó cada palabra antes de decirla, asegurándose de actuar correctamente; mismo que a Emma le pareció interminable. Blackthorne subió la vista apartándose del papel encontrándose así con la mirada de su esposa, quien le miraba con esos ojos que tanto lo hechizaban.Sabía que la había lastimado demasiadas veces, por eso consideró hacer lo único honesto que podía; eso era contarle toda la verdad a Emma ella se lo
Stephanie estaba en el jardín, impaciente por el regreso de Blackthorne. Sabía que después de su jugada maestra al enviarle la prueba de ADN Emma se haría a un lado definitivamente, era bien sabido que la esposa de su ex era una sentimental sin remedio y no soportaría ser la culpable de dejar a un niño sin su padre; sin duda ese pequeño había sido una buena ficha en su juego; aunque no fuera hijo biológico de Blackthorne, si él lo reconocía ella se encargaría de que fuera el único heredero de toda su fortuna, aunque tuviera que deshacerse del hijo biológico de este.Las horas pasaron y la llegada de Blackthorne se retrasó; Stephanie se quedó dormida esperándole, pero este nunca llegó, cuando los primeros rayos del sol iluminaron la habitación ella se despertó, sintiéndose enfurecida y aunque trato de calmarse pensando que Blackthorne seguramente había pasado la noche en algún bar, ahogando sus decepciones amorosas con licor costoso y mujeres baratas en el fondo pensaba que no era así.
Blackthorne recibió una llamada de Jace mientras se dirigía a uno de sus casinos; la intención de su mejor amigo era informarle sobre el ataque inminente de fuerzas enemigas en la base de la serpiente negra; la cual estaba rodeada por fuerzas enemigas; según este por un número elevado de rivales armados hasta los dientes; superando a todos su grupo. Blackthorne golpeó el volante de su automóvil con furia; perdiendo por un instante el control del vehículo; ¿por qué todo tenía que salir mal ahora? A veces pensaba que la vida era demasiado injusta con él, siempre presentándole obstáculos para impedir su felicidad.—Si fallas tu familia; Emma y también tu hijo morirán horriblemente. No tendrán piedad con ninguno—su tono era lúgubre como una amenaza filosa—. Las fuerzas que nos asedian harán cualquier cosa por destruirte, ese te lo aseguro—; la solemnidad al hablarle hicieron comprender a Blackthorne que su amigo no le mentía.Las últimas palabras dichas por Jace lo dejaron helado de la i