Blackthorne respiró profundo antes de decidirse a dar el paso más difícil de toda su vida; nunca fue bueno para expresar sus sentimientos porque desde el desengaño vivido con Stephanie se cerró por completo e incluso se tornó agresivo con las mujeres a su servicio. Aún se mantenía con la mirada perdida en el papel que yacía entre sus manos, examinándolo con detenimiento; notando que aquella hoja cuyo contenido estaba borroso se debía a las lágrimas derramadas por su esposa; eran una prueba de todo el dolor causado por su exnovia. Tras un largo silencio de su parte en el que meditó cada palabra antes de decirla, asegurándose de actuar correctamente; mismo que a Emma le pareció interminable. Blackthorne subió la vista apartándose del papel encontrándose así con la mirada de su esposa, quien le miraba con esos ojos que tanto lo hechizaban.Sabía que la había lastimado demasiadas veces, por eso consideró hacer lo único honesto que podía; eso era contarle toda la verdad a Emma ella se lo
Stephanie estaba en el jardín, impaciente por el regreso de Blackthorne. Sabía que después de su jugada maestra al enviarle la prueba de ADN Emma se haría a un lado definitivamente, era bien sabido que la esposa de su ex era una sentimental sin remedio y no soportaría ser la culpable de dejar a un niño sin su padre; sin duda ese pequeño había sido una buena ficha en su juego; aunque no fuera hijo biológico de Blackthorne, si él lo reconocía ella se encargaría de que fuera el único heredero de toda su fortuna, aunque tuviera que deshacerse del hijo biológico de este.Las horas pasaron y la llegada de Blackthorne se retrasó; Stephanie se quedó dormida esperándole, pero este nunca llegó, cuando los primeros rayos del sol iluminaron la habitación ella se despertó, sintiéndose enfurecida y aunque trato de calmarse pensando que Blackthorne seguramente había pasado la noche en algún bar, ahogando sus decepciones amorosas con licor costoso y mujeres baratas en el fondo pensaba que no era así.
Blackthorne recibió una llamada de Jace mientras se dirigía a uno de sus casinos; la intención de su mejor amigo era informarle sobre el ataque inminente de fuerzas enemigas en la base de la serpiente negra; la cual estaba rodeada por fuerzas enemigas; según este por un número elevado de rivales armados hasta los dientes; superando a todos su grupo. Blackthorne golpeó el volante de su automóvil con furia; perdiendo por un instante el control del vehículo; ¿por qué todo tenía que salir mal ahora? A veces pensaba que la vida era demasiado injusta con él, siempre presentándole obstáculos para impedir su felicidad.—Si fallas tu familia; Emma y también tu hijo morirán horriblemente. No tendrán piedad con ninguno—su tono era lúgubre como una amenaza filosa—. Las fuerzas que nos asedian harán cualquier cosa por destruirte, ese te lo aseguro—; la solemnidad al hablarle hicieron comprender a Blackthorne que su amigo no le mentía.Las últimas palabras dichas por Jace lo dejaron helado de la i
En cuanto Emma se marchó, Blackthorne se preparó para la batalla; estaba totalmente comprometido con sus hermanos de armas; lucharían hombro con hombro para salvar sus vidas. Él junto con los miembros de la serpiente negra que aún mantenía en su casa como protección para su esposa e hijo se armaron antes de enfrentarse al bando enemigo que había irrumpido en sus instalaciones. Jace no contestaba sus llamadas y eso le daba mala espina; temía que todo estuviese perdido y solo llegaran para contemplar la destrucción de su grupo, quienes estaba seguro lucharían con el alma para defenderse del ataque enemigo.Cuando llegaron el silencio reinaba en las instalaciones, Blackthorne sintió que algo raro estaba pasando, sentía como si estuviera entrando a la boca del lobo; quiso dar la voz de orden su grupo para que se retirasen, pero fue demasiado tarde, lo siguiente lo dejaría helado; a unos metros de él estaba Jace, su mejor amigo de la infancia fumando un puro cubano con Stephanie sentada
Después de la conversación con Jenna, el corazón de Emma volvió a latir; luego del dolor sufrido por el abandono de su esposo ella se había sentido como objeto desechable y para tratar de sanar sus heridas viajó a Juneau, ese lugar idílico donde soñaba ir de niña y conocer el sol de medianoche; allí compró una casita para vivir con su hijo Christian, todo iba tranquilo, pensaba sanar sus heridas poco a poco; hasta el día en que encontró a su mejor amiga parada en el umbral de su puerta.Jenna le ayudó a comprender las razones de Blackthorne para alejarse de ella; ahora lo veía claro, todo lo hizo para protegerla de sus enemigos y lastimosamente él había sido secuestrado por un grupo criminal que planeaba destruirlo por una ambición desmedida; él no tuvo otra alternativa que romperle el corazón, pero aun así, Emma le seguía amando con una locura desbordante.Emma haría cualquier cosa para mantenerlo a salvo de cualquier peligro; en esa situación tan peligrosa en la cual se encontraba C
Chris se encontraba en uno de los fríos calabozos ubicados debajo de la sede principal de la serpiente negra; aquellos calabozos fueron creados por su familia años atrás para retener y torturar prisioneros, ahora le retenían a él, era una ironía total. Estaba realmente desesperado, sabía bien que toda su mafia no podría mantenerse unida después de su captura, era cuestión de tiempo para que se derrumbara todo aquello por lo cual su familia había luchado por varias generaciones. Las disputas entre sus socios solo los llevaría a un rápido descenso en picada, eso era lo que ocurría cuando el jefe faltaba; creando así un vacío de poder difícil de llenar por los subordinados del ausente. Chris se sentó en la cama de cemento destinada para el descanso de los prisioneros, se había resignado, solo era cuestión de tiempo para la inminente destrucción de su equipo; deseaba salir de allí, pero sabía que no le era posible, la impotencia amenazaba con destruirlo por completo quería gritar, pero
—Necesito hablar contigo—Jace acarició el rostro de Emma. Ella se apartó asqueada.Él la tomó rápidamente por las muñecas; Emma intentó gritar, pero le tapó la boca con una de sus manos, mientras la obligaba a caminar delante de él. Jace se detuvo obligándola a entrar en el jardín de té oculto tras los arbustos más altos del lugar, que hasta ese momento era desconoció por Emma; ese solía ser el lugar donde la madre de Chris se reunía con sus amigas.Cuando ella aún vivía el lugar estaba lleno de lilas y además tenía una hermosa fuente en forma de sirena, ubicada alrededor de unas banquetas de madera tallada pintada cuidadosamente de un color blanco. Para Chris era un lugar triste y por eso nunca llevo a su esposa allí.—Necesito que me escuches, por favor la indiferencia en tus ojos me está matando—dicho esto Jace la soltó y Emma se cruzó de brazos, aunque se mantenía a la defensiva por si el hombre decidía atacarla—Me traes aquí a la fuerza y luego pretendes que me mantenga tranqui
Saber a Emma sana y salva era lo único importante para Blackthorne, en esos momentos; no le importó recibir una bala si con ese acto desinteresado salvaba a la vida de su dulce amada. Él yacía en el piso; sus piernas eran incapaces de sostenerle quiso hablarle a su esposa, decirle lo bonita que lucia, besar sus labios suaves y perderse en su mirada cautivadora, pero ya era demasiado tarde; se sentía incapacitado, por eso solo se conformó con mirarla detenidamente deseando recordarla por siempre en su memoria.Emma, su sublime calor le llenó, su joven esposa decidió recostar la cabeza sobre su pecho, y así sintiendo su tibieza mezclada con el dulce aroma emanado por su delicada piel, se permitió irse desconectándose de todo a su alrededor; agradecido con la vida por la amorosa dama a su lado, pues gracias a ella logró conocer el verdadero amor. Ese que te curaba las heridas, incluso las profundas del alma.Jace se quedó pasmado por la impresión, ante sus ojos su mejor amigo, yacía iner