[FRANCO]
Hoy ha sido uno de esos días donde las risas, los tragos, la música, y este ambiente tan particular de los cruceros estuvieron más presentes que nunca. Ella hace que todo sea perfecto, incluso la llegada a nuestra suite —Me encantas— Me dice haciendo que giremos bajo el sonido de una música inexistente haciéndome reír.
—¿Qué haces?— Le pregunto divertido cuando empieza a levantarme la camiseta.
—Desnudarte— Contesta y me termina de quitármela para luego lanzarla a un lado.
Una vez que lo hace, soy yo quien ahora levanta su vestido de playa lentamente y se lo quito dejándola en traje de baño frente a mi —Entonces voy a hacer lo mismo— Murmuro y me acerco a su boca para besarla con todas estas ganas que me consumen y me agacho un poco para tomarla de los muslos y hacer que enrede sus piernas en mi cintura.
<[FRANCO] Al día siguiente: 19 de octubre El despertar del día de hoy tiene un sabor mucho más romántico que el de otros días. A mi lado de la cama está se encuentra esta hermosa mujer a la que la vida o el destino ha traído a mi. La miro y me enamoro más, me encanta como su cabello cae de manera desordenada sobre su espalda al descubierto, sus pestañas que parecieran ser las guardianas de esos ojos tan hermosos que cada vez que me miran me hace suspirar, y ni hablar de esos labios que se han convertido en mi adicción. Sin poder contener mis ganas por darle los buenos días, me acerco a ella y beso sus brazos, su espalda, y su cuello —Buenos días preciosa— La saludo y poco a poco ella va moviéndose y sonríe. —Uhmmm buenos días— Murmura y finalmente abre sus ojos para mirarme. —Eres una dormilona— Bromeo cuando ella se va acomodando y de pronto queda de lado dejándome ver su cuerpo semidesnudo ya que lo único que trae puesto es su diminuta braga. —Y tú madrugas demasiado, incluso en
[FRANCO]Me levanto de la cama en medio de mi confusión, y me coloco mi bóxer para después salir al balcón. La veo allí parada con sus manos aferradas al barandal y trato de no distraerme ante la manera que la brisa mueve la camiseta que lleva puesta —¿Dije algo malo?— Pregunto acercándome a ella.Brisa no se gira a verme, solo niega con la cabeza —No fue lo que dijiste, bueno sí, pero no tú… es decir, es algo que me pasa a mi— Trata de explicarse.Acorto toda la distancia entre los dos y me paro detrás suyo apoyando mis manos al lado de las suyas en el barandal —¿Qué es lo que pasa? Te hable de hijos y saliste huyendo, sé que tal vez me estoy apresurando, pero no digo que tenga que ser ya… ¿me explico?— Hablo con dudas.La escucho respirar profundo y luego se las ingenia para girarse entre mis brazos y mirarme a los ojos. Su mirada esta triste y de verdad me preocupa —Franco, no fui del todo sincera contigo y espero que me sepas perdonar cuando te cuente esto— Me dice.Empiezo a preo
[FRANCO]Salir de la habitación con ella es uno de los mayores retos a los que me he enfrentado en esta vida, pero aquí estamos con ella luciendo divina en su vestido de lino corto color blanco y con un escote de los que yo llamaría asesinos, caminando por los pasillos del crucero para encontrarnos con mis amigos —Soy la envidia de todos— Le digo al darme cuenta como varios de los pasajeros del sexo masculino la observan detenidamente.Ella me mira, sonríe y se muerde los labios para después soltarlos de una manera provocativa —Tú tampoco te ves nada mal, me gusta mucho ese vestuario estilo náutico, y ni hablar de ese pantalón beige— Menciona y por poco me sonrojo.—No me hagas querer secuestrarte— Le pido y reímos cómplices.—Mejor seguimos después, tengo gente que nos espera— Sugiere y sonrió.—Mejor…— Murmuro y de repente nuestra conversación se ve interrumpida cuando escucho que Martin grita mi nombre. Miro hacia el frente y ahí están mis cinco amigos esperándonos.—¡Para hoy!— Ex
[FRANCO]Los chupitos de agua ardiente corren tal y como si fueran de agua normal y mis pasos de baile parecieran ir cada vez más de prisa, pero ya ni siquiera sé si estoy bailando bien o mal. Brissa por su parte tiene mucha más gracia que yo a pesar de que el alcohol corre por sus venas como a mí —Eres muy guapo— Susurra mientras que acaricia mi rostro y luego apretuja mis mejillas como lo hacen las madres con sus hijos —Me gusta tu boca… es tan sexy— Continúa haciéndome reír.— Señorita Salazar, ¿esta ebria?— Le pregunto acercándome a sus labios y sonríe.—Yo creo que sí señor San Marín— Responde y se pone en punta de pies para quedar a mi altura y rosa la punta de mi nariz con la yema de sus dedos —El guaro estaba fuerte…— Comenta divertida y me rio.—Eso parece— Susurro y la rodeo con mis brazos para pegarla a mi cuerpo —¿Qué te parece si nos vamos de aquí?— Le propongo al oído.—Se nos ira el crucero— Responde.De inmediato rio para así besar su cuello —No se va hasta mañana al m
[FRANCO]Al día siguiente: 20 de octubreEl sonido de un portazo me abrir los ojos completamente desorientado, y al mirar a mi lado, Brisa no está en la cama. Me siento, y al ver que la luz del baño esta encendida a través de la parte inferior de la puerta, me quedo más tranquilo, pero esto cambia cuando escucho que está volviendo el estómago. Un poco preocupado me levanto de la cama y camino hacia allí —Brisa, ¿estas bien?— Pregunto mientras que golpeo, pero solo la sigo escuchando hasta que de pronto corre el agua.—Ya voy— Responde finalmente y me quedo aquí parado hasta que ella abre. Se ve pálida —No dejes que tome agua ardiente nunca más por favor— Me pide y sonrió.—La resaca es tremenda ¿no?— Le pregunto abriendo mis brazos para que ella se acomode entre ellos.—Horrible… me duele el estómago, tengo nauseas, es que de verdad no me gusta sentirme así— Continua y sonrió mientras que beso su cabello.—Lo sé, pero ven te pediré algo para que te sientas mejor ¿sí?— Le dejo saber y
[BRISA]Hacer el amor con él tiene un significado completamente diferente. No es simplemente placer, es sentir que me entrega su vida en cada beso, sus sueños en cada caricia, y su amor entero en cada movimiento que hace dentro de mí. Sus ojos se clavan en los míos cuando vamos llegando a la cima del placer y sonreímos cómplices al saber lo que significa estar haciendo esto aquí en esta suite que para él era sagrada. Me dejo llevar por esta corriente eléctrica que lo consume todo y su beso calla mis gemidos y los suyos. La falta de aire nos obliga a separar nuestro labios y allí esta esa mirada llena de fuego en mí.—No puedo más con todo esto, es demasiado fuerte… ¿Qué es lo que me haces que me llevas contra las cuerdas?— Pregunta mientras intenta recuperar la respiración y pasa la yema de sus dedos por mi rostro delicadamente —Eres espectacularmente hermosa— Susurra y me muerdo los labios.—Si me sigues hablando así, te juro que no voy a querer salir de aquí y vamos a perder el hora
[FRANCO]Su mirada y la mía no se apartan mientras que mi cuerpo se rinde una vez más en ella. Las respiraciones agitadas y nuestras manos que rozan la piel sensible del otro hacen del momento aun más sublime haciéndonos sonreír mutuamente —¿De verdad te casarías conmigo?— Le pregunto en un susurro.Ella asiente —Cometamos locuras juntos— Responde y la vuelvo a besar.Sonrió sobre sus labios —Cometamos todas las locuras que queramos…— Afirmo y de pronto siento la yema de sus dedos en el centro de mi espalda haciendo que enloquezca.—Nunca pensé que llegaría un hombre como tú a mi vida y me hiciera sentir tan segura de cada decisión que tomo— Menciona y asiento.—Te entiendo, yo me siento igual contigo… y si me preguntas, quisiera que nos casáramos pronto, o mejor dicho ya…— Le confieso y ríe.—¿De qué hablas?— Indaga.Clavo mi mirada en la suya color oscura y sonrió —Cásate conmigo en la capilla del crucero— Le propongo sin rodeos y nunca vi a alguien mirarme de la manera que lo hace
[BRISA](Esa misma noche)Se supone que las mujeres soñamos toda nuestra vida con nuestra boda, con ese vestido blanco de princesas que usaremos ese día y con todos los detalles de la fiesta. Sinceramente, yo solo soñaba con encontrar un amor de esos de verdad y no con lo que vendría después, y en eso apareció Franco que hace que todo sea increíblemente especial. Él aprieta mi mano un poco más fuerte mientras que caminamos hacia el restaurante del crucero, y me mira con una sonrisa tatuada en su rostro —¿Estas preparada para hablar con nuestros únicos testigos?— Me pregunta divertido y asiento.—¿Crees que lo entiendan? ¿O crees que nos trataran como dos locos?— Pregunto y sonríe.—Seremos dos locos, tanto para ellos como para el mundo entero. Imagínate, vengo a una despedida de soltero, y en cuestión de días me caso— Expone y cuando lo dice así, suena más loco todavía.—Ahora si estoy nerviosa— Murmuro y nos quedamos en silencio cuando vamos entrando al restaurante y no muy lejos de