Recostada de la pared seguí observando por la ventana, los recuerdos del súper beso con Sergio hacían que mi cuerpo vibrara, pero, repentinamente el remordimiento aparece ¡Otra vez, ¿Por qué me siento así?! No es solo eso, es un vacío, una tristeza que viene desde lo más profundo de mi corazón, como si estuviera cometiendo una traición. Esa sensación no me permite disfrutar completamente la maravillosa noche que pase con mi guapo.

—Vaya, vaya, ¿Cómo que te fue mejor de lo que pensé?... ¡Te dejaron en la luna! —    Mi mami me dio un tremendo susto, voltee agarrando mi pecho.

—¡Mamii! ¿Qué haces despierta todavía?  Me asustaste—   ella me queda viendo, y se sienta en el mueble.

— Te dije que esperaría para que echaras ese cuento—   me hace se&ntild