XX

  Las puertas del elevador se abren en el piso de nuestras oficinas, los misteriosos y serios señores de traje salen primero, nosotras vamos detrás de ellos hasta que llegan a la recepción, ahí seguimos hasta nuestra oficina, a la distancia escuchamos que mencionan el apellido “Gutiérrez” Luz y yo de inmediato volteamos a vernos, tratando de disimular Lu se queda en su escritorio que está al lado de la puerta de mi cubículo. 

Yo la miro extrañada, ella guiñe un ojo al tiempo que dice en voz un poco alta, que en unos momentos me llevara los papeles que le solicite, entonces entendí que la muy muérgana quería quedarse a averiguar el chisme. Pongo los ojos en blanco y sigo mi camino.

Me siento frente al ordenador a revisar el correo y la lista de pendientes, me concentro por unos minutos en la actividad hasta que de golpe r