[FRANCO]Tengo miedo de haberme adelantado, de que ella me diga que aún no está lista para que volvamos a vivir juntos, pero tampoco puedo evitar sentir esta gran necesidad de estar juntos para siempre. El silencio es tan ensordecedor que me causa ansiedad.—Dime algo por favor —le pido en un susurro.Esos preciosos ojazos se clavan en mí y si bien nuestros hijos juegan con sus juguetes, yo no puedo más que esperar una respuesta de parte.—Digo que creo que es una buena idea —menciona finalmente y siento como vuelvo a respirar con normalidad.Supongo que mi reacción le parece graciosa, sobre todo cuando suspiro exageradamente.—Que buena noticia —expreso divertido y me rio de mí mismo.—¿Tenias miedo de que te dijera que no? —me pregunta tratando de no reírse también.—La verdad que sí, creí que me dirías que no y que me dirías que era muy pronto para retomar esa parte de nuestra historia —admito y puedo sentir la culpa en mis palabras, algo que supongo que nunca me abandonara por tod
[FRANCO]Al día siguiente: 14 de agostoMe cuesta creer que estoy amaneciendo nuevamente a su lado. No es cómodo estar en casa de su hermano, pero tampoco negare que abrir mis ojos y verla a ella, y a nuestros hijos en sus respectivas cunas a pocos pasos de nosotros es impagable. Había dado todo esto por perdido, pero la vida tuvo piedad conmigo y por consecuencia podre verlos crecer y convertirse en personas de bien.—Extrañaba tu calor en la cama —la escucho decir de repente, y antes de poder voltear a verla, ella me abraza y acomoda su cabeza sobre mi pecho.—Y yo extrañaba el aroma de tu cabello, siempre huele riquísimo —murmuro y beso su frente.Oigo como ella suspira y sonríe captando mi atención.—En menos de diez minutos se despertarán para comer —dice y ahora entiendo porque esa sonrisa.—¿Son puntuales? —cuestiono divertido.—Un poco, así que si quieres ve a ducharte y cambiarte para desayunar mientras yo me encargo de este par de angelitos —sugiere y de inmediato niego.—No
[BRISA]Hace tiempo atrás, creía que yo sería la amiga soltera del grupo, que solo vería a mis amigas casándose y teniendo hijos mientras yo solo continuaba con mi vida. Hoy pienso en lo que me llevo a irme sola de vacaciones aquel día y comprendo que no fue hasta que me quise liberar de la carga social que encontré al hombre de mis sueños.No sé cómo hubiese seguido si no lo hubiese conocido y tan solo hubiera regresado a Miami de la misma forma en que me fui. Pienso que seguiría siendo como siempre, pero la respuesta seguirá siendo desconocida para mí ya que hoy tengo una realidad muy distinta.Pase por todas las etapas del amor con Franco, pero esta pienso que es de las más hermosas. Ambos nos deshicimos del bagaje que llevamos a cuesta y ahora solo estamos nosotros y nuestros hijos en este plan de querer volver a ser felices.Nos veo viendo casas juntos y me doy cuenta de que no habíamos vivido esta etapa antes. Él carga a Atenea, mientras que yo a Dylan cuando el agente de bienes
[FRANCO]Dos días después: 16 de agostoLos trámites para comprar la casa marchan de maravilla, y la ilusión que sentimos con Brisa es demasiada, y supongo que no es para menos. La verdad es que los dos nos echábamos mucho de menos, y a pesar de las cosas que nos separaron, hoy puedo decir que estamos más unidos que nunca.No sé si un día las cosas se solucionaran entre nuestras familias, pero lo que, si puedo decir, es que quiero que las cosas entre ella y yo vuelvan a ser como antes. Vine a Italia a recuperar a mi familia, y a pesar de que ya estamos juntos nuevamente, siento que falta algo. Tenía miedo de ir demasiado rápido y que ella se alejara de mí, pero después del comentario que hizo mientras recorríamos la casa, entendí que estamos listos para volver a ser lo que fuimos.—¿Le gusto alguno de estos anillos? —me pregunta el joyero y vuelvo a mirar los que separamos.—Creo que iré con este —señalo, y a pesar de que mi presupuesto ya no es el de antes, sé que ella apreciara el d
[BRISA]Observo el anillo en mi mano y no puedo creerlo. Es decir, no creí que fuera a pedírmelo así. Sinceramente pensaba que el día que me volviera a pedir matrimonio sería menos romántica, quizás en medio de una conversación, o tal y como en muchas escenas de películas, lo haría después de haber hecho el amor.—¿Te encuentras bien? —me pregunta al darse cuenta de que no digo nada.Asiento y lo miro a la cara mientras esbozo una sonrisa.—Estoy bien, es solo que me has sorprendido para bien —le cuento y ahora es él quien dibuja una media sonrisa.—Esa era la idea —me dice orgulloso y me abraza fuerte contra su cuerpo para luego besar mi frente con dulzura—. Me hubiese encantado que todo fuese diferente en cuanto a nuestras familias, pero hay cosas que están fuera de nuestro control y lo sabes —comenta y ahora soy yo quien acaricia su rostro con dulzura.—Amor, sé que tal vez las cosas no son como nosotros lo soñábamos, pero creo que ha llegado la hora de asumir que la palabra famili
Medianoche 25 de diciembreMarsella, Francia—Feliz navidad señora San Martín— Le digo al oído cuando la abrazo desde atrás y apoyo mis manos en ese vientre que cada día me ilusiona más.Ella gira su rostro un poco para verme y tomo ventaja para besarla —Feliz navidad, la primera de muchos juntos— Responde sonriente mientras que, a través del ventanal de nuestra casa con vistas al mar, vemos el despliegue de fuegos artificiales que celebran que ya ha llegado este día tan especial.—¿Eres feliz? ¿o sigues triste porque estamos aquí solos?— Le pregunto un poco preocupado.Mi esposa se gira entre mis brazos para quedar de frente a mí y acaricia mi rostro —Contigo soy feliz donde sea— Habla y ahora es ella quien me besa con esa delicadeza disfrazada de pasión que a veces resulta engañosa en el buen sentido.—Yo también soy feliz contigo, y si me permites, quisiera entregarte los regalos tuyos y los del bebé— Comento y puedo notar la preocupación en su rostro.—Lindo, ya te dije que no sé
[BRISA]Tenía muchísimo miedo de decirle a Franco que estamos esperando mellizos, pero como siempre, él me sorprende con su actitud. No ha dejado de hablar de lo hermoso que será criar a dos bebés juntos y a pesar de que traté de seguirle la conversación e imaginarme lo que será nuestra vida de a cuatro, también el miedo me invade. Antes tenía miedo por mi bebé, por perderlo y porque recuperarnos de ese golpe fuera lo más difícil de todo, pero ahora mi miedo es doble. No quiero ser negativa, pero está claro que hay muchas posibilidades, entre ellas, que pueda perderlo a los dos, o a uno… tan solo espero que se mantenga todo en ese temor y que nada malo suceda.—¿Te sientes bien?— Me pregunta mi esposo mientras que nuestras respiraciones se van calmando en esta cama donde nos acabamos de amar como si fuera la primera vez.—No me tienes que preguntar si estoy bien a cada momento, hemos hablado con el doctor y dijo que estaba bien tener sexo—Le digo y sonríe mientras que besa mi hombro.
[FRANCO][Horas más tarde]Después de la muerte de Tamara, aprendí muchas cosas acerca de la vida, y la más importante de todas es que debo disfrutar de cada momento de felicidad como si pudiese ser el último. Es exactamente eso lo que hago cada día con Brisa, disfruto de cada instante, incluso caminar hoy de su mano por la playa ha sido un disfrute total. Sé perfectamente que los dos tenemos miedo, y ahora claro… se han multiplicado por dos, pero no quiero que esos miedos nos hagan dejar de vivir las cosas hermosas que hay en el mundo.—Ya estoy lista— Escucho su voz mientras que cocino para la cena con mi hermano.Me doy vuelta para verla, y me muero de amor al ver que ese precioso vestido ajustado a su cuerpo que lleva puesto hace resaltar ese pequeño abdomen que cada día que pasa se hace notar más —Te ves hermosa, y ni hablar de este pequeño bulto— Comento cuando esta frente a mí y llevo mi mano sobre su abdomen —¿Tratando de lucir el embarazo?— Pregunto y se mira a ella misma.—¿