Estoy tirada en la cama de Pilar, quien se encuentra trabajando en un artículo sobre la boda de un empresario importante del rubro maderero. Es su tercer matrimonio y está vez lo ha hecho con una chica menor.
-Al parecer está de moda eso de buscar mujeres menores – dice ensimismada, mientras teclea en la máquina de escribir -. Ojalá a mí me tocara al menos un hombre mayor para que no juegue con mis sentimientos.-No exageres, no es la gran maravilla – tres semanas desde que se fue y ni una noticia -.-Lo dices porque ya lo experimentarse y porque estás molesta. ¿No has pensado en ir a ver a Massimo?-¿Cómo crees? Que vergüenza ir como colegiala – inician las náuseas que no me han dejado tranquila ni una sola vez -. Ya cumplió con entregar la carta de Piero, creo que eso es todo.Respiro profundo, porque son intensas, pero igual que siempre… no siNadie puede siquiera imaginarse lo difícil que puede llegar a ser ocultar un embarazo, sobre todo cuando los síntomas comunes del primer trimestre no te dejan ni a sol ni a sombra.Luego de una semana de enterarme que la noche con Piero tiene consecuencias para toda la vida, los vómitos y náuseas se acentuaron más todavía. Ser madre me ilusiona muchísimo, aun cuando lo más probable es que sea sin el apoyo del padre, pero parte de eso que me resulta maravilloso, es también un calvario.-No podemos conocer la verdadero felicidad si no pasamos primero por lo más triste de nuestras vidas – me dice mi padre, con una taza de leche tibia, lo que casualmente aguanta mi estómago -. Ya verás que después de todo lo que significa esperar un hijo, tendrás una bella recompensa entre tus brazos y lo verás crecer.-Gracias, papi – bebo un poco y me recuesto en la
Luego de un día terrible en la oficina, firmando acuerdos, formularios de compensación y revisando los detalles para la compra de un nuevo almacén, en donde mis trabajadores estarán más seguros, además de vigilar las reparaciones necesarias para el funcionamiento del actual, llego a mi departamento cansado más emocionalmente que en lo físico.Cada día me siento más decepcionado, llamo a Massimo dos veces al día, para ver si me tiene noticias, pero nada. Pensaba irme hoy, pero me quedan dos semanas más al menos y siento que me muero. La necesito a mi lado cuanto antes, pero es como si ella misma me estuviese evitando.Me dejo caer en la cama, me aflojo un poco la corbata sin dejar de mirar el techo, me quito los zapatos mientras estiro mi brazo sobre la cama, imaginando lo que sería para mí tenerla aquí, a mi lado, llenando ese espacio que siempre ha permanecido vacío. Nunca he traído una mujer a mi cama, siempre nos encuentros son en sus propias camas o en hoteles.
Mi padre seca mis lágrimas, no me pregunta por su nombre o de dónde es, solo le basta mi sufrimiento para ponerse serio y saber que no cuento con el padre de mi hijo.Tal vez sí se haría cargo, pero no dejaré que mi hijo crezca con el ejemplo de un padre promiscuo, que no dudó en ir a meterse con una modelo luego de jurarme amor verdadero.-¿Ya estás mejor, hija?-Sí, papi.-Entonces, no se hará cargo.-Está inubicable, es como si la tierra se lo hubiese tragado.-Sé que no tengo derecho a preguntarte esto, pero ¿siquiera lo conocías a ese hombre antes de… ya sabes?-Tienes derecho a preguntarme lo que quieras, papito. Pero no creo que yo tenga cara para responderte – me lanzo a llorar otra vez, como si una represa se hubiese roto en mi cara -.-Entiendo, pero no llores más mi niña, no te dejaré so
Nunca imaginé tener tanta oposición para poder llegar a Chile, el jet tuvo un desperfecto, no encontramos vuelos comerciales hasta dentro de tres días y en ese lapso, Giancarlo enfermó de apendicitis, por supuesto no podía dejar a Javiera a cargo de la empresa en esta situación.Dos semanas más fueron necesarias para poder viajar a buscar a mi chica, la que ya me tenía preocupado, porque Massimo ya sabía nada de ella.Pero terminaría mi sufrimiento, hoy iríamos a la fiesta que los Manterola ofrecerían en su casa. Si era necesario, estaba dispuesto a secuestrarla para que me escuchara, me arrodillaría ante ella y le diría cuánto la amo.Llevo apenas tres horas en Chile, solo alcancé a ducharme y cambiarme de ropa, ahora vamos con Massimo y mis sobrinos a la velada.-Deja de mover la pierna, me distraes – Massimo me reprende por tercera vez
Luego de tres noches en un hotel, al fin puedo dormir en una casa, ubicada en una zona residencial muy discreta y alejada de la fuera mi casa por veinte años.Está vacía, no tiene ni un mueble dentro, el alquiler es una ganga y eso me viene bien. Lo demás lo conseguiré con el tiempo.Subo a ver las habitaciones otra vez, cuando esta mañana el casero me mostró la vivienda tenía una mezcla de sentimientos, aumentados por las hormonas del embarazo. El miedo, la tristeza, el enojo, el odio… pero este último debo sacarlo de mi sistema, porque no quiero que mi hijo se críe de esa manera.Me decido a dormir en el suelo, algunas de las pocas ropas que tengo me pueden ayudar a no pasar tan mala noche, será como cuando íbamos a acampar. Bajo por mi bolso, para buscar qué me puede servir, cuando llaman a la puerta.Con algo de recelo, voy a abrir, porque no conozco a na
Estoy en mi nuevo hogar, disfrutando de una tarde con mi prima, mi mejor amiga, mi hermana. En cuanto le dije a Pilar lo que había sucedido, se apareció aquí para saber cómo estaba viviendo. Le pareció un lugar pequeño, pero acogedor. Quedamos en que vendría cada dos semanas, pero no le diría nada a mi padre ni mucho menos buscaría encontrarse con ellos para que le sonsacaran. Acaricio mi vientre, mientras mi bebé da pequeñas pataditas. Pilar se acerca para sentirlas y se emociona. -Es increíble como pasa el tiempo, en tres meses conoceremos a esa beba hermosa. -Ya te dije, será niño. Se llamará Alex Lorenzo. -¿Le pondrás el nombre de tu padre y tu hermano? -Por supuesto, ¿por qué no? -Porque tu padre te dejó ir muy fácil. Si te amara tanto… - No sigas, por favor. No lo iba a obligar a elegir entre una u otra. Mucho menos iba a cargar con la muerte de esa señora – sonrío con los movimientos de mi Alex -. No iba a sacrif
Me levanto cansado, los últimos ocho meses no he conseguido dormir más que dos o tres horas seguidas. La búsqueda que se suponía sería fácil, no ha dado frutos.Jazmín está perdida en alguna parte del planeta.Sentado en la orilla de la cama, pensando si levantarme o no. Porque la rutina antes de ella era eso, mera rutina sin sentido, superflua e impertérrita.Veo la invitación a un evento, al que no quiero asistir porque no deseo mezclarme con personas que no comprenderán mi dolor.No.Es mejor quedarme aquí, otro día más sin ella.Pero una cosa es lo que yo quiero, y otra muy distinta es lo que quiere el mundo. Llaman a la puerta, me cubro el torso con un polo y voy a ver quién perturba mi autocompasión.-Menos mal que vine a verte – veo a Javiera metida en su traje de ejecutiva, entra sin que le diga nada-. Necesito
Me encuentro en la sala, acompañada de Pilar, celebrando el que al fin el dueño de la casa la vendiera. Con el dinero sobrante pude comprar algunas cosas para la casa que hacían falta, con el resto puedo mantenerme un par de años, hasta que mi bebé pueda ir a una guardería y yo salir a trabajar.-Esto es fantástico. Te sienta bien la independencia, mejor que a mí.-Pero no me durará mucho, faltan días para que llegue esta criatura y me traiga de cabeza.-Por eso mismo, tengo un pequeño bolso en el auto, me vengo contigo unos días. Pedí vacaciones en el diario, me deben dos, así que no pusieron objeciones.-Pero, Pili, ¿estás segura? Aquí es muy diferente. Tú misma debes ir a comprar tus cosas, lavar tu ropa y preparar tus alimentos.-Ay, cariño, lo sé. Y estoy dispuesta a todo eso, no quiero perderme el nacimie