Thiago camina desesperado hasta el baño, lo primero que nota es ese hombre que desconoce en el espejo, su rostro ya no es para nada similar a antes; por el contrario, cada vez más se va detestando.Las manos de Thiago intentan quitar la neblina que está en sus ojos, pero de nada le sirve, no obstante, mucho más percibe que su mundo se convierte en uno más oscuro.—¿En qué clase de persona me he transformado? ¿Qué más tengo que hacer para alcanzar las metas? Hasta alcanzó a extrañar el hombre seco que era antes, pero precisamente todo se acabó cuando vi la oportunidad de tener a Renata. —Thiago se queda en silencio, contemplando los gritos que Renata emite.Thiago da unas zancadas largas perdidamente, jamás había sentido que su mente estuviera tan desubicada, todo su problema interno se va agrandando mucho más.—¡Eres un desgraciado! Jamás te voy a perdonar todo lo que me haces, lamentablemente tengo ese maldito anillo en mi dedo; sin embargo, solo busco mandar todo para el carajo y po
Renata queda pasmada, el mismo desespero la hace derramar lágrimas, todo trata de hacerlo omitiendo el sonido que sale de sus labios. Mientras tanto, Thiago escupe las pastillas que su garganta nuevamente intentan rechazar, al querer tomarse otras para continuar con su desespero. Él se coloca de pie justamente para encender la luz, sin embargo, escucha con una claridad a Renata, tanto así que en menos de un minuto ya está allá. —¿Cómo la has pasado durante estas horas? ¿Renata estás bien? Sabes que mi paciencia no es suficiente para estos juegos. —Thiago de inmediato agarra sus llaves y entra. Renata está recostada sobre la cama, fingiendo estar dormida todo para evitar a Thiago. —Sé que estás despierta te conozco muy bien por eso eres mi esposa, mi error no fue tan grande simplemente termine siendo impulsivo, algo por lo vas a terminar odiándome. —Thiago se sienta en la cama, él roza la espalda de Renata con ganas de despojarle de todo lo que cubre completamente su belleza. Re
Renata sale de la recámara al escuchar unos fuertes pasos, cuando de repente nota que está asomada su prima Samara. —¿Puedo saber cómo entraste aquí? Ya que en realidad deberías mantener tu respeto. —Renata abre sus ojos como un par de platos, que tal parecen estar a punto de explotar.—Estoy presenciando una escena de celos hecha por ti, yo sabía que tardarías muy poco en amar a un hombre como Thiago. —Samara todo lo dice en modo de burla.Samara disfruta al notar a su prima desanimada, ese es un gran paso para robarle el amor de Thiago. —No seas tonta, jamás voy a sentir algo por Thiago, de lo que sí estoy segura es que esta casa también me pertenece, la prueba de eso es esto Samara. —Renata levanta su mano y le muestra el anillo, ella comprende a la perfección que es la única mujer apta para manipular a Thiago.—Yo no vengo para ocupar tu puesto, eso sería caer muy bajo, alguien como yo si busca tener al lado a la persona que ama, en realidad para mí no sería Thiago. Entiende que
Renata escucha la puerta y se va corriendo a abrirla, algo la impulsa a mejorar las cosas con Thiago. Ella está con su mirada hacia el suelo, cuando termina por subirla nota que el hombre que la busca es Gael, el cual no desaparece por nada su agradable sonrisa.—Sé que no avise que vendría, pero precisamente fue para no dejar que mi hermano se aproveche de ti, estoy bastante agotado de las injusticias. —Gael estira su cabeza, observando que Thiago no está.—Supongo que llegaste bastante tarde. —Renata demuestra molestia, ella levanta su mano y la traviesa para no dejar entrar a Gael.—¿Puedo saber qué te sucede? ¿Dónde dejaste a la mujer dulce? ¿No me digas que te estás enamorando de tu verdugo? Evidentemente nada tiene límites para Thiago, mira nada más ya te envolvió como una tonta —Gael ya está exaltado, sus palabras lo dejan ver.—¿No puedo creer lo que estás insinuando? Sabes que Gael, es mi vida privada, probablemente nada tiene de malo sentir cosas por el esposo. —Ella está si
Aquella mujer de curvas despampanantes y mirada despejada se coloca de pie, ella está desconcentrada y con ganas de salir ya mismo corriendo.Thiago levanta sus manos heladas todo con ganas de ser rozadas por las de ella, lo que no tarda ni un solo segundo en suceder.—No me digas que huyes luego de que te conviertes en una especial desconocida, porque eso me parece el colmo —Thiago dice eso mientras se ríe.Por un momento está intentando darles más prioridad a otras personas que a la misma Renata, que es todo para él.—Es la primera vez que me explican que estoy siendo indispensable, pues para escuchar las penas del corazón de los demás, pero debo continuar con mi vida ya que el pesimismo ya se terminó —ella habla con suavidad, termina por inclinar su cuerpo hacia atrás, sin embargo, la fuerza de Thiago la regresa.—Por lo menos me podrías decir ¿cuál es tu nombre? Para que de esa manera si llegas aparecer en mis sueños, no te sientas tan extraña. —La mirada de Thiago es extremadamen
Thiago está en silencio, pues, aunque las palabras no hacen falta siente que las alcanza a necesitar. —Pues por lo menos que tu boca te sirva para amarme, pues este será nuestro desquite solo que continuaremos como los estúpidos de las relaciones —aquella mujer se está quejando, pero le demuestra que no piensa cambiar su vida.—¿Acaso tú seguirás por el mismo camino? —Thiago le pregunta, presintiendo que está en la misma posición de ella, probablemente siendo más idiota.—Pareces pendejo por eso te cogen de juego, nosotros no podemos dejar lo que nos trae debilidad. Tristemente así nos pateen en el trasero una y otra vez caeremos otra vez —ella se expresa con dolor, sin dejar a un lado las ganas de empoderarse.—Siendo así estamos haciendo mal, mejor ya mismo sello la boca, me hace mucho no me ve desnudo una mujer esto parece ser una frase de ustedes, no obstante, yo también lo vivo al no permitir que el amor entré por otra persona que no sea mi Renata —Thiago culmina por el nombre d
Thiago solo piensa en que acaba de ser un insensato, ahora solo quiere llegar y por lo menos observar el rostro tan malhumorado de Renata. Las calles terminan por ser las más eternas hasta que luego de unas cuantas horas llega; lo primero que mira cuando entra es a su esposa de espalda, con un vestido de satín que le deja ver la mitad del trasero. —Hola —dice Thiago, Renata emite un brinco y se queda mirándolo a los ojos. —No esperaba que llegaras tan temprano, total en ningún momento estoy solicitando explicaciones —Renata habla, pero de inmediato da la vuelta todo para que él olvide cada una de sus palabras. —Sabes que ya te escuchas como una esposa, pero mejor hago silencio desde ya mismo antes de que te molestes. —Thiago respira, tiene una especie de culpa en su corazón que no lo deja tranquilo, él solo está intentando memorizar el no poder desear una mujer que no sea su esposa. —Es lo que soy, de hecho, involuntariamente, aunque no existan sentimientos, término por serlo esto
Thiago humedece su cuerpo, cada gota de agua que le cae sobre su piel, percibe que es las caricias de las manos suaves de Renata, él cubre sus ojos intentando que ella no se le borre de su mente.Mientras tanto, Renata está sentada sobre la cama moviendo sus piernas bastante inquieta, algo en su mente le dice que debe salir para no caer en tanta tentación. «No puedo hacer nada más, sería arrepentirme, aunque podría sacar una excusa para no estar tan a la vista, maldita sea que me está sucediendo con Thiago» Piensa Renata, mientras escucha unos gritos que está emitiendo Thiago.—¡Puta vida! Porque todo esto me sucede a mi, ¡Renata! Te dejaré completamente libre para que estés con él, si soy el más miserable de todos. —Thiago seca su llanto antes de salir, cubre su cintura y sale del baño con la frente en alto.—¿Tienes algo por decirme? —Renata hace esa pregunta.—No, creí que tenías cosas más importantes que perder el tiempo conmigo. —Los pectorales de Thiago sueltan gotas de agua, d