Hanako. Con la salida del sol lo asemos nosotros también de la posada, al camino es largo y no me puedo quedar mucho tiempo despierte ya que la noche anterior no pudo conciliar el sueño por estar pensando tanto en lo que pasó con el general. Abro los ojos cuando siento que el carruaje se detiene un poco y me percató de que estoy recargada en el hombro del general como si fuéramos una pareja de ase tiempo, me enderezó con rapidez y mucha pena para después hacer una reverencia en forma de disculpa por mi forma de actuar. -lo siento mucho general Takashi. -no te disculpes yo me senté deliberadamente a tu lado cuando mire que te dormiste y te comentaste a mover de un lado a otro, temí qué te cayeras. -muchas gracias. No importa que él lo allá echo para evitar que me cayera esto es lo más penoso qué he echo en mi vida, miro de reojo por la ventanilla qué ya hemos llegado al imperio, por fin nos detenemos en el jardín del palacio donde nos abren la puerta del carruaje y el general sale
Hanako. El dulce beso que me dio el general Takashi me robo el sueño y apezar de todo lo que me enseño mi madre de tener cuidado con ese tipo de efectos de los hombres ya que si alguien más ve ese inocente acto mi reputación caería en picada pero pensándolo bien no estoy viviendo en la casa de geishas si no en el palacio imperial donde todos creen que soy una concubina del emperador qué fue rechazada por ser tartamuda, por que el general Takashi no fue el emperador, doy un suspiro cansado para levantarme de mi cama y prepararme para ir a levantar a la princesa, al abrir la puerta de mi habitación miro en el suelo un jarrón con un ramo de hermosas flores de jazmín, una sonrisa aparece en mi rostro al tomarlas para poder admirarlas más de cerca, quien me abra dejado este hermoso presente, a mi mente viene la imagen del general Takashi y mi pulso se acelera mucho, dejo las flores sobre la mesita que está al lado de mí cama para salir a ver a la princesa, al llegar la miro sentada en la
Hanako. Me siento tan nerviosa y preocupada por presentarme ante el emperador, con mi kimono listo y puesto cuidadosamente sombre mi camino detrás de la princesa por los pasillos del palacio junto con el general rumbo al salón de banquetes, al llegar somos anunciados y hago una reverencia junto con el general en saludo al emperador, cada quien toma su lugar en la mesa y como dicta el protocolo me arrodillo detrás de la princesa por si necesita algo pero siento sobre mi la mirada de alguien y le ruego a dios que no sea el emperador, me atrevo a ver de reojo a mi alrededor y me percató de que es el emperador invitado que me mira fijamente, desvío rápidamente la mirada a mi izquierda donde esta el general que al verlo me estoy dando cuenta que él también esta mirando al emperador con una mirada asesina pero desvía la mirada a su cuerpo qué fue bellamente adornado con una armadura de colores oscuros qué lo ase ver más formidable y atractivo de lo qué es. -Hanako deseo acercarme al empe
Hanako. Después del banquete no miro al general por la mañana ni el día siguiente, al estar peinando a la oirnc3sa recuerdo como se comporto durante el banquete y regresa mi duda de saber por que fue tan cortes con el niño que será su futuro. -disculpe mi señora pero por que cambió su forma de pensar sobre su futuro esposo. -pensé en lo que me dijiste y después de meditarlo me di cuenta que tenias razón y apezar de que tal vez no lo ame es por el bien de muchos más y como me a dicho mi institutris todos esperan mucho de mi.Al escuchar la seriedad de las palabras de la princesa me doy cuenta de que apesar de que es una niña ya comprende muy bien el gran peso qué hay sobre sus hombros solo por ser la hija del pasado emperador, la termino de peinar y le coloco un lindo adorno de mariposas rosas en su cabello, la princesa se da la vuelta y me mira con una sonrisa dulce.-me alegro por ti ya que el general esta muy enamorado de ti.Las palabras de la princesa me asen avergonzarme ya qu
Takashi. Hoy es el emperador me pidió que viniera a la casa de la familia Aiji y este es el lugar que menos desearía pisar en el mundo sabiendo de que clase de escorias son y de que son capaces de engañar al emperador solo por salvar su reputación ya que por lo que miré al entrar su hija esta embarazada por su vientre crecido pero no lleva anillo en el dedo supongo que serio a sus deseos, el emperador no me dijo que hiciera exactamente aquí solo me dijo que esperara, teniendo mejores cosas que hacer como terminar mi hogar que no se compara con un palacio pero es más grande que una casa promedio y todo para poder llevarme a Hanako dejos de el emperador y tener una vida larga con ella, al pensar en ella recuerdo que hoy el emperador tendra una audiencia con Hanako me comienzo a preocupar por su bien, miro qué el sol comienza a caer y todavía no sé que estoy asiendo aquí asta que por fin llega un mensajero del emperador con una carta para mi al leerlo entro en pánico y salgo de esa casa
Hanako. Tengo ya planeado como saldré de este carruaje solo necesito hacer que se detenga el cochero, toco la ventanilla para llamar su atención y lo logro. -¿ necesita algo mi señora ? -valla a buscar un médico, me estoy sientiendo mal. Comienzo hacer mi mejor actuación de tener un fuerte dolor intestinal y de querer vomitar asiendo que el cochero se detenga casi de inmediato. -iré a buscarlo de inmediato. El cochero se aleja rápidamente y cuando estoy segura de que no hay nadie más viéndome miro a todos lados en busca de algún carruaje que este disponible para cambiarme y para mi suerte miro a un rickshaw qué pasa por mi lado lo paro de forma amistosa y le pido su servicio qué al ver mi vestimenta acepta casi de inmediato le pido donde quiero ir y después de verme desconcertado pasa todas mis cosas a su carro y el hombre comienza a tirar del pequeño carro que está abarrotado con mis cosas, me sorprendo saber que la casa de té donde solía a trabajar esta en este mismo pue
Hanako. Al escuchar los lamentos y ruegos de Shio a mamá para qué no la vendiera me dieron mucha lastimas y me sentir mal por venir aquí pero no tengo a donde más ir y me segó la rabia cuando llegue y después de ver esto me percate de lo poco que valía Shio para mamá, me pregunto cuanto valdre yo o mi verdadera madre, después de que se llevaron a Shio llego el medico qué me examinó para asegurarse de mi pureza, fue tan vergonzoso que lo único que pude hacer fue cerrar los ojos asta que el medico termino de examinar me, cuando el medico confirmo lo que dije antes mamá le dio algunas de mis orquídeas para que no dijera nada de que hizo esta prueba antes de mi ceremonia de misuage, después de ese alborotó mamá comenzó a mandar mensajes a las casas de té anunciando mi regreso y dando como escusa de mi ausencia diciendo qué avía ido a estudiar a un pueblo lejano, ni siquiera quiso preguntar donde estuve o con quien lo único que le importo fue lo valioso de las cosas que traje, mi madre
Hanako. Al ver al general Takashi en esta fiesta y saber que sería yo quien lo servirá en la velada los nervios me gana y pierdo mi rostro neutral y sereno me compongo lo mejor que puedo y de forma rápida para arrosillar me frente a él pero un escalofrío recorre mi cuerpo cuando el quiere ir al servicio, al estar solos en el pasillo me toma del antebrazo con fuera y me mete a una habitación que esta vacía, entro en pánico pero antes de gritar él general me ase una seña de que guardará silencio. -no podemos estar aquí señor. Intento mantener la calma y calmar la rabia de este hombre. -¿ por que desapareciste ? ¿ te viste obligada a trabajar en esto ? Al escuchar estas palabras me doy cuenta de que el todavía piensa que son una mujer decente, desvío la mirada y decido decirle la verdad no importa que me cueste la vida. -aquí naci. El rostro del general se relaja y se vuelve más serio y calmado, creo que comprendió todo y sin que le explicara nada, me acerco a la oferta cor