Noté un cosquilleo en mi rostro aquella mañana, como si alguien se hubiera estado entreteniendo en recorrer con un dedo todo mi rostro. Era una sensación extraña, pero agradable a la vez, así que abrí lentamente los ojos. Ese alguien era Axel.
—Joder, Axel, no me mires mientras duermo, pareces un jodido acosador —dije algo somnolienta, acto que produjo una bonita carcajada de su parte, una que me pareció encantadora.
—Norah, tenemos que hablar... —dijo de repente con un tono de voz serio, que me incomodó. Además, provocando que todo el buen rollo que se había creado desapareciera en cuestión de segundos.
—No me apetece hablar de ello, Axel —dije mientras notaba como el agobio se apoderaba de mí. No me gustaba hablar de la muerte de Jason, era un dolor insoportable. No me gustaba que supieran como me sentía respecto al tema en cuestión y lo que es peor no quería que me comprendieran ni ayudaran. Cuando murió Jason, decidieron llevarme al psicólogo y jamás dije una palabra del tema, no quería traicionar a Jason.
—Norah...
—Axel, tengo hambre... —dije rápidamente en un pésimo intento de cambiar de tema, pero Axel, como siempre era insaciable.
—¿Desde cuándo las tienes?
—No lo sé... —mentí.¿Por qué no podía dejar el asunto tranquilamente? ¿Por qué no podía darle igual? Y lo más importante, ¿por qué no podía dejarme en paz?
—Norah... —Desde que no duermo con Aiden —le solté de sopetón. Esa era una de las razones por las que necesitaba a Aiden a mi lado. Él ahuyentaba mis pesadillas.
—¿Aiden? —me preguntó confuso, cosa que no me sorprendió lo más mínimo. No quise que Axel se enterara, tiene el maravilloso poder de estropear todo lo que toca.
—Y... ¿Quién es Aiden?
—Es mi novio. La transformación de sus rasgos a la seriedad fue brutal. Atrás se quedó el chico que me despertaba con caricias y bienvenido el Axel de siempre.
—¿El qué? —dijo con un tono de reproche que ya me estaba dando jaqueca. No soportaba no saber todo de mí, y lo cabreaba, pero a mi me cabreaba más el hecho de que se comportara siempre como un auténtico gilipollas.
—Joder Axel, otra vez no... ¿Por qué siempre haces eso? Cambias drásticamente de humor... por eso dejé de llevarme contigo. Pasas de ser amable y cariñoso, a ser un borde y un capullo, Axel... me das dolor de cabeza. —¿Por qué no tienes pesadillas cuando duermes con él? - Pero... ¿cómo es que cambia así? No lo entiendo...
—Tú es que eres mucho... —dije bastante cansada de la situación, simplemente no me gustaba el rumbo que estaba cogiendo aquella situación. —¿Por qué no las tienes ? —preguntó por segunda vez aquella mañana. Como era propio de Axel, me sacaba de quicio.
—Porque con él me siento segura, ¿vale? — dije mientras ya me daba igual que me viera vulnerable— siento que a su lado nada malo podría pasarme, que me protegerá. Él es el único que con un solo abrazo, ahuyenta todas mis pesadillas. Simplemente lo quiero.
—El amor es de débiles, Norah —sentenció logrando que aquella frase se quedara en el aire segundos más tarde de haberla pronunciado .
—No, Axel... el amor te hace fuerte, hace que te sientas como si pudieras contra todo y todos, hace que lo demás no importe. Estar con él es lo que hace que cada mañana me levanté con una sonrisa entre los labios. Él es el único capaz de hacer que cuando estoy con él, no quiera que el tiempo pase. En cambio, cuando no lo estoy, lo ansío con todas mis ganas. Él es capaz de provocar sensaciones en mí que jamás pensé que pudiera experimentar.Él simplemente es mi imperfección más perfecta. ¿No te has enamorado, Axel? Deberías hacerlo, hace que seas mejor persona .
—Lo hice una vez, pero ella nunca se dio cuenta de lo que sentía. Jamás se dio cuenta de que tan sólo mirarme o tocarme, mis latidos aumentaban considerablemente. Tampoco supo que tenía tal poder sobre mí, que con una sola palabra podía convertirme en el hombre más feliz de la faz de la Tierra o hundirme en la miseria. Yo le di el poder sobre mí. Y ella me hundió. Así que... sí, Norah, el amor es una m****a, créeme y cuanto antes te enteres mejor.
—¿Conocía a la chica?
—Sinceramente, ya no lo sé.
—¿Quién era la chica, Axel?
—No te interesa. Me voy, he quedado con Madison...
—Ey, ¿qué ha pasado ahí dentro? —me preguntaba una voz, después de haber salido de aquella habitación. Isaak, que se encontraba apoyado en la encimera de la cocina. Sin camiseta, ¡qué bueno que estaba!—Ehh... ¿qué? —¡Céntrate, Norah!Joder, sé que tengo novio y lo quiero mucho, pero soy humana. Y por mirar no va a pasar nada...—Que qué le has hecho a Axel —me preguntó mientras se iba tomando su taza, que supuse que era café, tranquilamente.—Nada, ¿por qué? —dije algo despistada.Por dios, Isaak, ponte una camiseta. Te lo pido por favor...—Porque al salir por poco no tira la puerta abajo y supongo que le habrás dicho algo, ¿no crees? —dijo mientras dejaba la taza en la encimera y se ponía derecho— espera, me voy a poner una camiseta y ahora me cuentas —menos mal, suspiré aliviada, y en cuestión de segundos reapareció con una playera negra que le sentaba bastante bien—
—Gracias por contármelo Norah —dijo Isaak mientras me abrazaba.Hablar con Isaak de Jason, me hizo sentir mejor. Hizo que el dolor se aliviara un poco, pero a la vez, sentía como si lo hubiera traicionado, como si hubiera desvelado su secreto...—En serio, significa mucho.—Quiero irme a casa, Isaak —dije lo más rápido posible.Quería acostarme en mi cama y llorar durante horas. Quería llorar por mi hermano. Quería llorar por lo egoísta que había sido Jason al quitarse la vida. Quería llorar por mi misma, lo necesitaba.—Sí, claro...—Isaak, sé que está feo preguntártelo pero, no se lo dirás a nadie, ¿no? —le pregunté algo apurada.No quería que la gente supiera lo de Jason, se lo conté a Isaak en un momento de desesperación pura, y no pretendo que nadie más sepa de este tema.—No te preocupes por eso, ¿vale?—Vale, gracias... Ahora llévame a casa, por favor...—Espera —dijo mirando el móvil.&nbs
Después de habernos pasado casi 15 minutos de trayecto para volver al piso, nos encontrábamos en el salón escuchando una competición de gritos en los dormitorios entre Axel y Jonas. No sabría decir quién de los dos iba ganando. Y se qué está mal pero aunque Jonas es mi hermano y lo quiero más que a mi misma, por la única persona que me podía preocupar era Axel.—¿Por qué no me lo dijiste , Jonas? —decía un Axel ebrio. Durante todo este tiempo que conocía a Axel, jamás lo ha visto ebrio. Lo había visto cuando se caía de la bicicleta y se raspaba las rodillas. Lo vi cuando se partió un brazo la primera vez que montó en el skate. O cuando le dieron un premio por el mejor jugador del año. Lo había visto cuando se fumó su primer cigarillo. Cuando besó a una chica por primera vez. O cuando se hizo su primer tatuaje. También cuando se hizo su primer piercing y lo había visto cuando se marchó de mi lado para irse con Jonas... pero nunca lo había visto ebrio. Y en cierto modo, me a
Un abismo se abría bajo mis pies. Un abismo en el que me caería de lleno."Norah no te va a amar de la noche a la mañana", aquellas palabras no hacían más que retumbarme en la cabeza. ¿Axel estaba enamorado de mí? Eso no tenía sentido. Dios, necesitaba irme a mi habitación, necesitaba sentarme o me caería. Mientras recorría el salón en dirección a mi dormitorio. La puerta del dormitorio de Jonas se abrió dejando a ver un Axel ebrio.—Norah... —dijo sorprendido al verme, mirándome con aquellos ojos turquesas, que me habían empezado a gustar más de lo normal—. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?—Poco, acabo de llegar —mentí, necesitaba irme a mi habitación— voy a mi dormitorio.—Espera Norah...—Axel, ahora no ¿vale? —esquivé a Axel como pude y me adentré en mi dormitorio. Cerrando la puerta detrás de mí y derrumbándome. Las lágrimas caían a borbotones y no había forma de pararlas. Sólo necesita
No pensé ni quiera si que Aiden viniera era buena idea. No me planteé si esto podía tener consecuencias. No me cuestioné nada, sólo quería sentir la seguridad que Aiden me proporcionaba.Tras hablar con él me empecé a cuestionar todo. Mi llegada aquí, papá, Jonas y Axel. Joder Axel, pese a que me enteré de tiene sentimientos por mí, no me siento incómoda ni nada, es más... me siento algo especial. Pero sí me siento mal por como dejé las cosas con él esta mañana. Así que me levanté, abrí la puerta y me decidí a ir al dormitorio de Axel, necesitaba hablar con él. Y al entrar me encontré a un Axel dormido, se veía tan en paz, se le veía tan joven y... aunque esté mal decirlo, estaba muy sexy.Su camiseta se le había subido un poco por el torso y dejaba a ver parte de sus abdominales. ¿Cómo es que no me había dado cuenta de lo bueno que estaba?Porque nunca te habías fijado en él —añadió mi subconsciente. Claro que no me había fijado en él, y
Flashback Hace 4 años.- Jason , despiertáte , ¡¡ porfavor !! - suplicaba al cuerpo sin vida de mi hermano , que yacía en el suelo rodeado de un charco de sangre , del que no lo podía sacar . Mis manos ensagrentadas solo querían tocar aquel rostro por última vez, sentir el tacto desprendía , tocar todo aquello que ya nunca podría tocar . Me aferré a aquel cuerpo sin vida y no quería irme de allí . Quería permanecer allí , si me iba se lo llevarían y nunca más lo vería - Jason , solo estás dormido, despiertáte , porfavor... ¡ no te mueras !!! ¡ no me dejes sola !! ¡¡ despiertáte !!-ey, pequeña , no pasa nada - me abrazaba aquel muchacho , me estrechaba contra sí y yo me aferraba a él como si no hubiera un mañana , temía que si me alejaba de él , desaparecería con Jason - ya está todo bien , Norah - me acariciaba lentamente el cabello , calmándome de una manera
Me pasé horas en la cama mirando el techo , y pensando en todo , pensé en cuando aprendí a montar en bicicleta , apenas tenía 10 años , y no podría contar las numerosas ocasiones en las que me caí , pensé cuando monté por primera vez en un skate , el skate de Axel , en el cuál me enseñó , pensé en la de veces que Jonas , Jason , Axel y yo jugabamos sin parar hasta que nos reñían , pensé en cuando me caí al trepar un árbol que había en la parte de atrás de casa y entre Jonas y Axel me tuvieron que llevar al hospital , pensé en la primera vez que besé a un chico , yo apenas tenía 13 años , él se llama Chase e iba conmigo a la clase de ciencias , después de este acontecimiento , Axel estuvo una semana sin venir a casa , Jonas tampoco lo mencionó y nunca supe por qué me ignoró durante aquella semana , recuerdo mi baile de graduacción , fui con un vestido blanco que llegaba hasta el suelo , lleno de piedrecitas por todo mi escote , todavía me acuerdo de lo que me dijo Axel al v
Podía sentir la respiración de Aiden en mi cuello , un gesto que antes ... sin duda adoraba , me daba la sensación de seguridad que necesitaba, significaba que no estaba sola , que había alguien velando por mí . Pero ahora , el gesto me resultaba insignificante y algo molesto. Dios, algo me estaba pasando y no sabía que era , no era normal que observara a Aiden y no sintiera ese característico aleteo en el estomágo , tampoco era normal que sus caricias me habían parecido tiernas y dulces y ahora solo me parecían irritantes y molestas , y por no hablar , de cuándo me besaba , no sentía absolutamente nada , y por más que interara buscar cualquier atisbo de emoción ... fracasa ba estrepitosamente y por un momento me aterró la simple idea de estar dejando de amar a Aiden. Él era mi ancla en un mar de tormenta. Todo esto era culpa de Axel, él era el culpable de que estuviera tan confudida. Él muy jodido se había metido en pensamientos y no había manera alguna de sacarmelo.<