XLVII

Estaba tan sumida al placer que mis acciones no me pertenecían, yo movía mis caderas como si mi vida dependiera de ello, lo necesitaba más fuerte, más profundo.

Lo busqué con mi mirada y lo encontré arrodillado detrás de mí, mientras me hacía sentir tan extasiada que comenzaba a cuestionar si esto no se trataba de un sueño.

Nuestras pupilas se conectaron mientras él seguía dándome un placer sin precedentes y yo gemía su nombre una y otra vez.

—Acheron...

—Dilo —gruñó él con la voz cargada de pasión y demanda.

Él era jodidamente caliente y mandón.

—Solo dilo amor mío —recitó en perfecto griego aquellas palabras cariñosas que después entendería—, dilo y es tuyo.

Entonces no pude resistirlo más.

Lo quería a él.

Dentro de mí.

Sobre mí.

Follándome.

Dándome todo lo que pudiera darme.

Haciéndome suya.

Acto seguido una sonrisa lobuna se mostró en sus labios pues él había leído mis pensamientos y sabía lo que yo estaba a punto de decir.

—Levántate y hazme el amor ahora mismo.

—Tus deseos son m
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP