—Estoy asfixiándome por la ausencia de mi mujer.Sin entender por qué, en este lugar me permití soltar las lágrimas que he acumulado durante esta semana, salían y salían silenciosas, no me importó eso de que los hombres no deban llorar.Ese perjuicio arcaico enraizado en mi mente lo hice a un lado. El cura me permitió un momento de liberación, pasado los minutos, cuando vi que venía la empleada, limpié de rapidez mis lágrimas y volví a mi estado normal.—Gracias, Mila. —volvimos a quedar solos.—¿Han sabido algo de los secuestradores? —negué—. ¿Y tú has hecho algo al respecto?Me le quedé mirando, sus ojos eran afables, transmiten serenidad y sabiduría, como dijo mi esposa. Negué.» De ante mano me excuso si mis palabras o comentarios pasan el límite de la confianza, pero desde que Maju me abordó en el club una extraña conexión sentí, es como si nuestras vidas estaban predestinadas a cruzarse.» En mi vida siempre analizo por qué y para qué de las personas que llegan a mi entorno. He
—Exacto, debes tener eso claro, no le reclames nada, lo digo por tu actitud machista y celosa, eres afortunado al saber que solo tú has estado en el cuerpo de tu mujer, pero debes contemplar que la pueden forzar, lo último que Maju merecería es tu rechazo por ello, ese no sería un acto de infidelidad.—Nunca haría eso. —Se me quedó mirando—. Sé perfectamente que esto se nos sale de las manos y nunca le reclamaría por ello, solo la quiero de vuelta a mi lado, ella es indispensable, es el eje de mi familia. Mis hijos la necesitan y no soporto que esté pasando por esta situación.—Contempla todo.—Ella está embarazada, padre. De hecho, venía a hablar con usted y poner fecha para casarnos de nuevo. —sonrió.—Cuando regrese los vuelvo a casar. No pierdas la fe, las pruebas de la vida son porque Él necesita que pasemos a otro nivel de conciencia y eso solo se logra cuando pasas por el valle del dolor. Siempre crecemos espiritualmente cuando sufrimos.—Lo tendré presente padre, ya me voy, te
Nos reunimos en el lugar que nos notificó Regina.—Te diré lo que has hecho, porque la de la idea de organizarnos fuiste tú. Tenemos una habitación, ya no hace tanto frío.—Es agradable no levantarte sucio, eso me ponía de mal genio. —Lo interrumpió Vladímir.—Nos hiciste un baño. —continuó Aurelio.—Lo hicieron Santos y tú. —Le aclaré.—Con tu ingenio, nosotros solo ejecutamos una idea, ahora tenemos uno al estilo gato y área húmeda.Soltamos la carcajada ante el comentario del niño. Aun no entiendo la mente torcida de Rocío, entendible que se meta con hombres casados para sacar dinero, que lo haga con mujeres, supongo que será por gusto. He pensado bastante y que ganaba ella insistiendo tanto con César. En la universidad fueron novios cuando nosotros nos alejamos, pero nunca los veía juntos.Y ya casados el primer año no me fue infiel, todo empezó por sus mentiras. ¿Qué ganaba esa mujer metiéndose con tantos hombres y hasta mujeres? ¿Solo por dinero? Y el caso del doctor no fue porq
Los gritos de Regina me tenían con el corazón comprimido, el tipo le había rasgado la camisa y le partió el sujetador, mi amiga seguía poniendo resistencia y en una rasguñó al hombre de bigotes, volvió a darle un golpe con la mano cerrada, la amarró con esposas.—¡Esta maldita es una fiera! —Otro golpe—. Te voy a dar por el culo para que aprendas. —Dios, ¿hasta qué punto llega la maldad e insensibilidad de un ser humano?—Nos pediste que a esta no la golpeáramos, pero no colabora.El tipo se me acercó a besarme y en ese instante sentí unas enormes ganas de vomitar, no me importó lo vomité, la cara, cuello, pecho y de ahí hacía bajo. El tipo por reacción se alejó insultándome horrible, luego me dio una cachetada y me quedó el oído pitando, no pude evitar el grito, se iba a ensañar conmigo, pero Garriga lo impidió.—Déjala, yo me encargo de amansarla, la próxima vez que vengas la encontraras dócil. Siento un placer por las hembras ariscas.—¡Qué dócil, ni una mierda!Cerré los ojos espe
Cinco semanas, ya han pasado cinco semanas y tengo mucha ansiedad. Jenaro ya estaba a la espera de la información que pedimos, él tenía un contacto para poder mirar los mensajes y llamadas de las personas a las que mi esposa contactó entre el lunes y martes antes de su desaparición.Los teléfonos de mis suegros, mi cuñada y Sandra eran los únicos en el registro de llamadas que ella tuvo ese día, yo la escuché porque habló en el despacho, con Sandra y Patricia fueron mensajes de texto, a ellas les intervinimos sus celulares, si me van a meter preso que lo hagan después de encontrar a mi Bonita.El viernes le llegó a Jenaro la información de los casos de secuestros que fueron realizados de la misma manera, son más de diez y le pedí un favor especial adicional, investigar lo ocurrido con Vladímir, lo dicho por María Joaquina me sonó a chueco.—¡Papi! Yo ya isto.—Listo. —Lo corrigió Julián— repite llll con la L Listo.Samuel lo imitaba más por hacerle la mofa que por desear aprender, est
—San Carlos. —Me uní a los sarcásticos comentarios.—¡Idiotas!, los dejo, tengo que verme con Patricia de las Mercedes. —Las mujeres de la familia por parte de mi mujer odian sus nombres.—Nos estamos llamando.Una vez me dejaron solo, saqué la carpeta con la información de Jenaro, al principio no entendí, ¿eran los mensajes de Sandra Saen y mi cuñada? Miré las fechas y las comparé con calendario en mano, por más de una hora leí cada conversación de Sandra.Esto es ilegal, pero no tengo de otra, leyendo los mensajes… ¡Mierda! —abrí mi boca, ¿cómo le digo esto a Alejandro? Remierda. Tomé mi celular, menos mal no demoró en contestar.—Hola, César.Se notaba agitada, no pienses mal, ya te pasó con tu propia esposa, todo puede aparentar y no ser lo que uno se imagina.—Sandra, me gustaría hablar contigo, ¿podemos vernos mañana?—Tengo dos citas con mi mamá.—Voy a ser muy sincero contigo, sé perfectamente que tu madre no tiene nada, necesito hablar contigo mañana.—¿Q-qué? ¿Qué me quieres
Esta vez he sido yo la que ha pasado en el rincón del lamento, desde la mañana, ya era mediodía y como deseo una carne asada con muchas papas a la francesa y una deliciosa gaseosa con mucho hielo.He pasado recordando a mis hijos, ¿qué estarán haciendo? ¿Julián seguirá en sus clases de Tenis? Samuel… ¿Cómo se estará portando mi bebé? Ese terremoto. César, por favor, apúrate, cada día que pasaba, me iba llenando de rabia contra él, y no debería, yo lo perdoné.¿Por qué era tan difícil, Dios? ¿Por qué debemos pasar por tal prueba?, hoy siento que el mundo se me vino encima, ¿qué más debemos vivir en este infierno? —acaricié mi vientre, no ha crecido mi vientre y no tenía que ser doctora para saber que mi embarazo no va como debería.—Cielo, te has portado muy bien, pero esos deseos con comida aquí no te puedo complacer.—Maju. —Vladímir se sentó a mi lado, ya todos sabían que éramos familia—. Tú solo te sientas por unos pocos minutos en este lugar, hoy llevas toda la mañana. ¿Debemos pr
Desde el mediodía de ayer he tenido una gran zozobra en el pecho. «Bonita». —susurré, no demora en llegar Patricia, mi celular sonó, era Jenaro.—Señor, ya tengo las grabaciones y un listado de nombres con pagos por tarjeta sin revisar, no puedo regresar hoy, me acaba de llamar la esposa de un señor, también la hermana de uno de los casos que fueron denunciados en la policía.» Uno es de hace tres años y el otro de hace seis meses, viajo a Villavicencio y luego a Bucaramanga. Trabajaré desde el hotel, a mi regreso le diré todo. ¿Llamó a la señora Socorro?—No lo he hecho aún, estoy esperando a Patricia, por cierto, necesito que ella tenga vigilancia.—Me adelanté a eso, señor. Tengo dos personas de mi confianza, puede hablar con ellos cuando guste,—Lo hablaré con Patricia y luego te comento. ¿Cuándo regresas?—Mañana en la tarde.—Bien. Suerte con todo.—Gracias, señor.El teléfono de la oficina sonó, me acerqué al escritorio, tenía una hora mirando por la ventana, anoche no pude dor