Ashley llegó hasta donde su jefe la citó. Lo buscó con la mirada, al ver que no lo vio por ningún lado, decidió caminar hasta la barra del bar y tomar asiento.
- ¿Te ofrezco algo? – preguntó el barman, encargado de preparar los tragos. Todavía era joven, delgado, alto, tez bronceada por los finos rayos del sol, ojos rasgados marrones, cabellos castaños, mirada amigable y un perfil delicado.- No bebo – respondió Ashley muy seria ante su invitación. Desde aquel día en que conoció a Alexis dejó el licor por completo, no quería cometer los mismos errores del pasado.- Te puedo ofrecer una bebida sin alcohol – volvió a decir con una sonrisa coqueta dibujada en rostro.- ¿Enserio? – preguntó Ashley sarcástica, mientras levantaba sus cejas. Ella sabía que era imposible que en el bar exista tal bebida.- Bueno. - bufó un poco por sus palabras, la mujer resultó ser inteligente. - sólo tiene un 15% de alcohol, no sentirás el sabor y tampoco tenAshley salió de la suite y fue hasta donde se daría el evento.Vio a mucha gente con vestuarios muy elegantes, hablando entre ellos mismos con alto carisma y sonrisas falsas dibujadas en sus rostros. Bajó las escaleras con mucha seguridad, confiada de sí misma. Buscó con la mirada a su jefe, pero no lo vio por ningún lado. Al bajar por completo, tropezó con una mujer.-Lo siento – dijo Ashley disculpándose ante ella.-Tranquila, los accidentes suelen pasar – habló la mujer sonriendo, su actitud era amigable, le tocó el hombro y siguió con su caminado.La mujer era bella, alta de piel blanca, cabello negro, ojos grises y esbelta, se podría decir que cumplía con los cánones de belleza que tanto exigían. El vestido que usaba era muy elegante, de color rojo y con una pequeña apertura en la pierna, también formado su delgado cuerpo con curvas. En la mano derecha sostenía un elegante bolso que hacía juego con el vestido y los zapatos. Era el conjunto
Subieron al avión y Ashley se preparó para el despegue. Se sentó calmada a lado de la ventana, Alexis decidió sentarse junto a ella y tomó su mano, algo que le sorprendió a Ashley por completo.-Tranquila, todo estará bien – dijo él revisando en su laptop algunos documentos, sintió la mirada de Ashley posar en la suya y sin la necesidad de verla habló – quita esa cara, el personal nos está mirando. Ashley comprendió que le dio la mano no para darle fuerza, todo lo contrario, fue para que el personal del avión confirme la relación con su jefe. Y así todos lo hicieron, creyeron en un noviazgo por contrato. Relajó su rostro y se dedicó al despegue del avión. Alexis sintió que Ashley empezó hacer presión en su mano cuando el avión despegó. Sabía de la fobia que tenía ella, gracias a que escuchó sin querer la llamada con Jos en el armario.Apagó la laptop y tomó a Ashley por los hombros acercándola más a él, la resguardó en su pecho para protegerla
Alexis llegó a la empresa y se dirigió a su oficina. Como siempre pasó sin saludar a nadie e ignorando a todo mundo.Al entrar, su amigo Cristian estaba ahí sentado junto al escritorio, Alexis lo vio y se sentó en su cómoda silla.-Puntal como siempre – dijo Cristian, mientras observaba su elegante reloj.-¿A qué has venido? - Preguntó Alexis, a la vez que prendía la laptop, había trabajo que hacer y perder tiempo no era una opción para él.-A felicitarte, lograste que Ashley firmara el contrato - Cristian estaba al pendiente de todos los planes de su amigo, pero jamás pensó que Ashley aceptará, al parecer la subestimó. Sonrio y volvió a decir con un tono desanimado -Todavía sigo sin creerlo – cruzó sus brazos e inclinó su espalda al sillón - pensé que ella era diferente, pensé que podía dejarte en tu lugar y hasta con las ganas.-Sólo ofréceles que le darás todo a bandeja de oro y ellas aceptaran – dijo Alexis muy serio con su mira
-Esta es tu habitación - dijo Alexis abriendo la puerta para ella.Ashley entró muy despacio, miró la recamara, era mucho más grande que la de su departamento, muy elegante, de colores neutros y lujosa, se notaba que había sido remodelada para ella. .-Sino te gusta, podrás arreglarla a tu antojo - volvió a decir Alexis y caminó hasta estar cerca de Ashley.-No, así esta perfecta - Ashley no paraba de observar todo el lugar, era una buena decoración. Alexis asintió ante sus palabras, se acercó al armario, lo abrió y dijo, a la vez que dejaba ver nuevas y elegantes prendas dentro de este. -Esta será tu nueva ropa de ahora en adelante. Sólo podrás usar estas prendas, mientras estes a mi lado. Es necesario denotar presencia ante todos. -Yo he traído ropa, estas prendas no serán necesarias - habló Ashley viendo la ropa que en su mayoría eran vestidos y conjuntos de colores alegres.-Recuerda que eres mi novia y debe
“Alexis Smith tomó el poder de la empresa familiar a los 24 años de edad. Cuando regresó de Harvard, decidió vivir con su familia en la enorme mansión, sentía que los necesitaba aún después de ser un adulto responsable.Alexis lo tenía todo: dinero, mujeres, éxito, el amor y apoyo de sus padres ¡todo!No era hijo único, tenía una hermana mayor. Ibeth Smith, de 28 años, en ese entonces.El día que regresó de terminar sus estudios y a seguir con la empresa, su madre lo esperaba con los brazos abiertos junto con Ibeth.-Hijo, has vuelto ya – dijo ella dándole un enorme abrazo, lo había extrañado demasiado.-Así es madre – respondió este elevando a su madre por los aires, feliz por volverla a ver.-Hermano, bienvenido a casa - dijo Ibeth, sonriente. Lo había echado de menos en su estadía.-Te extrañe demasiado – habló Alexis a su hermana, al abrazarla sintió un pequeño bulto en el vientre – ¡¿No me digas que al fin vas
Las mujeres continuaron hablando hasta que fueron interrumpidas por Alexis. Él salió de la oficina y se dirigió donde Ashley, ya era la hora del almuerzo.-¿Nos vamos, Ash? – preguntó con una voz dulce, después volteó a ver a Mariela, quien se mantenía atenta a sus palabras y órdenes – señorita Davis, me disculpa, pero me llevare a mi novia a almorzar.-Claro, señor Smith - respondió ella a la vez que se colocaba de pie y dejaba escapar una gran sonrisa.-Nos vemos después – dijo Ashley tomando su bolso y el brazo de Alexis.Mariela los vio salir, sonreía mientras ellos salían de la oficina, hacian una gran pareja. Los perdió de vista en el ascensor y se fue a almorzar con las demás secretarias, también era su hora.Salieron juntos de la empresa, John los esperaba a fuera. Nuevamente Alexis abrió la puerta para que Ashley entrará al coche, él se sentó junto a ella.Llegaron a un lujoso y elegante restaurante, ubicado en med
Llegaron a la empresa como la pareja amorosa que fingían ser y continuaron con sus labores, siempre fingiendo felicidad y sin dejar sus papeles.El reloj marcó las 8 p.m. y ya todos se habían ido. Los únicos en la empresa, aparte de guardias, eran Ashley y Alexis.El teléfono sonó.-Ven a mi oficina – dijo Alexis y golgó en seguida.Ashley frunció el ceño, definitivamente no tenía paciencia para sus juegos. Respiró hondo tratando de calmarse y fue donde él.Tocó tres veces la puerta, la voz de Alexis se escuchó invitándola a pasar.-Estoy aquí como me lo haz pedido – habló Ashley sin mostrar algún tipo de emociones, se mantenía erguida y firme frente al escritorio.Alexis se mantenía en su puesto, bajó la tapa de la laptop, la vio a los ojos y le dijo.-Toma asiento – Ashley obedeció y se sentó frente a él. Alexis sacó una carpeta de color azul y la puso sobre el escritorio – Ábrela – ordenó. Ashle
Ashley esperaba en su oficina, movía y resonaba sus dedos en el escritorio conforme pasaba el tiempo. Quería ir donde Alexis, pero Cristian estaba con él desde hace una hora.Harta de esperar, decidió ir y tocar la puerta con sus nudillos.- Pase - se escuchó la voz de Alexis desde el otro lado de la puerta.Ashley respiró y entró con una sonrisa dibujada en su rostro. Al ver a cristian lo saludó. -Buenos días, Cristian. - dijo mientras caminaba. -Hola Ashley - respondió él sonriendo.Alexis observó la escena, ya tenía conocimiento de que ellos se conocían y se trataban como amigos, pues Ashley podía tutear a Cristian. Se levantó de su puesto y la tomó de la cintura.-¿A qué has venido, Ash? - preguntó de forma dulce tocando su nariz, era más que un coqueteo. Ashley decidió rodearlo con las manos, pues estaban frente a Cristian y se imaginó que él no sabía nada y era como los demás, simples espectadores.