Las mujeres continuaron hablando hasta que fueron interrumpidas por Alexis. Él salió de la oficina y se dirigió donde Ashley, ya era la hora del almuerzo.
- ¿Nos vamos, Ash? – preguntó con una voz dulce, después volteó a ver a Mariela, quien se mantenía atenta a sus palabras y órdenes – señorita Davis, me disculpa, pero me llevare a mi novia a almorzar.- Claro, señor Smith - respondió ella a la vez que se colocaba de pie y dejaba escapar una gran sonrisa.- Nos vemos después – dijo Ashley tomando su bolso y el brazo de Alexis.Mariela los vio salir, sonreía mientras ellos salían de la oficina, hacian una gran pareja. Los perdió de vista en el ascensor y se fue a almorzar con las demás secretarias, también era su hora.Salieron juntos de la empresa, John los esperaba a fuera. Nuevamente Alexis abrió la puerta para que Ashley entrará al coche, él se sentó junto a ella.Llegaron a un lujoso y elegante restaurante, ubicado en medLlegaron a la empresa como la pareja amorosa que fingían ser y continuaron con sus labores, siempre fingiendo felicidad y sin dejar sus papeles.El reloj marcó las 8 p.m. y ya todos se habían ido. Los únicos en la empresa, aparte de guardias, eran Ashley y Alexis.El teléfono sonó.-Ven a mi oficina – dijo Alexis y golgó en seguida.Ashley frunció el ceño, definitivamente no tenía paciencia para sus juegos. Respiró hondo tratando de calmarse y fue donde él.Tocó tres veces la puerta, la voz de Alexis se escuchó invitándola a pasar.-Estoy aquí como me lo haz pedido – habló Ashley sin mostrar algún tipo de emociones, se mantenía erguida y firme frente al escritorio.Alexis se mantenía en su puesto, bajó la tapa de la laptop, la vio a los ojos y le dijo.-Toma asiento – Ashley obedeció y se sentó frente a él. Alexis sacó una carpeta de color azul y la puso sobre el escritorio – Ábrela – ordenó. Ashle
Ashley esperaba en su oficina, movía y resonaba sus dedos en el escritorio conforme pasaba el tiempo. Quería ir donde Alexis, pero Cristian estaba con él desde hace una hora.Harta de esperar, decidió ir y tocar la puerta con sus nudillos.- Pase - se escuchó la voz de Alexis desde el otro lado de la puerta.Ashley respiró y entró con una sonrisa dibujada en su rostro. Al ver a cristian lo saludó. -Buenos días, Cristian. - dijo mientras caminaba. -Hola Ashley - respondió él sonriendo.Alexis observó la escena, ya tenía conocimiento de que ellos se conocían y se trataban como amigos, pues Ashley podía tutear a Cristian. Se levantó de su puesto y la tomó de la cintura.-¿A qué has venido, Ash? - preguntó de forma dulce tocando su nariz, era más que un coqueteo. Ashley decidió rodearlo con las manos, pues estaban frente a Cristian y se imaginó que él no sabía nada y era como los demás, simples espectadores.
Alexis llegó a su departamento, lo sintió vacío. Ana se sorprendió al verlo llegar solo, curiosa por lo que veían sus ojos le preguntó.-¿Y la señorita Ashley?-No vendrá hasta el sábado – habló él observando fijamente las luces encendidas, mientras guardaba sus manos en los bolsillos.-Entiendo, apagare la luz de inmediato - Ana estaba apunto de hacerlo, hasta que Alexis la interrumpió. -No será necesario, déjalas prendidas – caminó a su despacho y estando apunto de cerrar la puerta, volvió a decirle – avísame cuando la cena este lista.Esto fue algo que sorprendió a Ana. Alexis tenía mucho tiempo viviendo en la oscuridad y este cambio tan repentino hizo que el corazón de Ana se alegrara, supo que Ashley era buena para él.- De acuerdo señor - respondió ella sonriendo....A la mañana siguiente Ashley se despertó al escuchar la alarma sonar un sin número de veces. Miró a su alrededor y como en los viejos
A la mañana siguiente Ashley ya se estaba despidiendo de sus amigas.-Cuida mucho de Jos, Susan – le dijo a la enfermera mientras la abrasaba.-No te preocupes, yo cuidare de ella, está en buenas manos – respondió muy gentil.Ashley se soltó de Susan y fue a los brazos de Jos.-Te veré el próximo viernes.-Ya te empiezo a extrañar – dijo Jos abrazándola con fuerza. Amaba mucho a su amiga y para ella era muy difícil separase de Ashley.Ashley no tuvo de otra y tuvo que soltarla, la vio por última vez y salió del departamento. Benjamin ya la esperaba.-Buenos días, señorita Ashley – dijo él abriendo la puerta del coche.-Hola Benjamín, me alegra mucho verte – habló sin ánimos y entró en el coche.Todo el camino estuvo en silencio, su mente estaba en otro lugar. No sabía cómo su libertad se redució aún día a la semana. Se tatuó, se enfrentó a sus padres, luchó con todo aquel que quería lastimarla, entró a
La siguiente semana continuaron de manera normal, tal cual lo tenían planificado. Iban a la empresa juntos, almorzaban juntos y salían a la misma hora.Los besos también se hacían presentes, frente a las personas y frente a los paparazis. Cada vez nuevas noticias se decían de ellos, ambos eran el epicentro de todo New York, la noticia del momento, el estallido. Una vez que llegaban al departamento, cenaban, pocas eran las palabras que se escuchaban de ellos y se encerraban en sus habitaciones. Viernes llegó y Ashley fue donde su amiga, jugaron, bailaron e hicieron actividades con Susan. Y en la noche, Ashley se preparó para su nuevo encuentro, el cual lo ganó.El sábado volvió a la hora que le dijo Alexis. En la noche tenían un evento muy importante donde muchos empresarios iban a asistir al encuentro y el lunes, la familia de Alexis iría al departamento a conocerla.Ashley tenía los nervios de punta, no estaba lista para conocerlos, pe
Ashley empezó a despertar y cuando lo hizo por completo, se dio cuenta que estaba abrazando a Alexis ¿Cómo era posible? se preguntó. Dejó de hacerlo sin que él se despertara, apartándose en completo silencio.Miró bajo las sábanas y dio un gran suspiro, pues ambos traían su pijama. Salió de la cama sin hacer ningún ruido y fue hasta el baño.Lo primero que hizo fue verse al espejo y quitarse la blusa. No recordaba haberse puesto la pijama y lo más seguro era que Alexis lo hubiera hecho por ella. Quería asegurarse de que su tatuaje no hubiera quedado expuesto. Sonrió cuando vio que el maquillaje todavía continuaba en su piel en perfectas condiciones. Recostó su cuerpo en la pared y se puso a recordar lo que pasó o hizo ayer durante el evento. Por más que lo hacia su cabeza era un completo lio, todo era confuso e indescifrable. Recordaba a ver estado hablando con Eduardo Miller y beber tres dragos, sonrió cuando supo que Eduardo no lo había sacado ningún ti
Lunes en la noche llegó y Ashley se preparaba para su presentación ante la familia de Alexis. Ellos ya habían llegado y la estaban esperando en la sala. Conocer a la nueva integrante de la familia era esencial para ellos, debían de dar sus puntos de vista y aceptación.Ella estaba algo nerviosa, pero tenía que salir, la reunión era para presentarla después de todo. Alexis nuevamente contrató a maquillistas para Ashley, ellos se encargaron de todo, ya terminado su trabajo, se fueron. Ashley tuvo que sacarlos de forma amable, pues tenía que maquillar el tatuaje y colarse el vestido, para eso no necesitaba ayuda.Se miró en el espejo y vio que el tatuaje estaba cubierto, no había evidencia que la condene. Fue hasta el armario y tomó el vestido que Alexis le había comprado para esta ocasión. Un hermoso vestido de color azul marino, muy largo que sus delicadas prendas besaban el suelo y brillaban como estrellas en un cielo de noche y despejado.Se lo puso y le quedaba es
Alexis fue de inmediato donde ellos al escuchar el estruendo en la sala, le pareció algo alarmante y no quería pensar lo peor. -¿Dónde está Ashley? – preguntó, a la vez que la buscaba con la mirada.-Al abrir el vino, el tapón salió disparado y le dio al jarrón. Un pedazo de este logró alcanzarla y se ha ido al baño – explicó Ibeth, de acercó as a é y volvió a decir preocupada – ve con ella hermano, no ha aceptado nuestra ayuda, por más que quise acompañarla. Alexis asintió y subió las escaleras como una bala buscando a Ashley, al escuchar lo sucedido.Ashley tenía el vestido en la cintura, decidió bajar los tirantes para poder limpiar aquella mini herida marcada en parte de su pecho. Por suerte llevaba sostén, aunque se lamentaba no ir primero a su baño, pues hay tenía un botiquín que a diferencia del de Alexis no estaba cerrado con contraseña. ¿Por qué quería mantener con seguridad un simple botiquín? Se preguntó.Como no tenía alco