Ashley esperaba en su oficina, movía y resonaba sus dedos en el escritorio conforme pasaba el tiempo. Quería ir donde Alexis, pero Cristian estaba con él desde hace una hora.
Harta de esperar, decidió ir y tocar la puerta con sus nudillos.- Pase - se escuchó la voz de Alexis desde el otro lado de la puerta.Ashley respiró y entró con una sonrisa dibujada en su rostro. Al ver a cristian lo saludó.-Buenos días, Cristian. - dijo mientras caminaba.-Hola Ashley - respondió él sonriendo.Alexis observó la escena, ya tenía conocimiento de que ellos se conocían y se trataban como amigos, pues Ashley podía tutear a Cristian. Se levantó de su puesto y la tomó de la cintura.-¿A qué has venido, Ash? - preguntó de forma dulce tocando su nariz, era más que un coqueteo.Ashley decidió rodearlo con las manos, pues estaban frente a Cristian y se imaginó que él no sabía nada y era como los demás, simples espectadores.Alexis llegó a su departamento, lo sintió vacío. Ana se sorprendió al verlo llegar solo, curiosa por lo que veían sus ojos le preguntó.-¿Y la señorita Ashley?-No vendrá hasta el sábado – habló él observando fijamente las luces encendidas, mientras guardaba sus manos en los bolsillos.-Entiendo, apagare la luz de inmediato - Ana estaba apunto de hacerlo, hasta que Alexis la interrumpió. -No será necesario, déjalas prendidas – caminó a su despacho y estando apunto de cerrar la puerta, volvió a decirle – avísame cuando la cena este lista.Esto fue algo que sorprendió a Ana. Alexis tenía mucho tiempo viviendo en la oscuridad y este cambio tan repentino hizo que el corazón de Ana se alegrara, supo que Ashley era buena para él.- De acuerdo señor - respondió ella sonriendo....A la mañana siguiente Ashley se despertó al escuchar la alarma sonar un sin número de veces. Miró a su alrededor y como en los viejos
A la mañana siguiente Ashley ya se estaba despidiendo de sus amigas.-Cuida mucho de Jos, Susan – le dijo a la enfermera mientras la abrasaba.-No te preocupes, yo cuidare de ella, está en buenas manos – respondió muy gentil.Ashley se soltó de Susan y fue a los brazos de Jos.-Te veré el próximo viernes.-Ya te empiezo a extrañar – dijo Jos abrazándola con fuerza. Amaba mucho a su amiga y para ella era muy difícil separase de Ashley.Ashley no tuvo de otra y tuvo que soltarla, la vio por última vez y salió del departamento. Benjamin ya la esperaba.-Buenos días, señorita Ashley – dijo él abriendo la puerta del coche.-Hola Benjamín, me alegra mucho verte – habló sin ánimos y entró en el coche.Todo el camino estuvo en silencio, su mente estaba en otro lugar. No sabía cómo su libertad se redució aún día a la semana. Se tatuó, se enfrentó a sus padres, luchó con todo aquel que quería lastimarla, entró a
La siguiente semana continuaron de manera normal, tal cual lo tenían planificado. Iban a la empresa juntos, almorzaban juntos y salían a la misma hora.Los besos también se hacían presentes, frente a las personas y frente a los paparazis. Cada vez nuevas noticias se decían de ellos, ambos eran el epicentro de todo New York, la noticia del momento, el estallido. Una vez que llegaban al departamento, cenaban, pocas eran las palabras que se escuchaban de ellos y se encerraban en sus habitaciones. Viernes llegó y Ashley fue donde su amiga, jugaron, bailaron e hicieron actividades con Susan. Y en la noche, Ashley se preparó para su nuevo encuentro, el cual lo ganó.El sábado volvió a la hora que le dijo Alexis. En la noche tenían un evento muy importante donde muchos empresarios iban a asistir al encuentro y el lunes, la familia de Alexis iría al departamento a conocerla.Ashley tenía los nervios de punta, no estaba lista para conocerlos, pe
Ashley empezó a despertar y cuando lo hizo por completo, se dio cuenta que estaba abrazando a Alexis ¿Cómo era posible? se preguntó. Dejó de hacerlo sin que él se despertara, apartándose en completo silencio.Miró bajo las sábanas y dio un gran suspiro, pues ambos traían su pijama. Salió de la cama sin hacer ningún ruido y fue hasta el baño.Lo primero que hizo fue verse al espejo y quitarse la blusa. No recordaba haberse puesto la pijama y lo más seguro era que Alexis lo hubiera hecho por ella. Quería asegurarse de que su tatuaje no hubiera quedado expuesto. Sonrió cuando vio que el maquillaje todavía continuaba en su piel en perfectas condiciones. Recostó su cuerpo en la pared y se puso a recordar lo que pasó o hizo ayer durante el evento. Por más que lo hacia su cabeza era un completo lio, todo era confuso e indescifrable. Recordaba a ver estado hablando con Eduardo Miller y beber tres dragos, sonrió cuando supo que Eduardo no lo había sacado ningún ti
Lunes en la noche llegó y Ashley se preparaba para su presentación ante la familia de Alexis. Ellos ya habían llegado y la estaban esperando en la sala. Conocer a la nueva integrante de la familia era esencial para ellos, debían de dar sus puntos de vista y aceptación.Ella estaba algo nerviosa, pero tenía que salir, la reunión era para presentarla después de todo. Alexis nuevamente contrató a maquillistas para Ashley, ellos se encargaron de todo, ya terminado su trabajo, se fueron. Ashley tuvo que sacarlos de forma amable, pues tenía que maquillar el tatuaje y colarse el vestido, para eso no necesitaba ayuda.Se miró en el espejo y vio que el tatuaje estaba cubierto, no había evidencia que la condene. Fue hasta el armario y tomó el vestido que Alexis le había comprado para esta ocasión. Un hermoso vestido de color azul marino, muy largo que sus delicadas prendas besaban el suelo y brillaban como estrellas en un cielo de noche y despejado.Se lo puso y le quedaba es
Alexis fue de inmediato donde ellos al escuchar el estruendo en la sala, le pareció algo alarmante y no quería pensar lo peor. -¿Dónde está Ashley? – preguntó, a la vez que la buscaba con la mirada.-Al abrir el vino, el tapón salió disparado y le dio al jarrón. Un pedazo de este logró alcanzarla y se ha ido al baño – explicó Ibeth, de acercó as a é y volvió a decir preocupada – ve con ella hermano, no ha aceptado nuestra ayuda, por más que quise acompañarla. Alexis asintió y subió las escaleras como una bala buscando a Ashley, al escuchar lo sucedido.Ashley tenía el vestido en la cintura, decidió bajar los tirantes para poder limpiar aquella mini herida marcada en parte de su pecho. Por suerte llevaba sostén, aunque se lamentaba no ir primero a su baño, pues hay tenía un botiquín que a diferencia del de Alexis no estaba cerrado con contraseña. ¿Por qué quería mantener con seguridad un simple botiquín? Se preguntó.Como no tenía alco
“Bajo la luz de las velas y junto a la chimenea, Alexis y Nataly se encontraban consumiendo su amor, mientras el sonido de las ramas quemarse se escuchaba muy despacio. -Te amo, Nataly – dijo Alexis acariciando su espalda completamente desnuda, a la vez que depositaba cálidos besos en su frente. -Yo más, Alexis, te amo, te amo – habló ella buscando sus labios y uniéndose a él. Nataly volvió a recostar su cabeza en el pecho de Alexis, algo melancolía le dijo.-Tus padres no me aceptan, creo que deberíamos terminar con esta relación – lo miró a los ojos – No quiero que te deshereden por mi culpa, lo mejor será separarnos y no volvernos a ver. Alexis la tomó del mentón, sintió su melancolía y le dijo.-No hagas caso de sus amenazas, vas hacer mi esposa y ellos tendrán que aceptarte – volvió a besarla para que estuviera más tranquila. - lo prometo. -Te amo – sonrió por sus palabras, luego dio un gran suspiro. Alex
Ashley notó que en todo el camino Alexis iba molesto con el entrecejo arrugado, respiración pesada y muy serio. Tal vez la plática con su padre lo había puesto de esa forma, había logrado cambiar su estado de ánimo. El silenció se mantuvo hasta que llegaron al departamento.-¿Te encuentras bien, Alexis? – se atrevió a preguntar Ashley y tomó su mano con total cuidado. Él la miró, no le dijo nada, se soltó de ella, fue hasta su despecho y se encerró ahí dentro. Ashley no comprendía su actitud y en el fondo le dolió que él no confiera en ella. -El señor, necesita estar a solas. Déjelo señorita, ya verá que después se le pasa – dijo Ana tratando de responderle a Ashely con lo poco que podía. -Está bien, Ana – Ashley asintió y subió hasta su habitación.Alexis se sirvió un trago, a la vez que buscaba el sillón y se sentaba en el. Las palabras de su padre lo tenían irritado hasta el punto de sentir que perdía la cabeza. Recostando la es