Ashley empezó a despertar al sentir un peso sobre su pecho. Lentamente abrió los ojos y notó a un joven que desconocía dormir junto a ella abrazándola como si fuera su pareja. Enrrolló su cuerpo en las sábanas blancas, se levantó muy despacio y apartó sus fuertes y pesados brazos con mucho cuidado para no despertarlo.
Tres tragos la llevaron a dormir con él y hacer algo más. Ashley llevó sus manos a la boca, no podía creer lo que había hecho la noche pasada, pero no sé arrepentía, era él o el estúpido de su ex novio. Arregló sus cabellos para atrás, lo que pensó que era un sueño, resultó ser real y lo vivió en una noche de pasión desenfrenada. De inmediato buscó su ropa interior, se puso de pie y recordó todo lo que había pasado con el desconocido.Aquel joven había sido su primer hombre, sentía algo de vergüenza de tan solo pensarlo. Lo miró por última vez y apreció su belleza. Tomó el resto de su ropa entre sus brazos y salió de la habitación en total silencio como un gato husmeando.En el camino se puso la ropa como pudo, preocuramdo no hacer ningún sólo ruido. Mientras lo hacía, observó el lujoso departamento. De noche no le prestó atención, pues todo su cuerpo le pertenecía a aquel desconocido que la tomó como si le perteneciera y ella lo aceptó. El departamento era muy elegante, de colores neutros, muy bien amoblado, lujosos accesorios y tenía un bar privado en la sala. Sobre el techo colgaba un hermoso candelabro incrustado de finos diamantes y accesorios de oro puro.Al querer salir de aquel lugar, una mujer algo mayor la vio. Su ropa era de servicio; vestido blanco y delantal negro. Sus cabellos tenían rizos blancos, mediana estatura y su piel estaba arrugada por todos los años que llevaba encima. Se acercó a Ashlye y le preguntó sorprendida por verla en el departamento, y más por verla bajar asustada, como sí huía de algo.-¿El señor, ha despertado ya?"¿señor? ¿Qué señor? ¿A caso es aquel joven con él que había pasado la noche?" Pensó, su mente era un lio, ni siquiera sabía su nombre, qué clase de mujer era. Su rostro fue cubierto por el color rojizo que pigmentación sus mejillas.-¿Despertó? – volvió a preguntar la mujer al notar que ella se había quedado muda y roja al sentirse descubierta.- Continúa dormido – respondió Ashley con algo de vergüenza. No sabía dónde esconderse en ese momento. Si existían los milagros, necesitaba uno más que nunca.La mujer asintió, caminó hasta la cocina y antes de entrar le dijo muy amable.- Esta tá bien querida, el señor tiene el sueño pesado. Desde que despertó duerme hasta tarde. Haré el desayuno ¿Quieres comer algo? ¿Qué puedo cocinar para ti?- Muchas gracias, pero estoy con el día. - Ashley observaba al segundo piso, no quería que el desconocido despertara y la encontrara ahí. Y Sobretodo, no quería dar explicaciones.- ¿Te vas ya? - preguntó la mujer más sorprendida que cuando la vio.-Sí, tengo cosas que hacer – habló apresurada, su tono rojizo de las mejillas todavía continuaba acompañándola. Decidió dar la media vuelta y antes de salir, recordó que no sabía en qué lugar estaba. Volvió a mirar a la mujer y preguntó - Disculpe, pero ¿Dónde estoy?La mujer quedó anonadada ante tal pregunta. Su señor siempre dormía con mujeres, pero jamás las traía al departamento y pensó que ella era una excepción, quizás quizás su actual pareja.-¿Cómo es qué no sabes dónde estás muchacha? - preguntó la mujer ingenua - El señor te trajo hasta acá, creí que eras su novia."¿Cómo podía ser su novia si apenas se conocieron en una noche?" Esa pregunta llegó a su mente como un huracán. La mujer notó la expresión de Ashlye, eran confusas y con algobde vergüenza. Entendió que sólo era una aventura de su señor y se animó a responder desanimada.-Te encuentras en el centro New York.-¡¿New York?! – preguntó Ashley casi gritando ¿Cómo carajos había llegado hasta ahí? Si ella se ubicaba en Chicago.- Así es – volvió a decir la mujer, preocupada por la actitud de la chica le preguntó - ¿Te encuentras bien? ¿Quieres que te de algo? ¿Quizás quieres sentarte?- No se preocupe, me encuentro muy bien. Tengo que irme, fue un gusto conocerla.Entró en el ascensor y entró, lo último que vio fue a la mujer con una actitud seria hasta que las puertas se cerraron por completo. Una vez fuera del edificio, se dirigió a una farmacia, recordaba que él sí utilizó condón, pero tenía que estar segura de ello. Compró una pastilla, una botella de agua y se la tomó en ese instante, se sintió tranquila después de eso. Tomó el autobús con destino a Chicago y se fue de aquel lugar.En todo el camino, lo único que hacía era pensar en lo sucedido de la noche anterior. Observaba por la ventana del bus aquellos paisajes, pero su mente se mantenía en aquel desconocido, recordando cada caricia, cada beso que recorrió su piel, sus palabras y esos ojos."Eres hermosa y haré que tu primera vez sea mágica" - recordó sin dejar de tocar sus labios.....Cuando llegó a su departamento, lo miró de arriba abajo, pensaba en entrar o no. Su mirada se dirigió hasta un local donde se realizaban tatuajes, siempre había menospreciado aquel lugar, creía que los tatuajes eran para personas sin nada que hacer. Dejó ese pensamiento aún lado, apretó sus puños y entró. Observó muchos tatuajes y uno en particular la atrapó por completo.-Quiero esté – le dijo al encargado.-Buena elección – dijo él tomando sus herramientas para prepararse.Ashley había elegido un animal mítico, mita león y mita águila sobre su pecho, lo quería, lo deseaba sobre su piel.Se vio en el espejo y le encantó el resultado. Ese sería su nuevo comienzo y empezaría desde ahora. Tomó su chamarra y se la puso. Pagó por el tatuaje y se marchó del local.Abrió la puerta de su departamento y entró. Al hacerlo, unas manos cálidas rodearon su cuerpo, sorprendiendola al intante.- Estaba preocupado por ti ¿Dónde estabas? – preguntó Miguel, su voz sonaba angustiada, desesperada y preocupada. Tenía ojeras y un rostro deprimido.- Ashley, responde. - volvió a decir.Ashley lo miró con odio, lo apartó enseguida y le dijo con una voz dura y firme.- Vete, no te quiero ver ¡fuera! – señaló la puerta.- Dame la oportunidad de explicártelo. - rogó desesperado.- He dicho que te largues – volvió a decir Ashley con más fuerza. - Lárgate, ahora mismo, no soportó verte.- Ya la escuchaste, Miguel, vete – intervino Joselyn, mejor amiga de Ashley. - ella no se encuentra bien y mucho menos después de lo que le hiciste.Miguel bajó su mirada, sabía el gran error que había cometido, pero no estaba dispuesto a perderla. Volvió a ver a Ashley y le dijo calmado, dispuesto a esperarla.
La alarma suena sin cesar, indicando que son las 7 a.m.Ashley levantó su mano para apagarla, tenía jaqueca después de desvelarse. Estira su cuerpo y se da cuenta que se habían quedado dormidas en la sala. Ayer se habían mudado y al terminar de arreglar las cosas, decidieron ver algo de películas, aturdidas por el cansancio y el sueño, se quedaron a dormir ahí.Toma una almohada y la avienta a Joselyn, haciendo que esta despierte de forma inmediata.- Estoy despierta – dice ella hablando rápido – oh, por Dios mira la hora, tenemos que vestirnos y más tú para la entrevista de trabajo. Date prisa, Ashley. - como pudo se puso de pie y empezó a correr.Joselyn, trabajaba en una agencia de modelo y por medio de sus amistades le había conseguido una entrevista a Ashley. Empezaría como asistente del CEO y con algo de suerte, lograría ejercer su profesión.- Iré a darme un baño – respondió Ashley restregándose las vistas, su trabajo en realidad n
-Por favor toma asiento – dijo el hombre ocultando toda clase de expresión de su rostro. Para decir verdad estaba sorprendido por verla, pero no iba a demostrarlo. Ashley volvió a respirar profundo, para contener sus expresiones, a igual que él tenía que mantener una postura seria y hasta autoritaria. Respirar profundo era su tic, cuando se sentía incomoda o molesta lo hacía. Tomó asiento con mucha calma y la entrevista empezó.Alexis tomó los documentos de Ashley. Su currículo era de buenas recomendaciones por parte de empresas pequeñas en las que ella había trabajado y que extrañamente el trabajo sólo le duraba ocho meses. Notó que apenas se había graduado y tenía buenas calificaciones, pero no era suficiente, él buscaba una persona eficaz para el puesto, alguien responsable y dispuesto a obedecer sus órdenes.Ashley se mantenía serena, pero por su mente empezaron a recorrer miles de ideas. Se decía así misma sí ese trabajo era importante, sí realmente
Joselyn llegó y lo primero que hizo fue ir por su amiga.-¡¿Cómo te fue? ¿te aceptaron?! – preguntó entusiasmada, queriendo escuchar una repuesta positiva de parte de Ashley.-Dijeron que me llamarían – respondió Ashley sin ninguna emoción. Ella sabía muy bien que esa llamada jamás iba a llegar, pues su entrevista fue un asco, un fracaso, un completo fiasco provocada por ella misma.-Se que te van a llamar ¡Lo hará! En un parpadeo tu celular va a sonar y te daran información de que estas contraatada, animó Ash.Ashley trató de fingir una sonrisa para su amiga, no podía quitarle la alegría. Joselyn era la última persona que le quedaba, con la que podía confiar y sentirse en familia, era esa hermana que nunca tuvo.-De acuerdo, pero hasta que se atrevan a llamar, veamos películas. - habló fingiendo estar feliz. -Dame un segundo, iré a cambiarme de ropa. Ya no soporto estos zapatos, me están matando. - en cuanto pudo se los quitó
Ashley llegó al punto de encuentro, estacionó su moto y entró a pasos breves. Al entrar pudo apreciar los gritos de los fanáticos desesperados por ver la pelea, cosa que le alegraba, se sentía como en casa. Llegó en su camerino, ahí le esperaba Camilo, su amigo y representante de peleas.-Llegas a tiempo – dijo Camilo acercándose a ella y ayudando a quitarle la chaqueta del cuerpo.-¿Ella está aquí? – preguntó Ashley, mientras vendaba sus manos con un trozo de tela para protegerlas de los golpes. -Sí, ahora mismo se está cambiando. Recuerda ser directa y rápida mientras te proteges. Intimídala como solo tú sabes hacerlo.Ella estiró sus labios por el gran concejo de su amigo, terminó de arreglarse y le dijo.- Lo haré.Al poco tiempo entró Helen, novia de Camilo, quien al verla fue a abrazarla.- ¿Lista para ganar? - preguntó, al mismo tiempo que se separaba de Ashley.- Por supuesto, Helen, siempre estoy lista
La alarma empezó a sonar. Ashley despertó enseguida, no pudo dormir bien, el dolor en su costilla la estaba matando, definitivamente necesitaba ir al hospital de urgencia.Salió de la cama y fue hasta el espejo de la habitación, levantó su blusa y vio lo que antes era una marca roja, ahora se había transformado en un gran moretón con algo de verde en su costilla. Intentó tomarla, pero el dolor no se lo permitió. Nuevamente sacó las pastillas y tragó una, tenía que ir a trabajar, era su primer día y no iba a faltar por unas costillas rotas. Se cambió con mucho cuidado, sin lastimarse y salió hasta a la sala, donde Joselyn la esperaba.-Buenos días ¿lista para tu primer día de trabajo? – dijo Jos sonriendo de oreja a oreja por verla frente a ella.-Supongo que si – respondió Ashley sin ninguna emoción.-Ya quita esa cara y siéntate a comer, he preparado el desayuno tal y como te gusta.-Gracias Jos – Aunque el sueño la estaba y la costilla
Ashley fue atendida de forma rápida. Cristian dio su apellido y el personal médico sin dudarlo los dejaron pasar, tenía mucha influencia en esa clínica. Además, él donaba una cantidad de dinero anualmente. -Quítate la camisa – ordenó la doctora, mientras tomaba sus herramientas para examinarla. Ashley obedeció y empezó a desbotonar la camisa que llevaba puesta, era una blanca con mangas largas. Cristian estaba dentro de la habitación, algo incomodo, fijó su vista en otro lado, pero cuando volvió a verla, se dio cuenta del enorme tatuaje que cargaba ella sobre su pecho, cosa que hizo que se sorprendiera. La doctora vio el enorme moretón en la costilla derecha, estaba algo infectado y hasta inchado. Miró a Ashley y le dijo.-Tus costillas están rotas, pero para estar más segura, te haré unas radiografías de inmediato. - la miró un poco más y pregunte curiosa. -¿Cómo es que te hiciste esto?-Caí en el baño mientras me bañaba – mintió, no
Cuando Alexis llegó a la empresa, notó el escritorio vacío donde se suponía que debería estar su asistente. No le dijo nada a la secretaria y entró en silencio. Ella lo vio y cuando quiso alcanzarlo para darle el recado de Cristian, fue tarde, pues las puertas se cerraron de golpe. Alexis tenía demasiado trabajo, tanto que la jaqueca empezaba a florecer. Se molestó aún más al observar por segunda vez la oficina de su asistente vacía. No sabía si esa molestia era por la irresponsabilidad de Ashley o porque quería verla.Horas más tarde llegó su mejor amigo Cristian. - Señor Johnson. - dijo la secretaria al verlo. - No he podido darle su recado al señor Smith.- Descuida Mariela, lo haré yo mismo. - dijo con su coqueta sonrisa y fue donde Alexis.Entró en la oficina, tomó asiento y pudo apreciar que Alexis estaba molesto.-Cambia ese humor, hombre – habló en tono de burla.Alexis levantó su mirada y bajó la tapa de la la