—Yo no quise decir eso, — explicó Valentina muy nerviosa, —¡no sabía que esto era tan grave!

—No te involucres ni preguntes por este asunto, — dijo Esteban enfáticamente. —Si la familia Rodríguez supera esto sin problemas, puedo dejar pasar el problema con el grupo Álvarez. Pero si la familia Rodríguez no logra superarlo, si no pueden entregar a tiempo a NeuroNexoTech, nadie podrá salvar a la familia Pérez. Esteban iba a arrancar el coche de nuevo cuando sonó en ese instante su teléfono.

—¿Hola? — contestó Esteban.

Lo que dijeron al otro lado del teléfono hizo que la expresión de Esteban se volviera sombría al instante. —Está bien, yo me encargo. No te preocupes por eso—, dijo antes de colgar.

Luego, Esteban llamó a su asistente: —Ve y contacta de inmediato a la familia Pérez. Diles que BioFarmaTech debe entrar esta tarde. Infórmales que lo dije yo. De lo contrario, los perseguiré por incumplimiento de contrato.

Valentina sintió un fuerte nudo en la garganta al escuchar esto. Cuando Es