Esteban tranquilizó un poco a Valentina: —No tengo otras intenciones, solo estoy muy preocupado de que Isabella caiga en la misma adicción al juego que Xavier.

—Esteban, Xavier jugaba en este mismo casino. ¿No crees que tal vez Isabella podría estar intentando vengarse de mí llevándote consigo?

—¡Isabella no es ese tipo de persona! —interrumpió de inmediato Esteban a Valentina.

Valentina apretó los labios, sintió un fuerte nudo en la garganta y, soltando lentamente la mano de Esteban, preguntó: —Esteban, ¿te arrepientes? ¿Te arrepientes de haberme elegido a mí en lugar de Isabella?

—¡Pequeña traviesa, no es lo que piensas! —Esteban no sabía muy bien cómo explicarle a Valentina, —Incluso como amigos, no quiero que Isabella siga los pasos de Xavier y caiga en la maldita adicción al juego.

—¿Entonces no podemos enviar a Antonio para hablar con Isabella? —preguntó Valentina. Al ver que Esteban no respondía nada en lo absoluto, finalmente cedió, —Si insistes en ir, ¡entonces iré contigo!

Es