Como si Marilyn supiera lo que estaba pasando, dijo sorprendida: —Debe ser Astrid, ¿verdad? Debe haber sido ella quien te dijo algo— Habló con los dientes apretados, como si Astrid fuera la persona que más odiaba en su vida.

Joshua no esperaba que incluso en este punto, Marilyn todavía no tuviera ningún rastro de culpa.

Era claramente culpa de su familia que había logrado que Astrid no tuviera ningún lugar a donde ir, sin embargo, todavía podía ser descarada.

Era la primera vez que Joshua veía a Marilyn así, lo que le hizo quedar un poco sorprendido, y simplemente tiró del cuello de su camisa directamente y gritó por lo bajo: —¿Quién te crees que eres?— Joshua estaba realmente enfadado.

No entendía por lo que había pasado Marilyn para llegar a ser así, pero lo que más odiaba en la vida era ese tipo de persona.

—¡Largo de aquí!— Joshua finalmente no pudo contener estas palabras a Marilyn.

No quería decirlo, pero simplemente no podía evitarlo.

Uno, la ira que había estado sintiendo