Joshua miró hacia arriba y allí había una figura que le hizo doler el corazón.

—¿Astrid?— Como si se hubiera despertado, gritó suavemente ese nombre.

¿Era ella quien había regresado?

Joshua podía sentir los violentos latidos de su corazón.

¿Podría ser ella?

Esta insensata mujer había provocado que pasara tanto tiempo buscándola. Tendría que darle una buena charla más tarde.

Pensando en esto, el estado de ánimo de Joshua mejoró ligeramente. Dejó su cerveza y se puso de pie.

La figura familiar estaba de pie frente a la puerta de la oficina de esa manera, haciendo que Joshua no pudiera ver su aspecto, y luego la mujer entró en la oficina.

Solo entonces Joshua pudo ver bien la cara que se parecía mucho a la de Astrid, y la decepción en su corazón no pudo evitar que brotara. No se acercó, sino que se sentó de nuevo en el sofá.

—¿Qué estás haciendo aquí?— El tono de Joshua era un poco impaciente. No sabía qué hacía Marilyn todavía aquí —Si no recuerdo mal, la empresa de la familia Dea