—Yo también he venido a comer— ella le dedico una mirada coqueta a Joshua, mientras le miraba fijamente.

Sin embargo, Joshua se levantó, lo que hizo que Lina Fiordo se confundiera un poco y se quedara mirando a Joshua con una interrogante.

—En ese caso, entonces tómese su tiempo para disfrutar, Srta. Fiordo— Joshua esbozó una leve sonrisa de cortesía ella no era bienvenida pero, no quería ofender a la mujer que tenía delante, ni quería mucho menos hacerse cercano a ella. No es que no supiera lo que ella pensaba, pero no tenía ningún pensamiento sobre la persona que tenía delante. Aunque Lina Fiordo tenía un aspecto pulcro, seguía sin sentir ni pizca de simpatía, aparte de resultarle algo molesta, no tenía ningún otro pensamiento.

Por supuesto, si Lina Fiordo no se le acercaba y no decía nada, se sentiría muy bien.

La razón principal es que su corazón ya no puede aceptar a nadie más, en absoluto. Aunque viva el resto de su vida solo, no quiere estar con nadie más que no sea Astrid.

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