Capitulo 2

De vuelta en su habitación, rodeó su cuerpo con los brazos en silencio, sin poder evitar que sus lágrimas volvieran a salir. Sólo en esta habitación podía llorar incontroladamente, porque Joshua nunca venía, ni siquiera miraba esta habitación.

De hecho, durante los últimos tres años, podía sentir la creciente indiferencia de Joshua hacia ella, pero pensaba obstinadamente que mientras siguiera a su lado, algún día sería tan bueno como lo había sido al principio. Pero el acuerdo de divorcio de la noche parecía haber roto la última línea de defensa.

Estaba realmente al borde de no poder aguantar más.

Astrid se sentó tranquilamente durante una noche hasta que un rayo de sol se coló en la casa a primera hora de la mañana. La luz del sol durante el invierno seguía siendo cegadora, y Astrid se dio cuenta de que su aliento parecía estar un poco caliente, pero ahora no podía importarle menos, se apresuró a mirar el reloj, ya eran las 6:30, en diez minutos Joshua se levantaría. Si no se daba prisa en hacer el desayuno, Joshua se enfadaría.

Se levantó de mala gana, su cabeza estaba un poco mareada. Astrid no se molestó por esto, se iría a descansar bien después de cocinar.

En el momento en que empujó la puerta, sintió que su cuerpo era luz, y al momento siguiente, era oscuridad.

En su sueño, Joshua se fue sin mirar atrás, Astrid trató desesperadamente de alcanzarlo, pero era como si Joshua no la viera. Caminando cada vez más lejos, gritó el nombre de Joshua en repetidas oportunidades, pero en la distancia, era como si él no lo escuchara.

–¡Joshua! – Astrid luchó por abrir los ojos, jadeó ligeramente, su corazón latía sin parar.

Y de repente la familiar y agradable voz de Joshua sonó en sus oídos –Ya que estás despierta, yo debo ir a trabajar– Después de decir eso, estaba listo para irse, pero de repente, su brazo fue agarrado por una mano suave.

Cuando volvió a ver a Joshua, Astrid casi gritó de nuevo. Eso es bueno, era realmente genial. Joshua seguía ahí. Es bueno. Es tan bueno. Aún podía sentir el calor de Joshua en su pequeña mano. El sueño que acababa de tener le hacía pensar que Joshua había desaparecido de su mundo para siempre y ver a Joshua de nuevo, hizo desbordar la felicidad de Astrid.

–Por favor, no te vayas, quédate conmigo un rato, ¿está bien?– Los dos ojos claros de Astrid miraban expectantes a Joshua, todavía un poco adormilada por el hecho de que acababa de despertarse, parecía un pequeño gatito.

De hecho Astrid no tenía muchas esperanzas de obtener una afirmación, pero si Joshua se lo prometía, estaría más tranquila.

Mirando a Astrid pedir las cosas de tal manera, logro cierta tolerancia por parte de Joshua. Tal vez porque le había despreciado durante mucho tiempo, sentía cierta culpa en su corazón.

Suspiro y le dijo – cuando termines de beber la medicina me iré.

El corazón de Astrid se emocionó, pero no duró mucho.

El teléfono de Joshua sonó, era un mensaje y al leerlo las hermosas cejas de Joshua se fruncieron ligeramente.

Mirando a Joshua Astrid tuvo un mal presentimiento– ¿Joshua?– le llamó.

Cómo si no hubiera escuchado, Joshua camino a la puerta para salir de la habitación de Astrid, su voz se volvió fría otra vez –Algo ha sucedido en la empresa, no te acompañaré. La medicina está a tu lado, recuerda tomarla, deberías dormir más.

–¿Joshua?– Astrid llamo a Joshua de forma rápida, Él se detuvo antes de salir de la habitación, pero no giro a verla, solo espero en silencio, la habitación estaba oscura y Astrid solo podía ver la figura, está escena era tan parecida a sus pesadillas–Volverás, ¿Verdad?– como una súplica Astrid apretó con fuerza la esquina de la cobija, era para obligarse a contener los temblores y temores que tenía en su cuerpo mientras le pregunto a Joshua.

Sentía como el aire alrededor se calentaba poco a poco tanto que podría desmayarse, pero no es momento, Astrid estaba esperando una respuesta de Joshua para poder hacerlo, de lo contrario no podría siquiera pensar con claridad.

–Por supuesto – la respuesta llegó y sin titubeos, con un clic seguido de suaves pasos la puerta cerró, quedaron en la habitación solo el sonido del reloj.

Tras la respuesta de Joshua, Astrid dejo escapar un suspiro de alivio, su cuerpo gradualmente se relajo también. La temperatura que le rodeaba bajaba lentamente, no había ni frío ni calor en el aire.

¿Había alguna posibilidad de que Joshua se preocupara por ella un poco? Sino hubiera pasado nada en la empresa, ¿él se hubiera quedado un poco más con ella? Normalmente, cuando le rogaba solo le daba una mirada fría y luego darse la vuelta, pero hoy no se había ido como costumbre. Tal vez si aguantaba un poco más se enamoraría poco a poco de ella. Llegara el momento donde él podrá notarla. Astrid se levantó poco a poco y con mucha dificulta, Joshua le había dicho que tomara la medicina, el le estaba cuidando así que tenía que ser obediente y beber la medicina para que cuando Joshua regresará, pudiera estar sana.

La medicina tocó sus labios y lengua, bajando lentamente por su garganta, era sumamente amarga, tan amarga que sus ojos se volvieron rojos. Había odiado beber medicina desde que era un niño, especial una medicina tan amarga.

En el pasado, era su madre quien la engatusaba para que se tomará la medicina esperando pacientemente a que se la terminará antes de meterle un caramelo en la boca y acariciarle suavemente la espalda mientras lloraba.

Desde que se casó con Joshua, nunca había vuelto a llorar mientras tomaba la medicina porque Joshua había dicho que alguien ya adulta no debería tener a la amargura de la medicina y debía beberla fácilmente.

Así que siempre que se enferma, fingía que no que pasaba nada y bebía la medicina amarga y esperaba que Joshua lo notará en busca de su aprobación.

Pero Joshua nunca lo dijo ni una sola vez. Ni siquiera tomo la iniciativa de darle la medicina, ni le vio nunca beberla. Así que toda la amargura de estos tres largos años se la guardo par así misma.

Después de beber la medicina Astrid se limpio la boca. Había aguantado bien y se preguntó si su madre estaría contento de verla tan fuerte ahora.

Hablando de su madre, Astrid volvió a pensar en los cuidados intensivos ¿Cuánto tiempo había pasado desde que la visito? Cuando se recupere está vez, debe llevará a Joshua con su ella. La última vez le dijo a su madre que la próxima vez irá con él a visitarla.

Han pasado tres años y nunca despertó , solo el sonido de los instrumentos que gotean demuestran que sigue con vida. Sino fuera por ese accidente, ¿no sería así? Pero… si no fuera por ese accidente, ¿No sé hubiesen conocido ella y Joshua?

Pensado en eso a Astrid le dolió el corazón, no quería esto, no quería eso, pero tampoco quería que su madre se volviera así.

Si su madre pudiera despertar, ya no tendría más deseos. Aunque Joshua nunca se enamora de ella de en esta vida, mientras pudiera permanecer tranquilamente a su lado, eso estaría bien, estaría satisfecha.

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