De vuelta en su habitación, rodeó su cuerpo con los brazos en silencio, sin poder evitar que sus lágrimas volvieran a salir. Sólo en esta habitación podía llorar incontroladamente, porque Joshua nunca venía, ni siquiera miraba esta habitación.
De hecho, durante los últimos tres años, podía sentir la creciente indiferencia de Joshua hacia ella, pero pensaba obstinadamente que mientras siguiera a su lado, algún día sería tan bueno como lo había sido al principio. Pero el acuerdo de divorcio de la noche parecía haber roto la última línea de defensa.
Estaba realmente al borde de no poder aguantar más.
Astrid se sentó tranquilamente durante una noche hasta que un rayo de sol se coló en la casa a primera hora de la mañana. La luz del sol durante el invierno seguía siendo cegadora, y Astrid se dio cuenta de que su aliento parecía estar un poco caliente, pero ahora no podía importarle menos, se apresuró a mirar el reloj, ya eran las 6:30, en diez minutos Joshua se levantaría. Si no se daba prisa en hacer el desayuno, Joshua se enfadaría.
Se levantó de mala gana, su cabeza estaba un poco mareada. Astrid no se molestó por esto, se iría a descansar bien después de cocinar.
En el momento en que empujó la puerta, sintió que su cuerpo era luz, y al momento siguiente, era oscuridad.
En su sueño, Joshua se fue sin mirar atrás, Astrid trató desesperadamente de alcanzarlo, pero era como si Joshua no la viera. Caminando cada vez más lejos, gritó el nombre de Joshua en repetidas oportunidades, pero en la distancia, era como si él no lo escuchara.
–¡Joshua! – Astrid luchó por abrir los ojos, jadeó ligeramente, su corazón latía sin parar.
Y de repente la familiar y agradable voz de Joshua sonó en sus oídos –Ya que estás despierta, yo debo ir a trabajar– Después de decir eso, estaba listo para irse, pero de repente, su brazo fue agarrado por una mano suave.
Cuando volvió a ver a Joshua, Astrid casi gritó de nuevo. Eso es bueno, era realmente genial. Joshua seguía ahí. Es bueno. Es tan bueno. Aún podía sentir el calor de Joshua en su pequeña mano. El sueño que acababa de tener le hacía pensar que Joshua había desaparecido de su mundo para siempre y ver a Joshua de nuevo, hizo desbordar la felicidad de Astrid.
–Por favor, no te vayas, quédate conmigo un rato, ¿está bien?– Los dos ojos claros de Astrid miraban expectantes a Joshua, todavía un poco adormilada por el hecho de que acababa de despertarse, parecía un pequeño gatito.
De hecho Astrid no tenía muchas esperanzas de obtener una afirmación, pero si Joshua se lo prometía, estaría más tranquila.
Mirando a Astrid pedir las cosas de tal manera, logro cierta tolerancia por parte de Joshua. Tal vez porque le había despreciado durante mucho tiempo, sentía cierta culpa en su corazón.
Suspiro y le dijo – cuando termines de beber la medicina me iré.
El corazón de Astrid se emocionó, pero no duró mucho.
El teléfono de Joshua sonó, era un mensaje y al leerlo las hermosas cejas de Joshua se fruncieron ligeramente.
Mirando a Joshua Astrid tuvo un mal presentimiento– ¿Joshua?– le llamó.
Cómo si no hubiera escuchado, Joshua camino a la puerta para salir de la habitación de Astrid, su voz se volvió fría otra vez –Algo ha sucedido en la empresa, no te acompañaré. La medicina está a tu lado, recuerda tomarla, deberías dormir más.
–¿Joshua?– Astrid llamo a Joshua de forma rápida, Él se detuvo antes de salir de la habitación, pero no giro a verla, solo espero en silencio, la habitación estaba oscura y Astrid solo podía ver la figura, está escena era tan parecida a sus pesadillas–Volverás, ¿Verdad?– como una súplica Astrid apretó con fuerza la esquina de la cobija, era para obligarse a contener los temblores y temores que tenía en su cuerpo mientras le pregunto a Joshua.
Sentía como el aire alrededor se calentaba poco a poco tanto que podría desmayarse, pero no es momento, Astrid estaba esperando una respuesta de Joshua para poder hacerlo, de lo contrario no podría siquiera pensar con claridad.
–Por supuesto – la respuesta llegó y sin titubeos, con un clic seguido de suaves pasos la puerta cerró, quedaron en la habitación solo el sonido del reloj.
Tras la respuesta de Joshua, Astrid dejo escapar un suspiro de alivio, su cuerpo gradualmente se relajo también. La temperatura que le rodeaba bajaba lentamente, no había ni frío ni calor en el aire.
¿Había alguna posibilidad de que Joshua se preocupara por ella un poco? Sino hubiera pasado nada en la empresa, ¿él se hubiera quedado un poco más con ella? Normalmente, cuando le rogaba solo le daba una mirada fría y luego darse la vuelta, pero hoy no se había ido como costumbre. Tal vez si aguantaba un poco más se enamoraría poco a poco de ella. Llegara el momento donde él podrá notarla. Astrid se levantó poco a poco y con mucha dificulta, Joshua le había dicho que tomara la medicina, el le estaba cuidando así que tenía que ser obediente y beber la medicina para que cuando Joshua regresará, pudiera estar sana.
La medicina tocó sus labios y lengua, bajando lentamente por su garganta, era sumamente amarga, tan amarga que sus ojos se volvieron rojos. Había odiado beber medicina desde que era un niño, especial una medicina tan amarga.
En el pasado, era su madre quien la engatusaba para que se tomará la medicina esperando pacientemente a que se la terminará antes de meterle un caramelo en la boca y acariciarle suavemente la espalda mientras lloraba.
Desde que se casó con Joshua, nunca había vuelto a llorar mientras tomaba la medicina porque Joshua había dicho que alguien ya adulta no debería tener a la amargura de la medicina y debía beberla fácilmente.
Así que siempre que se enferma, fingía que no que pasaba nada y bebía la medicina amarga y esperaba que Joshua lo notará en busca de su aprobación.
Pero Joshua nunca lo dijo ni una sola vez. Ni siquiera tomo la iniciativa de darle la medicina, ni le vio nunca beberla. Así que toda la amargura de estos tres largos años se la guardo par así misma.
Después de beber la medicina Astrid se limpio la boca. Había aguantado bien y se preguntó si su madre estaría contento de verla tan fuerte ahora.
Hablando de su madre, Astrid volvió a pensar en los cuidados intensivos ¿Cuánto tiempo había pasado desde que la visito? Cuando se recupere está vez, debe llevará a Joshua con su ella. La última vez le dijo a su madre que la próxima vez irá con él a visitarla.
Han pasado tres años y nunca despertó , solo el sonido de los instrumentos que gotean demuestran que sigue con vida. Sino fuera por ese accidente, ¿no sería así? Pero… si no fuera por ese accidente, ¿No sé hubiesen conocido ella y Joshua?
Pensado en eso a Astrid le dolió el corazón, no quería esto, no quería eso, pero tampoco quería que su madre se volviera así.
Si su madre pudiera despertar, ya no tendría más deseos. Aunque Joshua nunca se enamora de ella de en esta vida, mientras pudiera permanecer tranquilamente a su lado, eso estaría bien, estaría satisfecha.
La medicina comenzó a hacer efecto, la luz del sol de la mañana rocío suavemente la piel clara y limpia de Astrid. Cualquier que lo viera diría que parecía un ángel… El ángel poco a poco fue arrastrada al mundo de los sueños – Joshua– pronunció el nombre de su amado en un murmullo.En el aeropuerto de los Ángeles la gente iba y venía sintiéndose atraídas por el bullicio, cuando dirigieron sus ojos a la fuente del ruido vieron a un hombre alto de pie en medio de la multitud. Su altura era aproximadamente de 1.90 metros. Le permitió ser el foco de atención entre la multitud, el hombre miro a su alrededor, como si estuviera buscando a alguien. En el momento en que el hombre giro su rostro, la nariz alta, la mandíbula firme y sus sensuales labios bermellón hicieron suspirar a las mujeres a su alrededor, como si les robasen el aliento.Su rostro era tan bello, que nunca podría ser olvidado después de darle solo una mirada, y que seguramente se arraigaría como un árbol con raíces fuerte y
Después de comer, Joshua llevó a Marilyn a otra de sus propiedades, otra villa privada.Al llegar Marilyn miró a su alrededor, pronto recordó que no parecía ser el mismo lugar al que Joshua la había llevado la última vez. Aunque solo había estado en su casa una sola vez antes, podía estar segura de que definitivamente no era aquí. Este era otro lugar.Pero Marilyn no preguntó, estaba segura de que Joshua debía tener sus propias razones para traerlo aquí, y ella simplemente confiaba en él, porque nunca la había defraudado antes.En el momento que encendió la luz, la habitación emitió lentamente una luz púrpura, salpicada de diminutos puntos de luz, como si fuera un cielo estrellado.–¿Esto es?– Marilyn miró sorprendida a Joshua, !Así que todavía se acordaba¡Hace cinco años, es decir, cuando ella y Joshua se conocieron por primera vez dijo casualmente que le gustaba el cielo estrellado y Joshua lo recordó durante esto cinco años.–esta es mi otra casa. Recuerdo que antes dijiste que te
–¿Mari?– Mirando el indicio de pérdida en la cara de Marilyn, Joshua maldijo a Astrid un millón de veces en su corazón. M*****a sea. –Está bien, mi mano está un poco fría, puede que te congele– Marilyn tampoco esperaba que lo evitara inconscientemente, su corazón estaba arrepentido. ¿Qué le pasaba, cómo podía sospechar de él?, debía tener alguna razón para no contarle ahora. Cuando el asunto se resolviera, se lo contaría definitivamente. –Tonta, qué palabras más tontas. Todo es culpa mía por tenerte aquí tanto tiempo– Esta vez, Joshua tomó directamente la mano de Marilyn. Y cuando las cálidas yemas de sus dedos tocaron la fría mano de Marilyn, el corazón de Joshua pareció ser agarrado por alguien. Sujetando su mano un poco fuerte, no podía esperar a sujetarlo más fuerte para mantenerlo caliente. La noche se va enfriando y la habitación se va oscureciendo poco a poco. La luz lavanda es un poco oscura y Marilyn no puede ver la habitación con claridad. De repente la habitación se ilumi
La mano de Marilyn no se soltó debido a las palabras de Joshua– ¡No te vayas! ¡Te lo ruego! Solo por hoy, quédate conmigo. Incluso si te quedes con ella mañana o en el futuro, solo por hoy, ¿puedes ser solo mío?– Marilyn se atragantó, ¿por qué las cosas resultaron así?, ¿Por qué volvió y Joshua ya era de otra persona? –Tonta, no digas tonterías, siempre te he pertenecido. Me divorciaré de ella. Mañana y luego nos casaremos, ¿de acuerdo?– Joshua se dio la vuelta y ahuecó suavemente el rostro de Marilyn, mirándolo con ternura. –¿De verdad?– Preguntó Marilyn temblorosamente. La repentina felicidad le hizo sentirse en un sueño irreal. Joshua limpió suavemente las lágrimas de la cara de Marilyn y dijo con firmeza –Sí, espérame. La simple retórica reforzó la determinación de Marilyn. Esta vez, nunca lo dejaría ir. No importaba quién fuera la otra parte, nunca entregaría a Joshua a nadie más, Joshua, el hombre que ocupó la mitad de su vida, solo podía ser de Marilyn. El Maserati negro
–Sánala rápido– La voz de Joshua parecía aún más fría en la sala vacía. Era simplemente un tono de mando, sin dar opción a la otra parte. Aunque no sintiera nada por Astrid, no permitiría que le ocurriera nada, de lo contrario, ese acuerdo de divorcio nunca sería válido. Siempre viviría como el marido de Astrid, y ese grillete invisible siempre lo aprisionaría. Aunque quisiera morir, Joshua tiene que esperar a firmar el acuerdo de divorcio. El médico no dijo nada, asintió con la cabeza y volvió a la sala de operaciones. Como médico, por supuesto, tiene que hacer todo lo posible para salvar al paciente. Esta persona frente a él, todavía debe ser respetada y permanecerá alejado de él. El secretario se limitó a permanecer al lado de Joshua sin decir una palabra. Sin las órdenes de Joshua, no se atrevió a actuar sin permiso. La luz quirúrgica roja se apagó finalmente luego de horas, seguida de una cacofonía de ruido. El médico que acababa de entrar dio un largo suspiro mientras camin
Después de esa ocasión, Astrid no volvió a mencionar el tema. Como si ese nombre fuera como una historia infantil con moraleja que no permitiría que nadie tocara, ni siquiera él mismo. Y más tarde, ese nombre tampoco fue mencionado por la familia de Joshua, y Astrid dio por sentado que tal vez Marilyn era alguien que Joshua odiaba, y por eso reaccionó de tal manera. Pero desde aquel día en que Joshua tomó la iniciativa de pronunciar la palabra Mari, fue como si se despertara. Esa persona llamada Marilyn nunca podría ser alguien a quien Joshua odiaba, si realmente hay odio, ¿cómo podría pronunciar su nombre en esa situación? Cuando el secretario le dijo que Joshua había ido a recoger a esa persona llamada Marilyn, estuvo aún más seguro de que Joshua sentía algo por ella que no podía decir, pero en cuanto a lo que era, no podía estar segura todavía. Sin embargo, tenía miedo, tenía mucho miedo. De repente, la agradable voz de Joshua llegó a su lado: –¿Por qué lloras?– Solo entonces As
–Lo siento, Sra. Astrid, no estoy muy seguro de los asuntos de la Srta. Dean, solo sé que ella y el Sr. Joshua son solamente compañeros de clase de la universidad desde hace mucho. Espero que pueda descansar temprano– Al escuchar lo que dijo el secretario, Astrid no siguió preguntando, sabía que aunque preguntara, no saldría nada. Mirando por la ventana como oscurecía poco a poco el cielo, la figura de esa persona estaba en su mente de nuevo. Sí, la primera vez que lo vio, estaba en el hospital. Un día, hace tres años. No hacía mucho que la madre de Astrid acababa de caer en coma. Sucedió que Astrid volvió temprano ese día, y después de un simple saludo al guardia de la clínica, iba a saludar a su madre como siempre. Justo en ese momento, una persona entró repentinamente en la sala. Esa persona iba vestida de negro, lo que desentonaba con el blanco limpio de la sala. Vio entrar a otra persona detrás que también vestía de negra. Un anciano para ser exactos. Solo después supo Astrid
–¿Cómo está tu enfermedad ahora? ¿Te sientes mejor?– Michael miró con preocupación a la hermosa mujer que tenía delante, ¿cómo había llegado a ese estado? Astrid sonrió acaloradamente –Ya estoy bien senior, el doctor dijo que en dos días más puedo ir a casa a recuperarme completamente. –Eso es bueno– dijo al escuchar la noticia de que Astrid estaba bien, Michael dio un suspiro de alivio – Por cierto, esto es para ti – Levantó la bolsa que tenía en la mano – es tu favorito de carne y abundantes papas, recuerdo que te gustaba el que hice antes– Al mencionar una de sus comidas favoritas, los ojos de Astrid se iluminaron. Entonces se dio cuenta de que el senior también estaba sosteniendo un aislante térmico no tan pequeño en su mano... recordó que se la regaló en ese momento. Cuando el senior se lesionó jugando al baloncesto, Astrid se lo dio. No esperaba que, después de todo este tiempo, la siguiera usándolo. Tomó el termo aislante, dio las gracias, y lo probó. Realmente seguía sab