En medio de la noche, la zona de la villa de la ciudad de los Ángeles California estaba muy iluminada. Los árboles de Navidad frente de cada casa hacían que la zona de la villa se viera mucho más acogedora. Un poco de nieve blanca bajaba lentamente desde el aire. Toda la zona era tan hermosa como una pintura, a excepción de la villa de la familia Steel que era incompatible con esta escena.
Era un poco difícil ver el rostro de Astrid con claridad, ella solo veía el trozo de papel que tenía delante, las palabras que decían ACUERDO DE DIVORCIO, picaron en su hermosos ojos verdes.
Frente a ella estaba el cuerpo firme y rostro hermoso, ese hombre que aún le hacía doler el corazón, el hombre que se apoderó de cada célula de su cuerpo en el momento que se conocieron.
Contándole tiempo reunir el valor para hablar.
–¿Por qué?– Forzó una voz temblorosa para preguntar a Joshua, no siquiera tenía el valor de mirarlo, así que solo mantuvo la cabeza inclinada en silencio.
Él la atravesó con una mirada fría– Fue mi abuelo quien me obligo a casarme contigo en primer lugar, y ahora que mi abuelo ha muero no hay necesidad de que te mantengan conmigo.
La respiración de Astrid pareció perder el aliento en ese instante y miro a Joshua suplicante – No me dejes.
Cuando vio la cara fría de Joshua, le dolió la nariz. Aunque Joshua era indiferente nunca le había mirado con tanta frialdad, como si estuviera mirando un juguete del que ya estaba cansado, incluso podría decir que vio algo se asco en sus bonitos ojos.
Astrid trato de contenerse para no llorar.
Joshua le había dicho que la odiaba cuando lloraba, no importa cuánto se resistía sus ojos continuaban rojos, abrazo con fuerza la delgada cintura de Joshua, temiendo que si lo soltaba lo perdería para siempre.
–Por favor, no me dejes– como un gato abandonado Astrid miro suplicante a Joshua. Cómo deseaba a que esto fuera una pesadilla que Joshua frotara sus mejillas y dijera que era una broma y le había mentido.
Durante tres años, Joshua Steel nunca le había pedido su opinión. Había escuchado obedientemente cualquier orden de Joshua, incluso si hacía algo que no le gustaba a ella, mientras a Joshua le gustará, lo haría por él.
Y esta vez, tampoco quería escuchar órdenes de Joshua. Está era la primera vez que intenta resistirse a Joshua aún cuando él hizo una expresión de disgusto Rompió con fuerza los brazos que le rodeaban la cintura está fuerza repentina fue como intentar romper los brazos de Astrid, entonces Joshua con un tono extremadamente frío hablo – ¡No tienes derecho a negarte! –Haciendo caso omiso a la súplica de Astrid forzó el bolígrafo en su mano.
Una lágrima cayó sobre el acuerdo de divorcio, las lágrimas de Astrid finalmente fluyeron hacia abajo, mirando el nítido nombre de Joshua en el acuerdo de divorcio, nombre que hizo que su corazón doliera tanto que apenas podía respirar. La pluma era suave y casi firmó su nombre sin dudarlo. Joshua, el hombre que había amado durante tres años, dijo que no la quería.
No, no debe dejar que esto ocurra. Joshua era su vida. No podía imaginar un día sin Joshua, incluso si a él no le gustaba.
Sólo que esta vez, no pudo escuchar a Joshua.
–¡Lo siento!– Como si fuera su última lucha, Astrid estiró su mano y agarró el acuerdo de divorcio, lo arrugo rápidamente hasta convertirlo en una bola y se lo llevó a la boca. Realmente no se le ocurría otra forma en ese caso Joshua no se iría, ¿Verdad?
Joshua era un hombre de palabra, y por lo que sabía, definitivamente le obligaría a firmar el acuerdo de divorcio esta noche. Incluso si tuviera que atarlo, le haría firmarlo.
La parte afilada de la bola de papel cortó la garganta de Astrid, se la tragó con dolor, pero no hay comparación con el dolor que siente en su corazón.
La luz tenue hizo que Joshua no reaccionara a la acción de Astrid. Cuando escuchó el sonido de arrugar la bola de papel, ya era demasiado tarde. Astrid se tragó la bola de papel un paso más rápido que él. Si esto fuera una acción normal, habría reaccionado en un instante para arrebatar el acuerdo por adelantado.
Sin embargo, el comportamiento de Astrid no sorprendió a Joshua. Después de todo, durante tres años, dijera lo que dijera, aunque fuera cualquier petición poco razonable, Astrid siempre obedecería incondicionalmente sus órdenes. –¡Maldita sea! ¡Escúpelo! ¡Escúpelo, hazlo por mí! –Miró el rostro claro de Astrid, un rostro que se parecía a una persona que no veía en largo tiempo, pero nunca olvidaría.
–¡No lo voy a escupir! No quiero divorciarme de ti– Astrid se armó de valor para mirar a Joshua, su corazón latía con fuerza, esta era su última oportunidad, aunque sólo pudiera mirar a Joshua en el futuro. Aunque Joshua le aborreciera en el futuro, no quería divorciarse de él. De todos modos, a Joshua no le gustaba en primer lugar, no era tan malo.
Mirando los ojos llorosos y obstinados de Astrid, Joshua bajó lentamente su mano levantada y suspiró.
Miró profundamente a Astrid y subió las escaleras sin mirar atrás.
Al ver la figura desapareciendo, Astrid exhaló un suspiro de alivio.
La luz tenue le recordó de repente el día en que Joshua le propuso matrimonio, el día en que le dijo que se quedaría con él el resto de su vida.
No, nunca aceptaría divorciarse de él, no podía vivir sin Joshua.
Astrid se levantó y subió suavemente las escaleras, parándose en la puerta de Joshua. No se atrevió a llamar a la puerta, tenía pánico, tenía miedo de volver a ver los ojos llenos de repudió de Joshua.
Después de mucho tiempo, finalmente se armó de valor y se dispuso a sujetar el pomo de la puerta, justo entonces, la puerta se abrió de repente.
En un segundo, su propio cuerpo perdió su peso, y al siguiente fue inmovilizado por Joshua. –¿Sigues con tantas ganas de lanzarte a mis brazos aunque te estés divorciando?– Entonces Joshua resopló fríamente –¡Ya que lo deseas tanto, entonces te satisfaré!– Joshua no le dio tiempo a reaccionar. En un instante el dolor y placer le recorrió todo el cuerpo, las partes en carne viva le dolían tanto que no podía moverse, sólo podía agarrar la sábana con fuerza y asimilarlo todo, le gustaba aunque le lastimara.
–No esperaba que fuera tan malo para ti – El tono frívolo de Joshua sonó por detrás de Astrid. Astrid quiso decir que no era así, pero la siguiente embestida de Joshua sólo le hizo apretar los dientes, no quería gemir y que Joshua se sintiera asqueado. Tenía miedo, temía que si hacía un ruido en ese momento, Joshua le dejara atrás sin más.
–lin…– Joshua de repente dijo suavemente un nombre que no le era familiar a Astrid. Astrid sólo escuchó en silencio, no se atrevió a preguntar de quién se trataba. Tenía miedo de volver a llorar. Si lo hacía en este momento, Joshua definitivamente no volvería a hacer algo así con ella en el futuro.
Después de que Joshua se calmara, trató de abrazarlo por la espalda, pero se levantó y, con un tono todavía frío, habló –Vuelve a tu habitación para dormir – Con eso, entró al baño.
No fue hasta que escuchó el sonido del agua que Astrid supo que era el momento de volver, no importaba que lo dejara así, mientras no se divorciara de él, podía soportar cualquier cosa.
De vuelta en su habitación, rodeó su cuerpo con los brazos en silencio, sin poder evitar que sus lágrimas volvieran a salir. Sólo en esta habitación podía llorar incontroladamente, porque Joshua nunca venía, ni siquiera miraba esta habitación.De hecho, durante los últimos tres años, podía sentir la creciente indiferencia de Joshua hacia ella, pero pensaba obstinadamente que mientras siguiera a su lado, algún día sería tan bueno como lo había sido al principio. Pero el acuerdo de divorcio de la noche parecía haber roto la última línea de defensa.Estaba realmente al borde de no poder aguantar más.Astrid se sentó tranquilamente durante una noche hasta que un rayo de sol se coló en la casa a primera hora de la mañana. La luz del sol durante el invierno seguía siendo cegadora, y Astrid se dio cuenta de que su aliento parecía estar un poco caliente, pero ahora no podía importarle menos, se apresuró a mirar el reloj, ya eran las 6:30, en diez minutos Joshua se levantaría. Si no se daba pr
La medicina comenzó a hacer efecto, la luz del sol de la mañana rocío suavemente la piel clara y limpia de Astrid. Cualquier que lo viera diría que parecía un ángel… El ángel poco a poco fue arrastrada al mundo de los sueños – Joshua– pronunció el nombre de su amado en un murmullo.En el aeropuerto de los Ángeles la gente iba y venía sintiéndose atraídas por el bullicio, cuando dirigieron sus ojos a la fuente del ruido vieron a un hombre alto de pie en medio de la multitud. Su altura era aproximadamente de 1.90 metros. Le permitió ser el foco de atención entre la multitud, el hombre miro a su alrededor, como si estuviera buscando a alguien. En el momento en que el hombre giro su rostro, la nariz alta, la mandíbula firme y sus sensuales labios bermellón hicieron suspirar a las mujeres a su alrededor, como si les robasen el aliento.Su rostro era tan bello, que nunca podría ser olvidado después de darle solo una mirada, y que seguramente se arraigaría como un árbol con raíces fuerte y
Después de comer, Joshua llevó a Marilyn a otra de sus propiedades, otra villa privada.Al llegar Marilyn miró a su alrededor, pronto recordó que no parecía ser el mismo lugar al que Joshua la había llevado la última vez. Aunque solo había estado en su casa una sola vez antes, podía estar segura de que definitivamente no era aquí. Este era otro lugar.Pero Marilyn no preguntó, estaba segura de que Joshua debía tener sus propias razones para traerlo aquí, y ella simplemente confiaba en él, porque nunca la había defraudado antes.En el momento que encendió la luz, la habitación emitió lentamente una luz púrpura, salpicada de diminutos puntos de luz, como si fuera un cielo estrellado.–¿Esto es?– Marilyn miró sorprendida a Joshua, !Así que todavía se acordaba¡Hace cinco años, es decir, cuando ella y Joshua se conocieron por primera vez dijo casualmente que le gustaba el cielo estrellado y Joshua lo recordó durante esto cinco años.–esta es mi otra casa. Recuerdo que antes dijiste que te
–¿Mari?– Mirando el indicio de pérdida en la cara de Marilyn, Joshua maldijo a Astrid un millón de veces en su corazón. M*****a sea. –Está bien, mi mano está un poco fría, puede que te congele– Marilyn tampoco esperaba que lo evitara inconscientemente, su corazón estaba arrepentido. ¿Qué le pasaba, cómo podía sospechar de él?, debía tener alguna razón para no contarle ahora. Cuando el asunto se resolviera, se lo contaría definitivamente. –Tonta, qué palabras más tontas. Todo es culpa mía por tenerte aquí tanto tiempo– Esta vez, Joshua tomó directamente la mano de Marilyn. Y cuando las cálidas yemas de sus dedos tocaron la fría mano de Marilyn, el corazón de Joshua pareció ser agarrado por alguien. Sujetando su mano un poco fuerte, no podía esperar a sujetarlo más fuerte para mantenerlo caliente. La noche se va enfriando y la habitación se va oscureciendo poco a poco. La luz lavanda es un poco oscura y Marilyn no puede ver la habitación con claridad. De repente la habitación se ilumi
La mano de Marilyn no se soltó debido a las palabras de Joshua– ¡No te vayas! ¡Te lo ruego! Solo por hoy, quédate conmigo. Incluso si te quedes con ella mañana o en el futuro, solo por hoy, ¿puedes ser solo mío?– Marilyn se atragantó, ¿por qué las cosas resultaron así?, ¿Por qué volvió y Joshua ya era de otra persona? –Tonta, no digas tonterías, siempre te he pertenecido. Me divorciaré de ella. Mañana y luego nos casaremos, ¿de acuerdo?– Joshua se dio la vuelta y ahuecó suavemente el rostro de Marilyn, mirándolo con ternura. –¿De verdad?– Preguntó Marilyn temblorosamente. La repentina felicidad le hizo sentirse en un sueño irreal. Joshua limpió suavemente las lágrimas de la cara de Marilyn y dijo con firmeza –Sí, espérame. La simple retórica reforzó la determinación de Marilyn. Esta vez, nunca lo dejaría ir. No importaba quién fuera la otra parte, nunca entregaría a Joshua a nadie más, Joshua, el hombre que ocupó la mitad de su vida, solo podía ser de Marilyn. El Maserati negro
–Sánala rápido– La voz de Joshua parecía aún más fría en la sala vacía. Era simplemente un tono de mando, sin dar opción a la otra parte. Aunque no sintiera nada por Astrid, no permitiría que le ocurriera nada, de lo contrario, ese acuerdo de divorcio nunca sería válido. Siempre viviría como el marido de Astrid, y ese grillete invisible siempre lo aprisionaría. Aunque quisiera morir, Joshua tiene que esperar a firmar el acuerdo de divorcio. El médico no dijo nada, asintió con la cabeza y volvió a la sala de operaciones. Como médico, por supuesto, tiene que hacer todo lo posible para salvar al paciente. Esta persona frente a él, todavía debe ser respetada y permanecerá alejado de él. El secretario se limitó a permanecer al lado de Joshua sin decir una palabra. Sin las órdenes de Joshua, no se atrevió a actuar sin permiso. La luz quirúrgica roja se apagó finalmente luego de horas, seguida de una cacofonía de ruido. El médico que acababa de entrar dio un largo suspiro mientras camin
Después de esa ocasión, Astrid no volvió a mencionar el tema. Como si ese nombre fuera como una historia infantil con moraleja que no permitiría que nadie tocara, ni siquiera él mismo. Y más tarde, ese nombre tampoco fue mencionado por la familia de Joshua, y Astrid dio por sentado que tal vez Marilyn era alguien que Joshua odiaba, y por eso reaccionó de tal manera. Pero desde aquel día en que Joshua tomó la iniciativa de pronunciar la palabra Mari, fue como si se despertara. Esa persona llamada Marilyn nunca podría ser alguien a quien Joshua odiaba, si realmente hay odio, ¿cómo podría pronunciar su nombre en esa situación? Cuando el secretario le dijo que Joshua había ido a recoger a esa persona llamada Marilyn, estuvo aún más seguro de que Joshua sentía algo por ella que no podía decir, pero en cuanto a lo que era, no podía estar segura todavía. Sin embargo, tenía miedo, tenía mucho miedo. De repente, la agradable voz de Joshua llegó a su lado: –¿Por qué lloras?– Solo entonces As
–Lo siento, Sra. Astrid, no estoy muy seguro de los asuntos de la Srta. Dean, solo sé que ella y el Sr. Joshua son solamente compañeros de clase de la universidad desde hace mucho. Espero que pueda descansar temprano– Al escuchar lo que dijo el secretario, Astrid no siguió preguntando, sabía que aunque preguntara, no saldría nada. Mirando por la ventana como oscurecía poco a poco el cielo, la figura de esa persona estaba en su mente de nuevo. Sí, la primera vez que lo vio, estaba en el hospital. Un día, hace tres años. No hacía mucho que la madre de Astrid acababa de caer en coma. Sucedió que Astrid volvió temprano ese día, y después de un simple saludo al guardia de la clínica, iba a saludar a su madre como siempre. Justo en ese momento, una persona entró repentinamente en la sala. Esa persona iba vestida de negro, lo que desentonaba con el blanco limpio de la sala. Vio entrar a otra persona detrás que también vestía de negra. Un anciano para ser exactos. Solo después supo Astrid