Después de comer, Joshua llevó a Marilyn a otra de sus propiedades, otra villa privada.
Al llegar Marilyn miró a su alrededor, pronto recordó que no parecía ser el mismo lugar al que Joshua la había llevado la última vez. Aunque solo había estado en su casa una sola vez antes, podía estar segura de que definitivamente no era aquí. Este era otro lugar.
Pero Marilyn no preguntó, estaba segura de que Joshua debía tener sus propias razones para traerlo aquí, y ella simplemente confiaba en él, porque nunca la había defraudado antes.
En el momento que encendió la luz, la habitación emitió lentamente una luz púrpura, salpicada de diminutos puntos de luz, como si fuera un cielo estrellado.
–¿Esto es?– Marilyn miró sorprendida a Joshua, !Así que todavía se acordaba¡
Hace cinco años, es decir, cuando ella y Joshua se conocieron por primera vez dijo casualmente que le gustaba el cielo estrellado y Joshua lo recordó durante esto cinco años.
–esta es mi otra casa. Recuerdo que antes dijiste que te gustaban las estrellas. Cuando vi está habitación por primera vez, pensé que te gustaría si te traía aquí, así que compre este lugar – Joshua miró con ternura a Marilyn; fue en este lugar y momento donde sintió que ella le pertenecía.
Solo aquí podría ser su hogar. Cierto ese lugar… Pensó en ello, un atisbo de disgusto brillo en el rostro de Joshua. Ese lugar no era tan cómodo como un hotel, sino fuera por su abuelo, se habría deshecho de la indeseable Astrid inmediatamente, pero ahora que su abuelo estaba muerto, era solo cuestión de tiempo que esa basura saliera, en cuanto lo hiciera podría proponerle matrimonio a Marilyn.
¿Qué podría saber esa escoria comparada con la talentosa Marilyn? Todo lo que Astrid tenía era una cara bonita.
–¿Joshua? – la mano de Marilyn se agitó frente a su cara– ¿En qué estás pensando?
Marilyn inclinó ligeramente la cabeza y miró a Joshua. El corazón de Joshua se aceleró y sus pensamientos desordenados fueron inmensamente desplazados al fondo de su mente– Ven conmigo – con esas palabras arrastró a Marilyn y fueron al piso superior.
En el momento que se abrió la puerta, el cielo estrellado terminó por enrojecer los ojos de Marilyn. De hecho, cuando vio por primera vez a Joshua, no pudo evitarlo, pero no quería que Joshua la viera así, por eso trato de ocultar sus lágrimas.
–¿Y bien? ¿Te gusta?–Mirando a Marilyn en este momento, Joshua se sintió tan feliz que incluso deseó que el tiempo se detuviera para siempre y simplemente dejar a él y Marilyn se quedarán juntos.
–¡Es tan hermoso! Nunca he visto un cielo tan bonito en el extranjero– Marilyn está cautivada por el cielo estrellado que ni siquiera se dio cuenta de la mirada cariñosa de Joshua.
–¡Me voy a poner celoso si sigues con ese aspecto!–Joshua acarició suavemente el rostro de su persona amada. Se había esforzado mucho por este día. Originalmente, era un día nublado. Joshua se había puesto en contacto con la oficina meteorológica para deshacerse de las nubes y que Marilyn viera un cielo tan estrellado en su primer día de regreso y como estaba ligeramente alejado de la ciudad, el cielo estrellado era realmente hermoso en ese momento.
La cara de ella estaba ligeramente roja y se separó suavemente, Joshua sonrió y tuvo un poco de remordimiento, ¿Qué le pasaba? Marilyn acaba de regresar, no podía ser tan ansioso o la espantaría.
Mirando a su amada que miraba fascinada el cielo, Joshua colocó una manta sobre Marilyn. Aunque el tercer piso tenía una capa de cristal aislada, seguía inquieto, temiendo que se resfriara, hizo que se sintiera inquieto.
En ese momento sonó el teléfono de Joshua.
Joshua frunció el ceño ¿Quién diablos perturbaba su mundo y el de Marilyn en este momento?
Cuando vio le nombre de Astrid en la pantalla del teléfono, Joshua apretó el puño con fuerza. Incluso en este momento, en el lugar que solo le pertenecía a él y Marilyn, alguien llamando ya le estaba molestando, pero viendo que Marilyn había vuelto, la perdonaría a regañadientes.
¡Pero era ella! Solo esa inútil, ¿Qué cara tenía para llamarlo? ¿Qué cara tenía para venir y perturbar su primer encuentro con Marilyn después de tres años?
–¿Joshua? Tu teléfono está sonando ¿Por qué no contestas?– el sonido del teléfono llamo la atención de Marilyn y giro la cabeza para mirar a Joshua, pero ella no notó el brillo de pánico en la cara de Joshua, ya que estaba oscuro.
–Oh, eso no es nada– después de decir eso, Joshua colgó el teléfono despreocupadamente ¿Qué podría querer esa basura? Seguro lo llamaba para preguntar cuando iba a volver a casa.
¿Casa? Hmmm, es ridículo, lo mires por dónde lo mires, no se puede llamar hogar a ese lugar.
Marilyn se agitó un poco– Pero, ¿y si es importante…? –antes de que Marilyn pudiera terminar sus palabras fue interrumpida.
–de ninguna manera– tras darse cuenta de su exabrupto, Joshua recuperó la dulzura que acababa de mostrar – nada es tan importante como tú, nada puede perturbarnos hoy.
Mirando la reacción anormal de Joshua, Marilyn se asustó un poco. Esa sensación era como la cena de hoy, la hacía sentir incómoda, pero las palabras de Joshua le decían que no había nada oculto, y que acordaron antes que no habría secretos ocultos.
Marilyn regresó para ver quién era, pero entonces Joshua volvió a girar el teléfono sin pensarlo. Marilyn frunció el ceño. Sintió que algo debía estar pasando porque Joshua estaba entrando en pánico. Por primera vez vio a Joshua así, incluso cuando le presentó a sus padres por primera vez, tenía una mirada tranquila y calmada en su rostro.
! No, tenía que saber quién era esa persona¡
Los ojos escépticos de Joshua estaban a la vista de Marilyn. Su corazón le dolía.
Realmente quería decirle a Marilyn que era alguien con quien nunca podría estar, quería decirle a Marilyn que solo era ella en su corazón, pero todavía no. El certificado de matrimonio estaba como un grillete invisible que lo ataba a Astrid.
Si se lo dijera a Marilyn ahora mismo, Marilyn definitivamente lo entendería y lo dejaría. Pero… No, no puede dejar que eso suceda. Incluso si se lleva todo el resentimiento de Astrid, no puede dejar que Marilyn lo sepa. Mientras exista una pequeña posibilidad de que Marilyn lo deje, costará lo que costará, no dejaría que Marilyn lo supiera.
M*****a sea, si no fuera por esa basura. Si esa escoria hubiera firmado el acuerdo de divorcio tranquilamente ayer, ¡no estaría ahora así! ¡Todo estaba así por culpa de esa m*****a infiltrada! ¡Ahora no puede estar con su preciosa Marilyn!
¡Qué egoísta resulta Astrid!. Cegada por sus propios deseos egoístas, forzando a dos personas que se aman a separarse, Astrid White, era realmente una mujer despiadada.
El odio de Joshua hacia Astrid se profundizó de nuevo. Por supuesto, Joshua no se lo mostró a Marilyn. Definitivamente, encontraría la forma de lograr que Astrid lo dejará inmediatamente.
–Es un cliente, bueno, hace un poco de frío aquí, ¿Bajamos?– dijo y esta vez estaba a punto de levantar la mano de Marilyn.
Pero la mano de Marilyn se retiró, y la mano de Joshua se detuvo en el aire.
–¿Mari?– Mirando el indicio de pérdida en la cara de Marilyn, Joshua maldijo a Astrid un millón de veces en su corazón. M*****a sea. –Está bien, mi mano está un poco fría, puede que te congele– Marilyn tampoco esperaba que lo evitara inconscientemente, su corazón estaba arrepentido. ¿Qué le pasaba, cómo podía sospechar de él?, debía tener alguna razón para no contarle ahora. Cuando el asunto se resolviera, se lo contaría definitivamente. –Tonta, qué palabras más tontas. Todo es culpa mía por tenerte aquí tanto tiempo– Esta vez, Joshua tomó directamente la mano de Marilyn. Y cuando las cálidas yemas de sus dedos tocaron la fría mano de Marilyn, el corazón de Joshua pareció ser agarrado por alguien. Sujetando su mano un poco fuerte, no podía esperar a sujetarlo más fuerte para mantenerlo caliente. La noche se va enfriando y la habitación se va oscureciendo poco a poco. La luz lavanda es un poco oscura y Marilyn no puede ver la habitación con claridad. De repente la habitación se ilumi
La mano de Marilyn no se soltó debido a las palabras de Joshua– ¡No te vayas! ¡Te lo ruego! Solo por hoy, quédate conmigo. Incluso si te quedes con ella mañana o en el futuro, solo por hoy, ¿puedes ser solo mío?– Marilyn se atragantó, ¿por qué las cosas resultaron así?, ¿Por qué volvió y Joshua ya era de otra persona? –Tonta, no digas tonterías, siempre te he pertenecido. Me divorciaré de ella. Mañana y luego nos casaremos, ¿de acuerdo?– Joshua se dio la vuelta y ahuecó suavemente el rostro de Marilyn, mirándolo con ternura. –¿De verdad?– Preguntó Marilyn temblorosamente. La repentina felicidad le hizo sentirse en un sueño irreal. Joshua limpió suavemente las lágrimas de la cara de Marilyn y dijo con firmeza –Sí, espérame. La simple retórica reforzó la determinación de Marilyn. Esta vez, nunca lo dejaría ir. No importaba quién fuera la otra parte, nunca entregaría a Joshua a nadie más, Joshua, el hombre que ocupó la mitad de su vida, solo podía ser de Marilyn. El Maserati negro
–Sánala rápido– La voz de Joshua parecía aún más fría en la sala vacía. Era simplemente un tono de mando, sin dar opción a la otra parte. Aunque no sintiera nada por Astrid, no permitiría que le ocurriera nada, de lo contrario, ese acuerdo de divorcio nunca sería válido. Siempre viviría como el marido de Astrid, y ese grillete invisible siempre lo aprisionaría. Aunque quisiera morir, Joshua tiene que esperar a firmar el acuerdo de divorcio. El médico no dijo nada, asintió con la cabeza y volvió a la sala de operaciones. Como médico, por supuesto, tiene que hacer todo lo posible para salvar al paciente. Esta persona frente a él, todavía debe ser respetada y permanecerá alejado de él. El secretario se limitó a permanecer al lado de Joshua sin decir una palabra. Sin las órdenes de Joshua, no se atrevió a actuar sin permiso. La luz quirúrgica roja se apagó finalmente luego de horas, seguida de una cacofonía de ruido. El médico que acababa de entrar dio un largo suspiro mientras camin
Después de esa ocasión, Astrid no volvió a mencionar el tema. Como si ese nombre fuera como una historia infantil con moraleja que no permitiría que nadie tocara, ni siquiera él mismo. Y más tarde, ese nombre tampoco fue mencionado por la familia de Joshua, y Astrid dio por sentado que tal vez Marilyn era alguien que Joshua odiaba, y por eso reaccionó de tal manera. Pero desde aquel día en que Joshua tomó la iniciativa de pronunciar la palabra Mari, fue como si se despertara. Esa persona llamada Marilyn nunca podría ser alguien a quien Joshua odiaba, si realmente hay odio, ¿cómo podría pronunciar su nombre en esa situación? Cuando el secretario le dijo que Joshua había ido a recoger a esa persona llamada Marilyn, estuvo aún más seguro de que Joshua sentía algo por ella que no podía decir, pero en cuanto a lo que era, no podía estar segura todavía. Sin embargo, tenía miedo, tenía mucho miedo. De repente, la agradable voz de Joshua llegó a su lado: –¿Por qué lloras?– Solo entonces As
–Lo siento, Sra. Astrid, no estoy muy seguro de los asuntos de la Srta. Dean, solo sé que ella y el Sr. Joshua son solamente compañeros de clase de la universidad desde hace mucho. Espero que pueda descansar temprano– Al escuchar lo que dijo el secretario, Astrid no siguió preguntando, sabía que aunque preguntara, no saldría nada. Mirando por la ventana como oscurecía poco a poco el cielo, la figura de esa persona estaba en su mente de nuevo. Sí, la primera vez que lo vio, estaba en el hospital. Un día, hace tres años. No hacía mucho que la madre de Astrid acababa de caer en coma. Sucedió que Astrid volvió temprano ese día, y después de un simple saludo al guardia de la clínica, iba a saludar a su madre como siempre. Justo en ese momento, una persona entró repentinamente en la sala. Esa persona iba vestida de negro, lo que desentonaba con el blanco limpio de la sala. Vio entrar a otra persona detrás que también vestía de negra. Un anciano para ser exactos. Solo después supo Astrid
–¿Cómo está tu enfermedad ahora? ¿Te sientes mejor?– Michael miró con preocupación a la hermosa mujer que tenía delante, ¿cómo había llegado a ese estado? Astrid sonrió acaloradamente –Ya estoy bien senior, el doctor dijo que en dos días más puedo ir a casa a recuperarme completamente. –Eso es bueno– dijo al escuchar la noticia de que Astrid estaba bien, Michael dio un suspiro de alivio – Por cierto, esto es para ti – Levantó la bolsa que tenía en la mano – es tu favorito de carne y abundantes papas, recuerdo que te gustaba el que hice antes– Al mencionar una de sus comidas favoritas, los ojos de Astrid se iluminaron. Entonces se dio cuenta de que el senior también estaba sosteniendo un aislante térmico no tan pequeño en su mano... recordó que se la regaló en ese momento. Cuando el senior se lesionó jugando al baloncesto, Astrid se lo dio. No esperaba que, después de todo este tiempo, la siguiera usándolo. Tomó el termo aislante, dio las gracias, y lo probó. Realmente seguía sab
Un par de lágrimas claras corrieron por el rostro de Michael mientras lloraba desgarradoramente, ¿por qué tenía que hacer esto? Joshua miro triunfante a Michael, que estaba arrodillado frente a él –¿Has oído eso? No quiere volver a verte, así que te dejaré libre hoy. Si te vuelvo a ver seduciendo a mi esposa, no te perdonaré– Dando una mirada al secretario, –Llévalo a curar su mano– Entonces, Michael fue sacado por el secretario. Astrid miró distraídamente el lugar donde Michael acababa de arrodillarse. Su cuerpo tembló involuntariamente, se abrazó con ambos brazos, estaba realmente asustada. Al ver a Astrid así temerosa, el humor de Joshua mejoró de repente, ¿esto es cierto?, el personal no relacionado en esta sala debería haber salido hace tiempo. Camino junto a Astrid y le miró con cara amable –Bien Astrid, el suelo está frío, te ayudaré a subir a la cama. Con eso, levantó a Astrid y la llevó a la cama del hospital. En ese momento, el apuesto rostro de Joshua apareció de repente
Después de otros tres días, las heridas de Astrid se habían curado por completo. Su cuerpo se había recuperado, pero desde el día en que vino Joshua, no volvió a ver a Astrid. Incluso el día en que le dieron el alta del hospital, siguió sin venir. Los trámites del alta también los hizo el secretario que acompañaba a Astrid, y lo único que recibió Astrid fue un cheque. No hacía falta ni pensarlo, este cheque debía ser de Joshua. En los últimos tres años, lo máximo que había recibido de él era un cheque, ¿cuántos había? Había perdido la cuenta, pero eran más que el número de veces que Joshua la había visitado. Mirando la cantidad que aparecía en él, eran doscientos mil. Con un suave suspiro, dobló el cheque y lo guardó en su bolsillo. Joshua le había dado realmente demasiado de este dinero, más de lo que podría utilizar. Incluso el dinero que Joshua le había dado hace tiempo no lo había gastado todavía, pero no tenía intención de devolverlo a Joshua, porque este no lo quería en absol