Estaba nerviosa por todo lo que iba a suceder a continuación, podía ver a mis padres sonriendo desde sus asientos y con una cámara apuntando al podio en donde estoy a punto de dar el discurso de grado, acomodo mis gafas al sentir que se me resbalan por el sudor, todos miraban en mi dirección esperando que saliera cualquier cosa de mi boca, pero nada salía de ella. Había practicado tanto el discurso y ahora estoy congelada y muerta de miedo.
Tomo todo el aire que puedo y me suelto, las palabras salían con fluidez encantando a todos los presentes. Había sido la elegida para dar el discurso de grado en la escuela, al principio me había negado, pero según el director yo era la correcta para decir las últimas palabras para la promoción 2019. El auditorio estalla en aplausos cuando doy por terminado el discurso, sonrió con timidez y bajo del podio para volver a mi lugar.
Ya doy por cerrada esta etapa de mi vida para comenzar una nueva la cual anhelaba desde muy pequeña, mi sueño siempre había sido la literatura, escribir y leer siempre han sido mi refugio desde que hace años. Mis padres esperaban que estudiara medicina o me fuera por las ramas de la ley, pero siempre fui clara en mi decisión y la literatura fue la ganadora.
Dentro de dos meses deberé partir rumbo a la universidad en la cual fui poseedora de una beca completa, mis padres no podían permitirse pagar una universidad tan cara así que al ganar aquella beca pude quitar una gran carga de sus hombros.
- ¡Felicitaciones hija! - mi madre se acerca a mí con una sonrisa en sus labios. Ya se había dado por acabado la ceremonia y ahora estaban todos en sesiones fotográficas con sus familias y amigos.
- Gracias mama.
- Esas palabras que dijiste fueron magnificas, podía ver a todos embelesados a medida que avanzabas, tengo un video te lo mostrare cuando lleguemos a casa.
- Estoy muy orgulloso de ti hija, yo sabía que ibas hacer cosas grandes en la vida y ahora mírate, recién graduada de la escuela y pronto iras a una de las universidades más prestigiosas del país.
- No es para tanto papa, de todas maneras, iba a pasar por esto- digo mientras acomodo mis gafas las cuales constantemente se resbalan.
- ¡Rachel! - conocía esa voz a la perfección, era mi mejor amigo Joey, los dos nos conocimos desde jardín, desde ese momento nos volvimos inseparables, incluso mis padres llegaron a creer que nos casaríamos en un futuro, pero ninguno de los dos está interesado por el otro.
Así que la amistad entre un hombre y una mujer si existe.
Lamentablemente nos tendríamos que separar, el iría a la punta del mundo porque a su padre lo trasladaron a china, me dolió cuando supe que se iría, pero al igual que yo él es inteligente y podrá sobrellevar su estadía en el país nipón.
- No quiero que te vayas- lo abrazo cuando llega a mi lado, lo iba a extrañar como a mas nadie en el mundo. Él fue la única persona que quiso ser mi amigo y más nunca se separó de mi a pesar de las críticas de las personas.
Él es alto, de tez trigueña y con unos hermosos ojos color miel, sus facciones parecen talladas por el mismo miguel angeló, no miento.
- Te vamos a extrañar joven Joey- mi padre siempre lo llamo así y tal parece que a mi amigo no le molesta.
- Karl tiene razón Jojo- en cambio mi madre lo quería como el hijo barón que nunca tuvo.
- Yo también los extrañare mami Esme y papa Karl, siempre los llevare en mi corazón y si necesitan cualquier cosa china yo me encargo de mandárselas.
- Hola familia Bundy- los padres de Joey se unen a nosotros con una gran sonrisa. - queríamos invitarlos a una cena por conmemoración para nuestros hijos.
- Claro que estaremos presentes- les responde mi padre.
- Qué tal si posan para tomarles una foto- dice la madre de Joey emocionado.
Digamos que no soy muy buena posando ante cámaras, siempre que me piden que sonría lo único que sales es una mueca que da miedo y estoy tan segura de cómo me llamo Rachel de que mi madre me pedirá que sonría para la foto.
- Sonríe Rachel- dicho y hecho. Intento sonreír, pero estoy segura de que aquella mueca fue espantosa.
- ¡Quedo hermosa! - la euforia de la madre de mi amigo nos extraña. Ambos curiosos nos acercamos a ella para ver la foto, y aunque me cueste admitirlo si quedo hermosa la foto. Tal parece que mi mueca está teniendo cambios y convirtiéndose más a una sonrisa de persona normal.
Dos días después Joey Gregory partió del país dejándome completamente sola y sin compañía. Aquel día en la noche llore como una maría magdalena, aunque prometimos llamarnos todos los días, pero la diferencia de horarios nos jodería todo, o él se desvelaba para llamarme o yo lo hacía, pero las emociones no iban a ser las mismas como las que solemos tener cuando estamos cara a cara.
Por fortuna un conocido de mi padre estaba buscando a alguien para ser cajera en una ferretería y durante todo el verano me dedique sin parar ahorrar y tener dinero durante los primeros meses de haberme ido a la universidad. Mis padres insistieron varias veces para que cambiara de opinión y me quedara en la ciudad, pero yo estaba decida a buscar nuevas experiencias sin tener que explicarle nada a nadie, amo a mis padres, pero a veces es mejor dejar volar a los hijos.
Por mi cabeza solo pasaban escenarios en donde la pasaría bien, tendría muchos amigos y que saldríamos casi que todos los días, en la universidad los jóvenes son más maduros, se toman las cosas con seriedad y responsabilidad. Con cada cosa que pensaba una corriente agradable invadía todo mi cuerpo, no hallaba la hora de llegar a mi destino y empezar esta nueva etapa de mi vida llamada la adultez.
- Prométeme que nos llamaras todos los días- la voz de mi madre me saca de aquella ensoñación, la miro con dulzura al ver que sus ojos se llenan de lágrimas.
- Sin falta llamare todos los días para contarte como me fue en mi día y como van mis clases, pero ahora, limpiemos estas lagrimas porque me harás llorar también. – mi hermosa madre se limpia las lágrimas con un pañuelo que tenía en sus manos.
- Te deseo lo mejor hija- Karl Bundy suele ser un hombre duro, pero cuando su lado dulce sale a flote se me hincha el corazón de alegría.
- Gracias papa, sé que no era la carrera que querías que estudiara tu hija, pero también te doy las gracias por seguir apoyándome.
- Siempre lo hare hija.
Nos fundimos en un abrazo para luego separarnos por la llamada de mi vuelo, tomo mis maletas y comienzo a caminar lejos del nido, un par de lágrimas rodaron por mis mejillas al dejar a mis padres solos.
Ocupo el lugar que se me fue asignado y espero por la partida del avión, algunos a mi alrededor hablan con sus acompañantes, otros simplemente tienen audífonos puestos escuchando música, mientras yo estaba nerviosa por mi primer viaje sola. Pronto el piloto comenzó a dar las indicaciones, abrocho mi cinturón de seguridad y espero a que se proceda a despegar el avión.
Cierro los ojos al sentir como me hundo en asiento por la subida del avión hacia el cielo, al estar completamente nivelado abro mis ojos y miro por la ventana, podía verse toda la ciudad ya que las nubes no la tapaban. Me coloco mis audífonos y reproduzco algo de música para seguir observando el hermoso panorama que me estaba despachando, eran 12 horas de vuelo en las cuales debía distraerme con algo.
El mundo era tan hermoso que no sabemos apreciarlo, el ser humano esta tan empeñado en destruirlo que no vemos el valor que tiene para nuestra supervivencia en el mundo. Esta más que claro que no vivimos, sino que sobrevivimos ya que constantemente estamos expuestos a guerras militares, enfermedades mortales y el más inminente de todos, el cambio climático, el efecto invernadero nos está jodiendo tanto que mejor lo ignoramos. Ya podía sentir la brisa otoñal por el cambio de estación, las hojas estaban empezando a caer con ese característico color caoba que tanto me ha gustado.
A través de la ventana del taxi podía ver los grandes rascacielos que adornaban la hermosa ciudad de Nueva York. La jungla de concreto era aún más imponente en persona con sus grandes empresarios posesionados en la cima de su edificio. Las personas caminaban de un lado para el otro abrigado del frio que podía calar hasta los huesos.
El taxista me deja en frente del edificio en donde iba a instalarme, pago por el viaje el cual no fue nada barato y entro al lugar con mis maletas. Digamos que la facha del edificio no era la mejor de todas, pero según las imágenes que vi en internet los departamentos son muy bonitos y baratos.
- Bienvenidos al luxury ¿en qué podemos ayudar...la?- en el rostro de la mujer puede ver la sorpresa, su mirada se pasea por todo mi cuerpo con una mueca que no puedo descifrar.- discúlpeme señorita, pero los refugios están más al sur.
- Creo que está equivocada- respondo mientras acomodo mis gafas en su lugar. - yo aparte un departamento, soy Rachel Bundy.
- ¿Cómo el asesino?
- Si- respondo- como el asesino serial, pero cabe recalcar que no tenemos ningún parentesco.
- Está bien- la mujer deja de mirarme para teclear en su computador. – pues ya cancelaste tu primer mes- se levanta de donde estaba sentada y se acerca a un gran muro en donde se encuentran varia llaves- aquí está tu llave, si la pierdes debe pagar para que te den una de repuesto, tu piso es el número 6.
Asiento y me acerco al ascensor, por suerte del destino este se encontraba en primera planta y no tendrá que esperar a que baje por todos los pisos. Solo podía ver como los números cambiaban hasta llegar al número 6, como puedo saco mis maletas y busco el número de departamento, el cual según la llave es el 603. Suspiro al tenerla en frente.
- Este es el nuevo comienzo que tanto has esperado Rachel. - me digo en voz alta.
Introduzco la llave en la ranura y giro para luego abrir la puerta por completo, miro todo el lugar con una mueca, no era como lo habían pintado en su página de F******k, podía sentirse el olor a humedad, pero no era tan nauseabundo, los muebles eran un poco pasados de época y eso que solamente lo estoy viendo desde afuera, lo único que me faltaría es que la cama se guarda dentro de una pared. Resignada y sin pedir el dinero de vuelta porque así lo dictaminaba el contrato de arriendo que había firmado hace dos semanas entro al lugar.
A veces creo que soy bruja, como lo había predicho con antelación la cama se guardaba en la pared y no parecía para nada cómoda. Maldigo por lo bajo y me pongo manos a la obra, desempaco toda mi ropa y la comienzo a guardar en un closet empotrado en la pared.
Pronto el jet lag hace su efecto, mi cuerpo se comienza a sentir cansado y el sueño comienza a invadirme por completo, bajo la cama de la pared y sin importar almohadas me recuesto para esperar a Morfeo.
Es hora de embarcarse en una nueva aventura...
Por la misma causa del jet lag vi el amanecer en la ciudad Nueva York, el panorama era increíblemente indescriptible y parecía sacado de una película. Lastimosamente pronto debía partir hacia la universidad, en mi horario enviado por correo electrónico aparecía que mi primera clase era a las 7:00am. A falta de no tener comida en mi refrigerador de antaño salí más temprano de lo inusual para desayunar por el camino, traté lo más posible de conseguir un departamento cerca de la universidad, pero los arriendos eran carísimos y no podía permitirme despilfarrar dinero, este quedaba a 20 minutos en metro.Me abrigo bien antes de salir y tener mi primera aventura en la jungla de concreto, me coloco mis audífonos y le doy reproducción a mis playlist el cual solo descargue para pasear por las hermosas calles neoyorquinas. La melodiosa voz de Frank Sinatra inunda mi conducto auditivo, la canción New York me hacía sentir dentro de la película de mi pobre angelito. Evitaba bailar como en una obra
- Buenos días primer semestre de literatura, me llamo Orlando Adams- deje de escuchar cuando el profesor dijo su nombre. El sujeto que estaba en frente del podio era nada más y nada menos que mi escritor favorito de ciencia ficción, tenía toda la saga de batalla intergaláctica y las películas habían sido completamente un éxito en taquilla siendo una de las películas más taquilleras del mundo. - no nos vamos a presentar, según la lista que me llego este semestre tiene 45 estudiantes, es un número bastante elevado, así que mejor nos vamos conociendo durante el resto del semestre.Estaba completamente embelesada con cada palabra que salía de la boca de aquel famoso escritor, para mí era una hermosa melodía que no me cansaría de escuchar.La clase se ve interrumpida por el chirrido de la puerta abriéndose, la luz de afuera se filtra por el oscuro salón ya que el profesor estaba proyectando diapositivas, no podía ver quien era la persona que estaba de pie por el resplandor aparte de que to
- Hola mama lamento no haberte llamado antes- estaba tan emocionada con todo este nuevo comienzo que me había olvidado por completo d marcarle a mi madre, obviamente al contestarme me regaño por haberla tenido preocupada por un día completo- he estado ocupada con las clases y re acomodar el departamento que me había olvidado por completo de mi teléfono.- Te perdono solo por esta vez, pero la próxima que me dejes en vela por no recibir una llamada tuya volare hasta Nueva York y te daré un buen jalón de oreja.- Tranquila mama, no lo olvidaré mas- le respondo- ¿Cómo esta papa?- Está trabajando, ya sabes, para mandarte un poco de dinero el otro mes.- Mama, sé que ustedes no quieren que yo trabaje mientras esté estudiando, pero va a ser necesario que lo haga, puedo conseguir un trabajo de medio tiempo y pode ayudarlo con los gastos.- Tu padre fue claro Rachel, tu solo encárgate de estudiar y todo estará bien.- Está bien mama, ya es momento de que cuelgue, estoy llegando a la universi
El profesor entra con imponencia al auditorio, donde antes había un bullicio todo quedo en silencio al verlo de pie frente del podio en donde miraba todo el lugar como si estuviera escaneando los rostros de cada quien, hasta detenerse en Dalton, el chico levanta una de sus cejas cuando profesor no deja de verlo. Definitivo era un petulante de primera mano.- Me llamo James Smith y seré su profesor de literatura clásica 1 y en total son 4, eso quiere decir que si llegan a pasar esta materia nos seguiremos viendo 4 semestres más, será normal que les caiga mal, tengo ese efecto en las demás personas y déjenme decirles que me da absolutamente igual.Segundo día de semestre y ya sé quién es el profesor que se hace tomar fastidio, pero a decir verdad el lucia bastante joven, le colocaba unos 30 años, era alto y diría que medía 1.90, era guapo con un perfil bastante simétrico sin rozar lo perfecto, no alcanzaba a divisar el color de sus ojos, pero parecían ser café y ni hablar del porte de e
- Te lo digo en serio, a cada lugar que voy él está ahí, incluso estoy pensando seriamente que me está siguiendo.Como cada mañana Joey llamaba para nuestros chismes matutino, le estaba contando acerca de Dalton Pierre y lo fastidioso que era ser su compañera de clases.- Puede ser que le gustas- soltó Joey. Ambos rompimos en carcajadas ante el comentario.- Claro, como si ese tipo de cosas pasara- digo, cuando me reposo de las carcajadas- mejor cuéntame cómo te va, ¿ya tienes conquistas?- No, estoy centrado en aprender mandarín que no me he dado el tiempo de conocer personas.- Eso no tiene sentido Joseph, en tu clase hay personas de otros países ¿Qué me estás escondiendo? Te conozco más a ti que a mí misma.- Está bien- levanta sus manos al aire- en mi grupo de amigos yo soy el único colombiano, hay dos españoles, una italiana y una hermosa argentina con la que estoy saliendo.- ¡Eres un mal amigo! ¿Cuándo pensabas decírmelo? Me encuentro indignada, como ahora el niño tiene otros a
- Te presentaría al chofer, pero ahora mismo está con mis hijos. - se excusa la jefa. - vamos a por el uniforme para que comiences de una vez por todas.Bueno... Queda cancelado por completo la celebración con helado y las palomitas de maíz, se pospondrá para el día de mañana con más tranquilidad.- Este será tu uniforme- extiendo mis manos para recibir el uniforme. – sé que debajo de todos esos desparpajos a los que llamas ropa tienes una figura delgada.- Claro- respondo con incomodidad, sé que muchos hablan y critican mi forma de vestir, pero hay algunos que no tienen filtro para decir las cosas con suavidad y no dañar la moral de los demás, la señora Merdith parece ser una de ellas.- Entonces dejaré que te cambies, le diré a Rosa que te muestre toda la casa para que después hagas lo tuyo, yo tendré que ausentarme porque tengo cosas más importantes que hacer.La señora de la casa sale dejándome sola en la habitación, dentro había unos lockers, solamente había uno abierto y tenía u
Dalton.Como cada fin de semana el despertador suena con su algarabía descomunal, muchas veces he considerado dejar de lado el polo y dedicarme a dormir hasta el mediodía, pero mi padre pondría el grito en el cielo al enterarse que uno de sus hijos dejo el deporte que durante muchos años su familia se ha especializado, porque hasta mi copia mal hecha lo practica y eso que el muy punk y gótico. Dejando de lado la pereza me baño rápidamente para luego colocarme el uniforme característico de la familia y bajar a desayunar como Dios manda.En el comedor se encuentra toda la familia reunida como era de costumbre, mi padre se encontraba en la cabecera de la mesa y mi madre al otro extremo, a su derecha se encontraba mi hermano mayor Michael Pierre el cual será pronto el nuevo presidente de la empresa familiar Pierre SA. Seguido de él está mi hermana Katherine Pierre. Ella es la directora ejecutiva de puntos de venta de la casa de modas más prestigiosa de todas, y claro, también era de la fa
- Déjame decirte que acabas de hacer un pacto con el diablo, aquella chica- señalo por donde salió mi hermana. - hará todo lo posible por ganar ese auto, y tu perderás lo mejor que te pudo haber pasado, mala elección para apostar.- Tal vez yo sea el que tenga la cita con tu hermana, terminemos siendo novios y tú serás mi cuñado y seremos una hermosa familia para siempre.- Primero te mato antes de que todo eso suceda. - doy un golpecito en su espalda. Y me dirijo a mi hermoso caballo negro, es tan imponente y majestuoso que me quedaría horas contemplándolo.- Solo piénsalo Dalton, si Katherine se casa con un pobretucho lo más probable es que ella lo mantenga, en cambio sí es conmigo la fortuna aumentara volviéndonos los jóvenes más ricos de Nueva York.- Ya olvídate de mi hermana, primero es cuatro años más grande que tú, segundo, ella ya tiene un novio y no es un pobretucho, incluso es más rico que tu... corrección, es más rico que tu padre.- Cada día me agradas menos Dalton Pierre