PDV Relator. El no creía en las casualidades, por lo tanto, debía actuar, ésta era su única o última oportunidad de buscar a su viejo y verdadero amor, que justo había decidido casarse cuando él por fin le había pedido el divorcio a quien no debió convertir en su esposa. Dio gracias al cielo porque María ella no quiso tener hijos en todos esos ocho años que compartieron porque iban a engordarla y ya no tendría tiempo para ella. Ya tenía un plan, había decidido romper el silencio y enviarle un mensaje a su amada, quizá fue un poco rudo teniendo en cuenta que hacía mucho tiempo que no le escribía, pero el enterarse de su casamiento había removido todo lo que se había encargado de enterrar por años. Pilar era la chica que además de inteligente y guapa le había robado el corazón apenas entraron a estudiar el primer año de derecho, siempre le hizo saber que ella le gustaba, pero tenía pena de acercarse, pues, aunque no era formal ya sus padres y los de María daban po
PDV Relator. Luka se le quedó mirando extrañado. – ¿Cómo entrar? Ahí está claro, debes registrarte, reservar y seguir las instrucciones – dijo cuidadoso recordando que Mario era abogado, sin embargo, era muy extraño que estuviera revisando eso en el restaurante de al lado. – Sí las seguí, pero uno, no hay reservación para hoy y dos, me piden unos exámenes médicos que, aunque los tengo al día, exigen que se hagan en un laboratorio de acá y a esta hora pues está cerrado. Luka lo escuchaba y notaba cierta frustración cuando hablaba, pero con la astucia que lo caracterizaba en los negocios decidió indagar un poco más mientras le entregaban el whisky que había pedido. – ¿Y por qué quieres entrar hoy? – Quiero buscar una chica que entró hace un rato. Luka abrió los ojos de par en par y asomó una media sonrisa. Gestos que no escaparon de la mirada de Mario. – Sé que suena medio romántico, pero verás, Luka, de verdad necesito hablarle, se va a casar y yo te
PDV Pilar. Respiré un poco aliviada cuando vi que el antro parecía de lo más normal, creo que me imaginaba ver bailarines eróticos por doquier y gente caminando semi desnudos llevando a su pareja con una cuerda amarrada a un collar. Me reí internamente de mí misma, a veces en mi trabajo debía exagerar las escenas y eso lo estaba llevando a mi vida personal. La música estaba muy buena, el local muy bien decorado, era circular con una barra en el medio y las mesas a los alrededores, de acuerdo a lo poco que capté de la conversación entre Pilar y su pareja de amigos, en el primer piso estaban las habitaciones a escoger y tenían un código de colores. Por mi parte me deleitaba con una piña colada que me provocó y estaba deliciosa. Lo bueno de estar aquí es que nadie me conoce, no me quiero imaginar si me consiguiera a alguien de mi trabajo, qué pensaría de mí. Aunque otra cosa que me llamó la atención es que la exclusividad del local hacía que sólo los grandes empr
Narrador. Mario había ideado un plan un tanto arriesgado para recuperar a su viejo amor, al final era ahora o nunca, si las circunstancias se habían dado de esta forma y tenía la oportunidad de no solo hablar con ella sino demostrarle lo buen amante que ahora era, no debía perderla. Llamó a uno de los amigos de Luka y le mostró a la mujer que deseaba. – ¿Estarías dispuesto hacerme un favor con aquella pelirroja? – indagó. – ¿Qué tipo de favores? porque no es mucho de mi estilo, prefiero las pelinegras y dispuestas a todo, ella parece un conejito extraviado. – ¡Perfecto! Porque solo quiero que la invites a una habitación, le hagas creer qué quieres estar con ella, pero con los ojos vendados. – ¿Y luego? – preguntó un poco desorientado. – Yo entraré y tú saldrás. – dijo sin más. – Eso sería un engaño, y no entra dentro de lo consensuado, ella creería que está conmigo. – No voy a lastimarla, solo no quiero que sepa quién soy por un moment
Narrador. A él Poco le importó lo que sabía del hombre que acababa de conocer hacia unas horas, la causalidad lo llevó a él a enseñarle a esta mujer muchas cosas y esperaba que encontrara sus respuestas. – Ok bella, entonces solo relájate y déjame llevar el ritmo. ¿De acuerdo? – consultó para determinar si tenía su consentimiento. Ella se le quedó mirando como buscando más respuestas. Mirada que él capturó y le llevó a preguntar. – ¿Algo que no quieras hacer? Pilar soltó el aliento que tenía retenido. – Bueno sí, nada de golpes, ni asfixia por mucho que digan que aumenta el orgasmo, no me dejes marcas, nada de ceras de velas, ni guindarme. Ajax sonrió. – Bueno, en eso sí te has documentado – sonrió de lado pasando su gran mano por el delicado y maquillado rostro de la pelirroja. – Vayamos por una ducha. La cargó y la llevó a la ducha, lo hizo para que se relajara con el agua caliente, normalmente era mejor en la bañera, sin embargo
PDV. Isabel. – Además te haría bien mi compañía, al estar de chaperona y no subir al primer piso, evitaré que se te acerquen más caballeros – dijo con el vaso en sus labios y una sonrisa de medio lado. Suspiré, Aunque no le daría razón, sinceramente a estas alturas de la madrugada me haría bien que no se me acercaran mas hombres, ya me resultaba incómodo sus insinuaciones sabiendo que sólo querían subir a una habitación. – Esta bien, te pagaré tu bebida, sin embargo creo que tú me debes una camisa de 200 libras. – ¿En serio pagaste 200 libras por ese extracto de camisa de tiros negros? " Oh también es romántico, viste que se acordó del color de tu camisa" apareció nuevamente mi consciencia porrista con su uniforme rojo y blanco dando unas piruetas hacia atrás y sonreída con picardía. A decir verdad a mí también me sorprendió que se acordara de mi vestimenta de esa noche, ya habían pasado unos cuatro meses o algo así. Creo que se dio cuenta que me
PDV Luka. –¿ Pasó algo, por qué me llamas a esta hora? – pregunté tanto nervioso como extrañado ante la llamada de Christine. – Casi va a amanecer Luka y no has regresado, recuerda que estamos en casa de mis padres. – Lo que me faltaba, tener hora de llegada – le espeté. – Tu sabías Luka, no seas latoso – bajó la voz y la puso más melosa, para que no me molestara – será mientras que estemos aquí, esposito. Te lo recomendaré – Lo olvidé, Ok, ya salgo para allá.– suspiré profundo. – No tardes, te deje salir por mucho tiempo – dijo riendo. – Te estás tomando muy en serio tu papel. – Tú deberías hacer lo mismo querido, así que. Apúrate, suelta a esa que tengas de turno. – ¿Y hasta celosa me saliste? Su carcajada me contagió y reímos juntos. – Voy saliendo, en unos minutos estaré allá – colgué. Me pasé la mano por el cabello frustrado, aún cuando me ríera de sus ocurrencias, lo cierto era que este favor me estaba costando much
PDV Narrador. Pilar se sentó en la cama de su recamara para invitados a despertar a su amiga que seguía dormida, estaba emocionada por contarle su experiencia. – Vamos, Bella durmiente, despierta – exclamó pasando la mano por la cascada de cabellos que le cubría la cara de su amiga. – ¿Qué hora es? – respondió Isabel desperezándose. – Las tres de la tarde, ¿no tienes hambre? Te hice unas tostadas con ensalada de frutas. – ¡Oh, Por la virgen! Qué tiene esta cama que me hace dormir tanto. Dijo y ambas se rieron. – Déjame verte – pidió Isabel, ya levantada de la cama – Pilar, la sonrisa sin duda me dice que tuviste una noche con un buen orgasmo. Esta última se sonrojó antes de responder. – En realidad cuatro más que buenos orgasmos. Con la boca abierta de par en par Isabel solo podía parpadear ante su amiga que relucía aún trasnochada y sin maquillaje. Solo con un pantalón de mezclilla beige y una franelilla negra de tiros. – Déjame po