[SANTIAGO
Han pasado dos días, en los cuales Azul se ha propuesto provocarme de todas las maneras posibles 《¿Venganza por detenerme aquel día? Puede ser... 》me digo a mi mismo, pero si no me hubiera detenido en aquel momento quizás las cosas hubieran pasado de una forma muy poco romántica.
Al parecer su última cita con Victoria ayer le ha hecho muy bien porque ha regresado a casa con una actitud completamente diferente conmigo y con la vida. Sus besos ya no parecen estar llenos de miedo, sus caricias ya no son tan cuidadosas y llenas de dudas. Su cambio es notable y me encanta, creo q
[SANTIAGO]Creo que las horas jamás habían pasado tan lentamente anteriormente. No sé si soy yo, el reloj que se ha detenido, o que las palabras de Azul definitivamente me han hecho desear con ansias que ya sea de noche. Después de un largo día, ya son las 8PM y en una hora he quedado de ir a su casa. Solo espero no estar presionándola, me odiaría si fuese así.Entro al baño a ducharme, me quito la ropa y me meto a la ducha después de haber abierto el grifo dejando que el agua caliente me ayude a relajar todos los músculos de mi cuerpo. Después de unos cuantos minutos, salgo de la ducha, envuelvo una toalla en mi cintura y me doy cuenta de que no sé si debo ir vestido elegantemente o normal. Tomo mi móvil y le envió un mensaje de WhatsApp.//¿Cómo debería vestirme? ¿Elegante o normal?//Unos poco
[SANTIAGO]Abro los ojos lentamente y la veo dormir plácidamente entre mis brazos y su cabello está todos revuelto cubriendo mi torso. Volteo a mirar el reloj y son las 3AM... 《Aun no puedo creer que me haya dado la oportunidad de amarla...》 Sin dudas ha sido la mejor noche de mi vida junto a la mujer que amo. La observo y no paro de pensar en la profundidad de mis sentimientos hacia ella, pienso en la noche que hemos pasado juntos y realmente nunca he vivido un amor con tanta intensidad.Acaricio su espalda suavemente y dejo suaves besos en su cuello hasta que ella comienza a moverse lentamente y veo como de a poco abre sus ojos. Me mira y sonríe —Hola guapo, ¿Qué haces? — Cuestiona y yo le regreso la sonrisa mientras acomodo su cabello.— Te miro... te beso... pienso en lo mucho que te amo... pienso en nosotros... — Explico y sin continuar la acerco a mí y la beso intensamente. Ella respon
[SANTIAGO]Estoy sentado en el sofá junto a Azul pasando este domingo por la mañana viendo películas. Ella esta acostada entre mis brazos con mi camiseta blanca puesta y me atrevo a decir que es una escena que cuando la conocí creí que no pasaría. Estamos muy concentrados en la película, aunque yo estoy un poco más concentrado en lo sexy que luce sin más ropa que esa camiseta, cuando escucho mi móvil timbrar y sin muchas ganas me levanto y contesto la llamada; es mi madre. Escucho lo que ella me dice y luego aparto el móvil un momento.—Vida, que pregunta mi madre ¿si quieres ir a comer paella con la familia hoy al mediodía? — Le pregunto sonriente.Ella me sonríe aun recostada en el sofá y asiente para que después le de la respuesta a mi madre y vuelvo al sofá. Prácticamente me lanzo encima de ella intentando no lastimarla&nb
[SANTIAGO]—¿Me extrañaste? — Le pregunto cuando me acerco al borde de la piscina ya que ella está en el agua jugando con mis sobrinas.— ¡Como una loca! Ven, entra. — Me pide sonriente.Verla así de feliz hace que yo sea feliz, y sin dudarlo ni un segundo salto al agua haciendo que ella quede envuelta en una especie de ola y trague bastante agua.— ¡Perdón amor! — Le digo mientras golpeo suavemente su espalda para que saque toda el agua.— Tranquilo... ¿Me ayudan niñas? — Dice sonriendo sospechosamente.Antes de que me pueda dar cuenta las tres están hundiéndome, haciendo que está vez sea yo quien trague muchísima agua. Cuando finalmente logro salir a la superficie, tomo a las niñas entre mis brazos y comienzo a nadar por toda la piscina causando que ellas se rían todo el tiempo. Azul nos observa des
[SANTIAGO]Ya es de noche, y después de haber cenado en familia para terminar este domingo ha llegado el momento que sé que me traerá una discusión con Azul. Estoy en la puerta de la casa esperando que se despida de mi familia hasta que al fin ella se acerca a mí y me mira.— ¿Qué haces con ese bolso? — Me pregunta al ver el bolso que está en el suelo al lado mío.— Iré a pasar contigo algunos días hasta que todo se calme. — Explico bastante serio.— Santiago, debes seguir con tu vida, con tus cosas.... No puedes vivir al pendiente mío. — Me dice un poco enfadada como supuse que se pondría.— Mi vida, entiende yo no puedo permitir que estés sola... si te pasara algo me muero, ¿entiendes? Además, no me afecta en nada. — Le digo sonriendo.— ¿Y tu familia? ¿Qu&
[AZUL]Miro a mí alrededor en el café donde me a citado Daniel y por fin lo encuentro en una de las mesas al final del lugar. Me acerco a él, lo saludo y me siento —Hola, Azul ¿Te has asegurado de que nadie te siguiera? — Me pregunta mirando alrededor.— Si, pero explícame... ¿Él sabe donde vivo? — Le pregunto preocupada.— Sabe donde te quedabas. —— ¿¡La casa de Santiago!?— Exclamo preocupada.— Si, pero no te asustes, tengo un plan. — Anuncia con seguridad.— ¿Cual? — Averiguo, pero el móvil de Daniel comienza a timbrar.Él mira la pantalla y con un poco de dudas atiende la llamada. Lo escucho hablar y me sorprende que le de la dirección del café a la persona con quien está conversando. Minutos después él termina la llamada — P
[SANTIAGO]Estoy sentado frente al mar con ella sentada entre mis piernas y mis brazos protegiéndola en un abrazo. Respiro la brisa que llega del mar mientras siento los latidos de su corazón. Cuento uno...dos... tres suspiros...— Cariño, ¿Que te sucede? — Le pregunto besando su cuello.— Mi amor, estoy nerviosa. — Me confiesa.— Lo sé, lo puedo sentir, tu corazón late muy rápido. — Le respondo mientras la abrazo muy fuerte. —Yo sé que todo esto es muy difícil, pero aquí estoy yo para cuidarte, quererte, abrazarte. —Murmuro.Ella sonríe y luego gira su cabeza para comenzar a besarme. De a poco se va acomodando para que nuestro beso tome mayor intensidad y es así como nos vamos perdiendo en estas sensaciones. Su boca y la mía parecen conocerse de toda la vida... Definitivamente he encontrado mi lugar en es
[AZUL]Estoy regresando a casa seguida a la distancia por Sergio y Víctor mientras que Santiago ha ido a hacer algunas compras para su sorpresa de esta noche. 《Me pregunto qué tanto tramara en esa mente.》Voy llegando al tercer piso y al salir del elevador me encuentro con la vecina quien está entrando a su casa.—¡Hola Azul! ¿Cómo estás? — Me pregunta acercándose para saludarme.— ¡Hola! Muy bien, gracias... ¿Tienes tiempo? — Le pregunto, y supongo quees hora de que comience a socializar con gente, ¿y que mejor que con mi vecina?— Si, tengo unos minutos antes de ir a trabajar, ¿por? —— Si quieres tomar un café o algo... — Le ofrezco sonriente.— ¡Claro! — Responde con entusiasmo y entramos a mi piso. La invito a sentarse mientras preparo los cafés, y una ve