[SANTIAGO]
Estoy sentado en el sofá junto a Azul pasando este domingo por la mañana viendo películas. Ella esta acostada entre mis brazos con mi camiseta blanca puesta y me atrevo a decir que es una escena que cuando la conocí creí que no pasaría. Estamos muy concentrados en la película, aunque yo estoy un poco más concentrado en lo sexy que luce sin más ropa que esa camiseta, cuando escucho mi móvil timbrar y sin muchas ganas me levanto y contesto la llamada; es mi madre. Escucho lo que ella me dice y luego aparto el móvil un momento.
—Vida, que pregunta mi madre ¿si quieres ir a comer paella con la familia hoy al mediodía? — Le pregunto sonriente.
Ella me sonríe aun recostada en el sofá y asiente para que después le de la respuesta a mi madre y vuelvo al sofá. Prácticamente me lanzo encima de ella intentando no lastimarla&nb
[SANTIAGO]—¿Me extrañaste? — Le pregunto cuando me acerco al borde de la piscina ya que ella está en el agua jugando con mis sobrinas.— ¡Como una loca! Ven, entra. — Me pide sonriente.Verla así de feliz hace que yo sea feliz, y sin dudarlo ni un segundo salto al agua haciendo que ella quede envuelta en una especie de ola y trague bastante agua.— ¡Perdón amor! — Le digo mientras golpeo suavemente su espalda para que saque toda el agua.— Tranquilo... ¿Me ayudan niñas? — Dice sonriendo sospechosamente.Antes de que me pueda dar cuenta las tres están hundiéndome, haciendo que está vez sea yo quien trague muchísima agua. Cuando finalmente logro salir a la superficie, tomo a las niñas entre mis brazos y comienzo a nadar por toda la piscina causando que ellas se rían todo el tiempo. Azul nos observa des
[SANTIAGO]Ya es de noche, y después de haber cenado en familia para terminar este domingo ha llegado el momento que sé que me traerá una discusión con Azul. Estoy en la puerta de la casa esperando que se despida de mi familia hasta que al fin ella se acerca a mí y me mira.— ¿Qué haces con ese bolso? — Me pregunta al ver el bolso que está en el suelo al lado mío.— Iré a pasar contigo algunos días hasta que todo se calme. — Explico bastante serio.— Santiago, debes seguir con tu vida, con tus cosas.... No puedes vivir al pendiente mío. — Me dice un poco enfadada como supuse que se pondría.— Mi vida, entiende yo no puedo permitir que estés sola... si te pasara algo me muero, ¿entiendes? Además, no me afecta en nada. — Le digo sonriendo.— ¿Y tu familia? ¿Qu&
[AZUL]Miro a mí alrededor en el café donde me a citado Daniel y por fin lo encuentro en una de las mesas al final del lugar. Me acerco a él, lo saludo y me siento —Hola, Azul ¿Te has asegurado de que nadie te siguiera? — Me pregunta mirando alrededor.— Si, pero explícame... ¿Él sabe donde vivo? — Le pregunto preocupada.— Sabe donde te quedabas. —— ¿¡La casa de Santiago!?— Exclamo preocupada.— Si, pero no te asustes, tengo un plan. — Anuncia con seguridad.— ¿Cual? — Averiguo, pero el móvil de Daniel comienza a timbrar.Él mira la pantalla y con un poco de dudas atiende la llamada. Lo escucho hablar y me sorprende que le de la dirección del café a la persona con quien está conversando. Minutos después él termina la llamada — P
[SANTIAGO]Estoy sentado frente al mar con ella sentada entre mis piernas y mis brazos protegiéndola en un abrazo. Respiro la brisa que llega del mar mientras siento los latidos de su corazón. Cuento uno...dos... tres suspiros...— Cariño, ¿Que te sucede? — Le pregunto besando su cuello.— Mi amor, estoy nerviosa. — Me confiesa.— Lo sé, lo puedo sentir, tu corazón late muy rápido. — Le respondo mientras la abrazo muy fuerte. —Yo sé que todo esto es muy difícil, pero aquí estoy yo para cuidarte, quererte, abrazarte. —Murmuro.Ella sonríe y luego gira su cabeza para comenzar a besarme. De a poco se va acomodando para que nuestro beso tome mayor intensidad y es así como nos vamos perdiendo en estas sensaciones. Su boca y la mía parecen conocerse de toda la vida... Definitivamente he encontrado mi lugar en es
[AZUL]Estoy regresando a casa seguida a la distancia por Sergio y Víctor mientras que Santiago ha ido a hacer algunas compras para su sorpresa de esta noche. 《Me pregunto qué tanto tramara en esa mente.》Voy llegando al tercer piso y al salir del elevador me encuentro con la vecina quien está entrando a su casa.—¡Hola Azul! ¿Cómo estás? — Me pregunta acercándose para saludarme.— ¡Hola! Muy bien, gracias... ¿Tienes tiempo? — Le pregunto, y supongo quees hora de que comience a socializar con gente, ¿y que mejor que con mi vecina?— Si, tengo unos minutos antes de ir a trabajar, ¿por? —— Si quieres tomar un café o algo... — Le ofrezco sonriente.— ¡Claro! — Responde con entusiasmo y entramos a mi piso. La invito a sentarse mientras preparo los cafés, y una ve
[SANTIAGO]Estamos cenando bajo un intercambio de miradas y con tan solo la luz de las velas que hay en la habitación iluminándonos. Luce espectacularmente preciosa, ese vestido le ha quedado de ensueño y ni siquiera quiero imaginarme el resto... Sonrió ante mi pensamiento y ella me mira con sospechas.— ¿De qué te sonríes? — Averigua con la copa de champagne en su mano.— Un simple pensamiento que se me ha cruzado por mi mente. — Respondo intentado restarle importancia.— Mmmm... puedo darme una idea de lo que se te puede cruzar por esa mente y déjame decirte algo mi amor... — Me dice sensualmente mientras se inclina sobre la mesa. —Creo que yo estoy pensando en lo mismo... —— Creo que si... —Dicha esas palabras, me levanto de la silla, camino hacia ella haciendo que deje su copa sobre la mesa y la tomo de la mano para
[SANTIAGO]Estamos acostados lado a lado después de haber vivido un momento inolvidable, nuestras respiraciones están agitadas todavía y ella de a poco se acerca a mí para que la abrace. Siento el aroma de mi perfume mezclado con el suyo y se podría decir que el resultado es un elixir, inhalo su aroma y comienzo a besar su cuello dejando pequeños mordiscos — ¡Santiago! — Me grita entre risas. — ¡Me vas a dejar marcas! — Se queja.— Eso es lo que quiero... quiero que te acuerdes de mi, de que sepas que yo estuve besándote, recorriéndote, amándote... — Murmuro.— Sera imposible olvidarme de esto. — Me responde sonriente.Me ubico sobre ella y me adueño de su boca nuevamente. Sus manos se posicionan en mi espalda recorriéndola por completo y en un solo movimiento me arrodillo sobre la cama haciendo que ella deba senta
[AZUL]Estoy un poco paranoica, vamos de camino a la casa de Santiago a almorzar con su familia y a cada rato miro atrás para ver si hay alguien siguiéndonos o algún coche cerca con alguien dentro, me estoy volviendo loca creo yo. Santiago me observa preocupado por mi forma de actuar, coloca su brazo sobre mi hombro y yo coloco mi brazo en su espalda, así abrazados recorremos el camino que queda a su casa.Él abre la puerta de su casa y al entrar buscamos a su familia quien ya está reunida en la cocina sirviendo el almuerzo. Saludamos a todos y luego nos unimos a la mesa. Como siempre su familia entabla temas de conversación que nos hacen reír muchísimo. Después de casi dos horas de sobremesa decidimos recoger los platos y ordenar el desorden que hemos hecho. Estoy en la cocina con Isabel y ordenando todo cuando de repente las niñas vienen corriendo a buscarme.—¡T&iac