[AZUL]
Miro a mí alrededor en el café donde me a citado Daniel y por fin lo encuentro en una de las mesas al final del lugar. Me acerco a él, lo saludo y me siento —Hola, Azul ¿Te has asegurado de que nadie te siguiera? — Me pregunta mirando alrededor.
— Si, pero explícame... ¿Él sabe donde vivo? — Le pregunto preocupada.
— Sabe donde te quedabas. —
— ¿¡La casa de Santiago!? — Exclamo preocupada.
— Si, pero no te asustes, tengo un plan. — Anuncia con seguridad.
— ¿Cual? — Averiguo, pero el móvil de Daniel comienza a timbrar.
Él mira la pantalla y con un poco de dudas atiende la llamada. Lo escucho hablar y me sorprende que le de la dirección del café a la persona con quien está conversando. Minutos después él termina la llamada — P
[SANTIAGO]Estoy sentado frente al mar con ella sentada entre mis piernas y mis brazos protegiéndola en un abrazo. Respiro la brisa que llega del mar mientras siento los latidos de su corazón. Cuento uno...dos... tres suspiros...— Cariño, ¿Que te sucede? — Le pregunto besando su cuello.— Mi amor, estoy nerviosa. — Me confiesa.— Lo sé, lo puedo sentir, tu corazón late muy rápido. — Le respondo mientras la abrazo muy fuerte. —Yo sé que todo esto es muy difícil, pero aquí estoy yo para cuidarte, quererte, abrazarte. —Murmuro.Ella sonríe y luego gira su cabeza para comenzar a besarme. De a poco se va acomodando para que nuestro beso tome mayor intensidad y es así como nos vamos perdiendo en estas sensaciones. Su boca y la mía parecen conocerse de toda la vida... Definitivamente he encontrado mi lugar en es
[AZUL]Estoy regresando a casa seguida a la distancia por Sergio y Víctor mientras que Santiago ha ido a hacer algunas compras para su sorpresa de esta noche. 《Me pregunto qué tanto tramara en esa mente.》Voy llegando al tercer piso y al salir del elevador me encuentro con la vecina quien está entrando a su casa.—¡Hola Azul! ¿Cómo estás? — Me pregunta acercándose para saludarme.— ¡Hola! Muy bien, gracias... ¿Tienes tiempo? — Le pregunto, y supongo quees hora de que comience a socializar con gente, ¿y que mejor que con mi vecina?— Si, tengo unos minutos antes de ir a trabajar, ¿por? —— Si quieres tomar un café o algo... — Le ofrezco sonriente.— ¡Claro! — Responde con entusiasmo y entramos a mi piso. La invito a sentarse mientras preparo los cafés, y una ve
[SANTIAGO]Estamos cenando bajo un intercambio de miradas y con tan solo la luz de las velas que hay en la habitación iluminándonos. Luce espectacularmente preciosa, ese vestido le ha quedado de ensueño y ni siquiera quiero imaginarme el resto... Sonrió ante mi pensamiento y ella me mira con sospechas.— ¿De qué te sonríes? — Averigua con la copa de champagne en su mano.— Un simple pensamiento que se me ha cruzado por mi mente. — Respondo intentado restarle importancia.— Mmmm... puedo darme una idea de lo que se te puede cruzar por esa mente y déjame decirte algo mi amor... — Me dice sensualmente mientras se inclina sobre la mesa. —Creo que yo estoy pensando en lo mismo... —— Creo que si... —Dicha esas palabras, me levanto de la silla, camino hacia ella haciendo que deje su copa sobre la mesa y la tomo de la mano para
[SANTIAGO]Estamos acostados lado a lado después de haber vivido un momento inolvidable, nuestras respiraciones están agitadas todavía y ella de a poco se acerca a mí para que la abrace. Siento el aroma de mi perfume mezclado con el suyo y se podría decir que el resultado es un elixir, inhalo su aroma y comienzo a besar su cuello dejando pequeños mordiscos — ¡Santiago! — Me grita entre risas. — ¡Me vas a dejar marcas! — Se queja.— Eso es lo que quiero... quiero que te acuerdes de mi, de que sepas que yo estuve besándote, recorriéndote, amándote... — Murmuro.— Sera imposible olvidarme de esto. — Me responde sonriente.Me ubico sobre ella y me adueño de su boca nuevamente. Sus manos se posicionan en mi espalda recorriéndola por completo y en un solo movimiento me arrodillo sobre la cama haciendo que ella deba senta
[AZUL]Estoy un poco paranoica, vamos de camino a la casa de Santiago a almorzar con su familia y a cada rato miro atrás para ver si hay alguien siguiéndonos o algún coche cerca con alguien dentro, me estoy volviendo loca creo yo. Santiago me observa preocupado por mi forma de actuar, coloca su brazo sobre mi hombro y yo coloco mi brazo en su espalda, así abrazados recorremos el camino que queda a su casa.Él abre la puerta de su casa y al entrar buscamos a su familia quien ya está reunida en la cocina sirviendo el almuerzo. Saludamos a todos y luego nos unimos a la mesa. Como siempre su familia entabla temas de conversación que nos hacen reír muchísimo. Después de casi dos horas de sobremesa decidimos recoger los platos y ordenar el desorden que hemos hecho. Estoy en la cocina con Isabel y ordenando todo cuando de repente las niñas vienen corriendo a buscarme.—¡T&iac
[SANTIAGO]— ¿Tú...? es que… ¿cantas? — Pregunta confundidaLa miro detenidamente y le extiendo mi mano — Mucho gusto, me presento... soy Santiago Del Rio, un músico y cantante frustrado, pero muy enamorado de ti— Me presento haciéndola sonreír.Ella se queda en silencio por minutos que me parecen una eternidad. Siento mi corazón latir rápidamente... me mata esta incertidumbre de no saber si le ha gustado mi sorpresa o no, pero de repente, toma mi rostro entre sus manos y lo acerca al suyo. Me sonríe a milímetros de su boca y comienza a darme pequeños besos en la comisura de mis labios hasta que luego me besa. Respondo a su beso con todo mi ser y es así como nuestras bocas comienzan a jugar entre si provocando que todos mis sentidos se despierten. Nos está faltando el aire y por tal motivo debemos separarnos un segundo. Su frente está
[SANTIAGO]Otro día que amanezco a su lado, está es la manera más perfecta de comenzar cada día de mi vida y daría lo que fuera porque fuera así siempre. La miro dormir tan plácidamente y cada vez me convenzo más de que es lo más parecido a un ángel que he llegado a conocer — ¿Qué tanto me miras? — Dice sorprendiéndome ya que creí que aun había despertado.— Miro lo guapa que eres y lo feliz que me hace despertar a tu lado cada mañana. — Le digo acariciado su brazo.— Me harás sonrojar— Comenta con una risa nerviosa. —Además, aquí el guapo eres tú, tengo mucha suerte de que estés a mi lado… de seguro hay muchas mujeres envidiándome — Murmura.— No me digas que eres celosa— Le digo mientras la abrazo.— No, pero espero que no
[SANTIAGO]Miro a Víctor y Sergio muy tranquilos parados en medio de la calle como si nada hubiese pasado mientras que yo estoy aquí de rodillas sintiendo como mi mundo se ha roto en mil pedazos. Giro mi cabeza y miro a mí alrededor intentando encontrar a Azul en alguna parte con la esperanza de que todo haya sido una pesadilla terrible — ¿Cómo es que están tranquilos? ¿Por qué no comienzan a buscarla? — Les pregunto desesperado.— Señor Del Rio, por favor vayamos a hablar a un lugar menos público. — Me dice muy relajado.— Vengan... — Les pido mientras comienzo a caminar hacia la casa.Entramos a la casa y al ver mi rostro lleno de lágrimas la cara de Lucia cambia por completo y se acerca a mí rápidamente — ¡Santi! ¿Qué sucede?—— ¡Lu... se la han llevado! Siento que me he