[SANTIAGO]
Miro a Víctor y Sergio muy tranquilos parados en medio de la calle como si nada hubiese pasado mientras que yo estoy aquí de rodillas sintiendo como mi mundo se ha roto en mil pedazos. Giro mi cabeza y miro a mí alrededor intentando encontrar a Azul en alguna parte con la esperanza de que todo haya sido una pesadilla terrible — ¿Cómo es que están tranquilos? ¿Por qué no comienzan a buscarla? — Les pregunto desesperado.
— Señor Del Rio, por favor vayamos a hablar a un lugar menos público. — Me dice muy relajado.
— Vengan... — Les pido mientras comienzo a caminar hacia la casa.
Entramos a la casa y al ver mi rostro lleno de lágrimas la cara de Lucia cambia por completo y se acerca a mí rápidamente — ¡Santi! ¿Qué sucede? —
— ¡Lu... se la han llevado! Siento que me he
[SANTIAGO]Sergio y Víctor se han ido a reunir con Daniel y los policías que están rodeando la zona donde se han llevado a Azul. Yo en cambio, estoy en mi casa ya que me han obligado a permanecer aquí, pero no me quedare de brazos cruzados. Miro alrededor de la sala de la casa y me percato que la única que está aquí es Lucia quien me mira de manera extraña.— Hermano... te conozco muy bien ¿Qué planeas? — Me pregunta mi hermana sentada desde el sofá.— No planeo nada, necesito estar a solas y pensar, estoy demasiado nervioso. — Le digo mintiéndole mientras me dirijo a mi cuarto.Subo hasta mi cuarto, tomo mi móvil y llamo a la única persona que se que podrá ayudarme con esto, mi gran amigo desde hace muchísimo tiempo, Luis. Él es el siempre ha estado a mi lado aconsejándome, siendo ese amigo leal y compa&nti
[SANTIAGO]Soy tan solo un espectador de esta escena que parece sacada de una película de esas policiales que veo de vez en cuando, los policías se mueven alrededor de la casa, otros están entrando y yo no sé que puedo hacer, quisiera ayudar, pero no me lo permiten. Intento percatarme de todos los detalles, pero es simplemente imposible, la distancia no me permite ver bien que sucede solo puedo escuchar algunos ruidos lejanos provenientes del interior de la casa... siento como mi cuerpo tiembla a causa de los nervios y lo único que pido al cielo es que ella este bien.—Tranquilo señor Del Rio. — Me dice el oficial que está a mi lado.— Intento tranquilizarme, pero es imposible, la mujer que está ahí dentro es muy importante para mí, ella es mi vida. No sé si lo entiende. — Le digo casi en un susurro o en realidad lo digo como puedo.—Lo entiend
[SANTIAGO]Llevo varias horas en el cuarto del hospital esperando que despierte. Los paramédicos han decidido traerla para que este en observación por algunas horas y asegurarse que todo esté en orden con ella. Gracias al cielo todos los estudios han salido bien y lo único que estamos esperando es que despierte ya que al parecer la cantidad de cloroformo que ha inhalado ha sido bastante.La observo tan indefensa y angelical descansando e instintivamente mi mano comienza a jugar con su cabello. 《No sé que hubiese sido de mí si algo llegaba a sucederle》 me pierdo en mis pensamientos imaginando todas las distintas posibilidades y solo quiero quedarme con esta donde ella sigue a mi lado... Un golpe en la puerta me saca de mi pequeño mundo.— ¡Adelante! — Le digo sin saber siquiera quien es.Para mi sorpresa son mis padres. — Hijo, ¿Cómo se encuentra? — Me pregun
[AZUL]Después de una noche entre pesadillas, dolor en mi pierna e inquietudes de cómo explicarle a Santiago que deberé ir a California a solucionar los asuntos de la empresa, despierto, aunque en realidad no he dormido casi nada.Lo veo a mi lado profundamente dormido, y no quiero despertarlo ya que anoche ha estado cuidándome hasta altas horas de la madrugada. Aun no puedo creer que un hombre como él se haya fijado en mi y mucho menos que haya sido tan paciente conmigo.De a poco me levanto de la cama intentando no despertarlo, aunque la herida en mi pierna me comienza a molestar un poco cuando intento ponerme de pie. Siento a Santiago moverse sobre la cama, giro mi rostro y veo como me observa lanzándome una hermosa sonrisa —Perdón cariño, no querida despertarte. — Le digo con una tímida sonrisa.— No mi amor... no te preocupes ¿Te encuentras bien? ¿Quier
[SANTIAGO]Días despuésCreo que este es uno de los momentos más tristes que me está tocando vivir desde que he conocido a Azul. Después de intentar retrasar este instante la mayor cantidad de días posibles, me encuentro en el aeropuerto despidiéndola. Lamentablemente debe ir a Los Ángeles para resolver todos los asuntos de la empresa de su familia y yo... yo lamentablemente no podre ir con ella tengo algunos proyectos que presentar y no me he podido escapar de mis responsabilidades.—¿Tienes idea de cuánto te extrañare? — Le digo a su oído mientras la abrazo en un rincón alejado en el aeropuerto para no molestar a la gente.— Claro que si porque yo te extrañare de la misma forma o mucho más. — Me dice con sus ojos inundados de lágrimas.Me cuesta demasiado verla así... me hace querer dejar todo en la
[AZUL]Abro mis ojos lentamente y la luz del lugar donde me encuentro me molesta demasiado 《¿Dónde estoy?》 Me pregunto a mí misma. Miro a mí alrededor y allí veo a Pedro mirándome con cara de preocupado, sigo mirando y de a poco reconozco la oficina que ha sido de mi padre.—Azul, ¿Te encuentras bien? — Me pregunta mientras sujeta mi mano —La ambulancia ya está de camino— Anuncia.— Estoy bien... No sé que me paso. No era necesario que llamaras a la ambulancia. — Le digo aun un poco débil.— ¿Como que no? Te desmayaste... — Me responde angustiado.— No paso nada, entiende que todo esto es muy fuerte para mí y además no he estado alimentándome muy bien estos últimos días. — Me excuso.— Bueno, de todas formas, están en camino y será mucho mejor que ellos
[AZUL]Salgo de la habitación luego de haberme duchado y cambiado de ropa, ysalgo hacia la sala donde esta Pedro esperándome.—Ya estoy lista. — Le digo acercándome a él.— Con todo respeto te ves muy linda. — Me halaga mientras se levanta del sofá y me observa.— Gracias... — Es lo único que se me ocurre responderle. No sé qué más decirle, apenas lo conozco. Decidosimplemente comenzar a caminar hacia la puerta mientras
[AZUL]Entro al edificio luego de que el chofer de la empresa pasara por mí al departamento. Tal como sucedió ayer todo el mundo en la recepción deja de hacer lo que estaban haciendo para esta vez saludarme y otros solo para observarme. La situación es un tanto incomoda, pero creo que tendré que acostumbrarme. Ya sabiendo donde está la oficina de Pedro esta vez me subo al elevador sola y recorro los pasillos hasta llegar a la puerta. Golpeo y él exclama que se puede pasar.—¡Buenos días, Azul! ¿Has podido descansar algo? — Me pregunta apenas e ve y mientras se levanta de su sillón y se acerca a mí para saludarme.— Algo he descansado, aunque dos días más de descanso no me hubieran venido nada mal. — Le digo riéndome.— Te comprendo perfectamente... — Comenta.— Si, pero como quiero regresarme lo antes pos