Johana Gaitán, una joven estudiante de la carrera de psicología en la Universidad Centroamericana, pensaba graduarse para luego aplicar a la Beca Erasmus. Quería viajar a Italia, Francia y Alemania, eso es lo que el folletín de la beca prometía. Johana estaba contenta, además era una de los mejores estudiantes de su facultad, sobresaliente y capaz de trabajar en grupo con capacidades desarrolladas de liderazgo Sin embargo, a veces, cuando se sentía cansada, iba al Bar El Panal, un bar rustico que estaba a pocas cuadras de la entrada de a universidad. Se sentaba esas mesas de plástico, ordenaba a la mesera una cerveza, encendía un cigarro, y se relajaba por un momento después de tantas tareas y cosas por hacer en la universidad.

Los padres de Johana, un profesor de inglés y un ama de casa, estaban contentos por la vida académica de su hija, además no ten&iacut