Jean conduce una mano hasta el sexo de Zoé, la chica da un respingo al sentir que invadían los pliegues de su vagina.
—¡Jean! No, detente. Pero sus palabras sonaron a gemidos que una petición.
—No, preciosa. Me pienso comer tu coño.
Y dicha esas últimas palabras, el rubio rápidamente llego hasta la zona v de su cuerpo. Abrió las piernas de Zoé atacando directamente su vagina. Oyéndola gemir con más fuerza mientras arqueaba más su cuerpo en dirección a la boca de Jean.
—¡Ahhhh! Por dios, si paras te juro que te ahorco. Le grito aferrándose a la almohada.
El francés se comía su coño con afán, aferrándose a las nalgas de está dejando la visible marca roja de sus manos. Jean sintió como el cuerpo de su esposa se tensaba, sus piernas se
Sin mediar palabras, el francés se acercó a ella tomándola desprevenida por la cintura. Termino por besar sus labios de una forma violenta, pero apasionada. Por supuesto que Zoe se resistió golpeando sus brazos, pero poco a poco fue cediendo entregándose al beso y los brazos de su esposo.Pronto el beso paso ser más necesitado por ambas partes. Zoe sin tener control de sus movimientos empezó a despojar a Jean del suéter que llevaba puesto. Este hizo lo propio con la manta que llevaba esta encima.En segundos los recién casados se habían despojado de la mayor parte de su ropa, la castaña solo llevaba la ropa interior. Y el rubio un mono de correr.Este se cargó a su esposa encima quien no opuso resistencia, cosa que le encanto… la condujo hasta la cama donde se tumbaron. Seguido este bajo las bragas de la castaña, luego se quit&oa
Expresando aquellas palabras termino por besar a su esposa en los labios, continuaba manteniéndola sujeta de las manos ya que no confiaba en ella. Pero pronto el francés sintió que ella en vez de alejarse de él, lo buscaba aún más. Introduciendo la lengua en su interior. Aquel gesto lo puso más duro de lo que estaba. Inmediatamente aparto la sabana con que ella se había envuelto, para acomodar su pene en la entrada de su vagina. La escuchaba gemir con fuerza cada vez que el frotaba su miembro contra su vientre.—Joder Zoe, me encanta estar así contigo.—No… para… no quiero. Pedía entre jadeo.—Si quieres.Con la rodilla abrió las piernas de su esposa y en una embestida lenta se adentró en ella… ya estaba tan húmeda que no tuvo que esforzarse mucho para lubricarla. E
El agua tibia caía libremente por todo el cuerpo de Zoe, en esos momentos pensaba que al menos le había ganado una a ese francés. Esperaba que con eso se lo quitara de encima. Aunque todo su ser anhelaba que el la tomara, esa parte de la cordura le decía que no debía hacerlo.Mientras que la castaña permanecía debajo de la lluvia de agua, una figura masculina caminaba completamente desnudo con pasos felinos hacia el baño. Jean admiraba la figura de su esposa a través del cristal de la ducha. Provocándole más ganas de follarsela.Corrió la puerta de cristal dándole un susto de muerte a su esposa, quien se cubrió sus partes íntimas. O bueno, lo intento.—¿Qué estás haciendo aquí?—Intento ahorrar agua, nos ducharemos juntos.—Como si no pudieras pagar el
—¿Quién dijo que yo iba a tener sentimientos por ti? Te lo dije desde un principio, esto solo es un matrimonio bajo contrato. No pienso enamorarme de ti, ni mucho menos amarte. Además, no te mereces un amor como el que yo estoy dispuesta a dar algún día.Jean Pierre frunció el ceño visiblemente por aquellas frías palabras… apretó la mandíbula, no le gustaba que ella le dijera aquellas palabras. Dios dos paso hacia ella, pero se detuvo ¿Qué vas hacer Jean? Le dijo una voz interior. Ni el mismo sabía que responder, solo tenía ganas de lanzarse en esa cama y sacarle toda la ropa a esa mujer. Hacerle el amor hasta que le suplicara que parara.—¿A quién le vas a entregar tu amor? Estas casada conmigo. Se cruza de brazos.—¡Pero no por siempre!—¿Qué quieres dec
—Ya ves… esa noche dejo consecuencias. Y por eso, Yo seré la verdadera esposa de Jean Dubois y la madre de su bebé. Soy la única quien puede ocupar ese puesto, no tú. Una stripper que se cree señora… bueno… se ríe con burla. –Ni tan señora. Mira mosca muerta, si ya has terminado lárgate de aquí. Antes de que barra el suelo contigo.—Tú no me tocaras ni un pelo marginal.—No sabes de dónde vengo mujercita, es mejor que te vayas por dónde has venido arpía. Le dice maya enojada.—¿Quién me va a sacar? ¿Tu? No puedes ponerme un dedo encima.—Como que no…La morena se lanza sobre la rubia arrasándola hasta el ascensor… mientras que esta le gritaba que la soltara. Cuando dejo el cuerpo de Adelaine en el
—Por favor, no me vengas con lágrimas. He visto mucho de todo en lo largo de mis años. Y tu llanto no me ablandara. —Es tan cruel con su propio hijo, es un hombre horrible.—Hago lo que sea por mis hijos, solo lo mejor para ellos. ¿Ahora qué piensas hacer?Zoe se acercó a la mesa, tomo el bolígrafo y firmo los malditos papeles… la lagrimas salían por si solas. No las podía detener. Al terminar se puso en pie y el viejo la imito. Cogió loa documentos pero dejo el fajo de dinero.—Que lo aproveches, seguro que mi hijo te prometió más. Pero ya que las cosas surgieron así debes conformarte con eso. ¡Ah! y tu morena, este mismo consejo va para ti también, aléjate de mi hijo. Yo jamás permitiré una unión entre ustedes dos.El viejo se fue, dejand
La chica abrió los ojos cuando sintió que su amiga la zarandeaba. Esta se estrujo los ojos hasta lograr medio sentarse en la cama. Había tenido una horrible pesadilla y agradeció a su amiga que la despertara de ella.A esas alturas seguramente el francés ya debía de estar más que casado con esa mujer. No dudo para nada que hubiera firmado esos documentos sin chistar. Total ellos dos solo estaban casados por un contrato.—¿Qué paso?—Tenías una pesadilla o algo así, dormías inquieta.—Sí, realmente era una pesadilla. Confirma la castaña. – ¿Estas llegando?—Si. El día estuvo de locos.La morena se sienta en el borde la cama quitándose los zapatos… parecía agotada, y quién no. Con dos empleos, la pobre Maya tenía
Maya no dijo nada cuando ve al rubio irse con la enfermera. Pero cuando se ven solos, se da la vuelta para lanzarse en los brazos del rubio quien la recibe gustosa.—¡Te extrañe! No debiste irte Maya. No sabes todo lo que te busque.—Lo siento. Tenía que hacerlo, no podía dejar a mi amiga sola con todo esto.—Pero debiste buscarme, mira que pasar todos estos meses ustedes solas en ese apartamento tan demacrado.La pareja seguía abrazada mientras hablaban… muchas veces la morena quiso contactar a Adrien pero por fidelidad a su amiga no lo hizo, y eso que algunos meses se vieron muy graves. Pero al final de todo siempre salían a flote. Pero internamente agradecía que ellos las hubieran encontrado.—Quise buscarte, pero me dio miedo. Tu padre es muy cruel, y nos dijo cosas muy feas. Nosotras solo quisimos que no los deshereda