– No te preocupes no contamina nada, ¿aún sigo preguntándome cómo lo hace? – añadió para sí mismo – Es practicante de Harvard, en el equipo de casos sin resolver en OFW (oficina de Washington del distrito central). Hace tres años apareció en un hospital. Diciéndonos dónde podíamos encontrar a un pedófilo. Que por cierto fue el caso de Susi.
Yo recuerdo ese suceso algo diferente de lo que él lo relataba, me desmaye el primer día que llegue a la ciudad, sin querer alguien choco conmigo, él no sabía que yo vería su mente, pero como todos los humanos no más verme evitaban acercarse, como si supieran que al tocarme yo podría ver sus secretos y exponerlos a la luz.
Todas sus memorias me golpearon con fuerza dentro de mi mente y tuve que controlarme mucho en no darle caza yo misma, me conocía lo suficiente, que si lo atrapaba por mi cuenta no sabría qué hacer con él, así que idee un plan para entrar al FBI y jamás hubiera creído que en mi primer día todo hubiera salido de maravilla. No había previsto ese día iniciarlo así, pero cuando abrí los ojos ellos estaban enfrente. Haciéndose las mismas preguntas que Karla hacía en su mente.
– Lo recuerdo. Fue el caso de Isabela Tyler no. La niña que rescataron junto con otras 5... Un gran golpe para una principiante – respondió ella algo impresionada, intentando disimularlo. Su mirada expresó los miles de preguntas que deseaba hacerme.
– Se mantiene al margen de las cámaras, hicimos un trato. La mantendremos en nuestro equipo con discreción a cambio de sus habilidades especiales.
– ¿Por qué hicieron eso? – pregunto de nuevo con el mismo tono, en su mente ya se trazaba un plan para investigar sobre mí. José estaba pasándole un ultimátum. Siempre hacia eso cuando algún colega de su equipo nuevo o temporal se interesaba en investigar, el cree que los que se fueron, fue gracias a él, pero no tiene ni idea. Hay alguien que le gusta hacerme la vida imposible.
– Veras. Ella no tiene registro como nosotros – hizo un ademán entre nosotros para hacer un énfasis a su explicación – No tenemos ni un registro con su rostro o huellas… ADN, De hecho, ella no tiene huellas y su ADN es de los raros. Casi inexistentes.
– Ok. Ya. Basta. De hablar de mí, podemos volver al trabajo – interrumpí algo irritada. Era demasiado lo que este hombre me idolatraba. Me gusta ver a los humanos expresarse, sus movimientos los acompañan con su forma comunicarse entre ellos, y yo los imitaba, y no paran de estar inquietos, algo que me gusta hacer, acomodaba un mechón de cabello detrás de mi oreja o me paraba en un pie sosteniendo el peso de todo mi cuerpo, o me balanceaba de un lado a otro o hacia atrás y adelante constantemente, algo que a José le gusta.
– De acuerdo – Karla cuadró sus hombros como lo hacen todos los humanos para demostrar superioridad y alardear frente a mí que ella también tiene poder. Yo no le caía nada bien. Y sonreí por el efecto que le producía. Irritación.
“Y no me conocía de nada. Voy a tener que trabajar en eso” (Pensé para mí misma).
– ¿Quién es la víctima? – pregunto sin dirigirme una mirada. Como si no existiera Lo cual me hizo gracia. Porque me tenía muy presente como su rival. Sonreí ahora permitiendo que mis labios se curvaron un poco más.
– Su nombre es Natalia Nylon, de Michigan, nació en 15 de agosto de 1980, universitaria, con una carrera de arquitectura, la hallaron esta mañana.
– le contestó José.
– ¿Y aquí murió? – preguntó Karla.
– No – dije yo – Ella murió en otro lado, esto es una puesta en escena, un mensaje para el departamento – hice unas entre comillas con mis dedos.
– ¿Cómo? ¿Qué significa?
– Significa que este cuerpo es para nosotros, hemos estado trabajando unos meces con unas sectas satánicas, además tenemos una testigo – José le habló con cuidado mientras coloco su mano en su hombro, ella no pareció molestarle la confianza que se tomó, hasta parecía halagada con ese gesto. Le gustaba ser el centro de atención.
– “Vaya” – murmuró pensando para sí misma, era la primera vez que le tocaba ver un testigo después de un cadáver y le emociono la idea de dar con el muy maldito. José la guió fuera del edificio mientras yo me quede esperando que los forenses terminaran su trabajo. Pero siguiéndolo en sus mentes. Salieron apartándose de las paredes de barro rojizo, dejando las sombras que cubrían el cuerpo, aun podía sentir su esencia oprimiendo mi pecho, el olor no se iría de mis pulmones y la sensación de ser observada, sólo paso media hora cuando José recibió la llamada donde podía encontrar a una chica desaparecida Desde hace más de una semana. Estábamos en el estado de Washington en los campos fuera de la ciudad, pero muy cercas de las montañas que cubren los pueblos. Era casi el único lugar donde podía estar en paz. Sobre todo, cerca de los humanos y no en las grandes ciudades donde evitaba la mayoría del tiempo, había ido a Nueva York solo en dos ocasiones y Habíamos estado en los Ángeles una vez. Pero ahora las ciudades me parecían que era una jungla de emociones humanas, lleno vida por todas partes.
En una patrulla estaba una señorita de pelo rubio con una blusa negra y falda levys, con el cabello de su coleta desordenado, se mecía hacia atrás y hacia adelante con los brazos cruzados sobre su pecho como si su cuerpo fuera a romperse, las esposas resbalaban de sus muñecas. Murmurando en un idioma desconocido para los humanos y que solo yo podía de comprender, sus ojos de color verde estaban perdidos en algún punto en su mente, pero aún no entraría, lo haría en su momento, y el mejor lugar sería en la sala de interrogatorios con el único medio que prefería “el tacto”.
– Su nombre es Nicol Green, la hallaron debajo del cuerpo, prácticamente estaba sentada de bajo. Y no ha salido de su transe desde que la trasladaron a la unidad. – habló José después de unos minutos de silencio. – Creímos que ella fue quien mató a la víctima, pero después de unos análisis rápidos…– Karla interrumpe a José apresurada por mostrar su talento.
– Los patrones no indican eso. Tiene manchas en la ropa lo que indica que estuvo cerca del cuerpo cuando desangraron a la víctima. Y a juzgar por las pupilas dilatadas y el estado de shock en que se encuentra ella no la mató – analizo y puntualizó rápidamente.Espere a que los agentes se movieran de aquí para allá. José, Sandra y Karla se metieron en un análisis meticuloso con la víctima. Karla era muy profesional a la hora de sacar las interrogativas y no dejaba escapar ningún dato.
Al fin. El cuerpo lo descendían al suelo para llevarlo a la morgue, donde había una bolsa para cadáveres puesta en una Camilla tendida. Debía de tomar algo que no me pertenecía, ver lo que no debía para dejarla ir, porque podría retener su esencia unos 60 segundos antes de que se separa del cuerpo, esto estaba mal, y yo no debería hacerlo, aun que era necesario encontrar a este ser que era casi igual a mí, solo había una diferencia. Yo era del bando bueno.Tomé un largo suspiro, antes de acercarme al cuerpo, paso a paso fui cruzando mis pies para llegar hasta ella, “¿pero que pudo haber hecho esta mujer para terminar así?" me incline sobre ella viendo como aún tenía sus ojos abiertos con las pupilas dilatas, el rostro aún marcado por el pánico, algo vio antes de morir, y sus recuerdos aún estaban ahí, el viento soplo trayendo un mechón de cabello a mi rostro, el olor de su esencia ( sus recuerdos ) estaba aún dentro en su cuerpo. Me acerque más dejando mi cara suspendida a unos centímetros del cuerpo, poniendo una rodilla en el suelo y sosteniendo el peso de mi cuerpo con mis nudillos, solo necesito 60 segundos para saber, ¿quién es ella?, ¿qué le pasó? y ¿por qué murió? Es verdad, cuando uno dice que al morir vemos nuestras vidas pasar por nuestros ojos, pero estos recuerdos, estas memorias que vemos se quedan estancadas en sus cuerpos, porque la vida aún se aferra al cerebro y al corazón que son lo que alimentan el alma y el cuerpo, es la magia que solo el creador nos da y permite, cuando uno de nosotros estamos cerca, podemos tomarla y ayudar a encontrar el camino de su alma, no como un medio, más bien como una purga para nuestro propio ser. Cuando tome un respiro de su esencia pude ver lo que ella vio, como si yo tomara su lugar por esos 60 segundos, como si fuera mi vida y no la de ella, desde diferentes ángulos al ver una película, puedo ver su nacimiento, su felicidad, puedo sentir su tristeza y sus penas, después viene el cambio, la madurez del cometer errores para aprender a vivir, veo cada aspecto de su vida de lo que ella vio y no vio hasta el final, la parte más difícil es el dolor, y después su muerte.
Es algo doloroso, insoportable que me da 10 segundos solo para ver quien él mató, mi cuerpo no tolera más, mis hermanos decían que es sencillo, para mí apenas que soy una principiante, no sé qué hago, solo pasa como si ya lo hubiera hecho en el pasado.
Me separe del cuerpo ipso facto y comencé a salir del edificio, lo que sentía era algo fuerte, baje por las escaleras con paso precipitado, necesitaba estar sola.
– ¿Ya te vas tan rápido? – José se acercó como siempre intentando hacer su movimiento. No le mire a los ojos. se asustaría.
– Si... Necesito tiempo – Y esa sería toda la respuesta que tendría de mi parte.
Capítulo 2Regreso a casaEl helicóptero serpentea en el rascacielos, el viento golpea mi rostro, los mechones de cabello falso ocultan mi verdadera identidad, tocando mi mejilla, sujetándome con una mano me inclino hacia adelante esperando la señal.– ¿Estás nerviosa? – José me habla al micrófono oculto en mi oído, no contesto, estoy en esos momentos donde los sonidos de la ciudad a mis pies, los colores de las luces de la ciudad se extienden frente a mi. Me gusta la sensación cuando el tiempo se detiene, cada agente del FBI y táctico esperando de sus posiciones para actuar, me siento tan humana con el corazón latiendo a causa de la adrenalina, útil al no estar detrás de cuatro paredes, es cuando valoro mi parte humana.– Suelten el señuelo – esa es mi señal, me inclino más a la orilla y me dejo caer en picada, solo con un chaleco cubriendo mi torso, caigo con un sonido sordo hasta que mis pies impactan contra el concreto y me deslizo por un ducto.………Despierto de mi sueño que es mi
Cuando me miro por completo, sus ojos se llenaron de terror y comenzó a hiperventilar, sus ojos aterrorizados se posaron en mí, su cuerpo se tenso e hizo puños sus manos. Fue algo inesperado, algo que todos los presentes notaron en cuanto yo aparecí frente al espejo, era como si hubiera visto al mismo Lucifer, David lo noto y volteo.“¿Que ves Nicol?, “Haya afuera no hay nadie” ella lo vio gritando con la mirada de "Mentiroso", José se puso pálido ante su expresión, pero trato de recuperarse disimulando acomodar su ropa, ella volvió los ojos a mí, deliberadamente mis brazos cayeron a mis costados, trague saliva, todos abrieron la boca, pero cuando ella hablo todos se sobresaltaron emitiendo un gritillo, pues no era la voz de una joven normal, era la voz más terrorífica, que salía de su interior. “Crispar, odre, de, sor, far” dijo la voz casi con un susurro, pero las palabras fueron fuertes y claras, parecía que no había movido lo labios. Lo que dijo significa, “Te estoy esperando ama
Cuando al fin llegué, abrí la puerta de un empujón, rompiendo la llave lo cual no me importo, me fui directo al closet donde escondía una maleta de acampar con todo el equipo completo. Empaque un par de botas de montaña, porque a veces emprendemos búsquedas de rescate o casería, en mi caso para atrapar a alguien.Los equipos de campaña siempre me han funcionado, el cuchillo de cacería que colgaba en mi cinturón, los arneses que llevaba para escalar, aunque no les necesitará porque podía escalar un árbol, una montaña sin equipo con mis propias manos y correr sin cansarme por un largo periodo. Aguarde mi lona y casa de campaña en la mochila. me cambié mis zapatos de vestir por unas militares negras, me di una ducha, para ponerme unos jeans azul marino, una camisa con gorro, empaque unas chamarras para el frio, comida enlatada, cecina, todo lo indispensable para un viaje de 4 días, pues haría una parada en el mar de Ohio.Me había alejado de mis hermanos por nuestras diferencias y ahora
– No… puedo… respirar…– le acuse.– ¡Mi niña volviste! – grito encantada que me hizo daño en los oídos.– Y tú también… ¿Que fue todo eso?– Tenía que darte tu bienvenida… ¿En qué pensabas? – indago ella con una sonrisa burlona y sacudiendo su cabello rubio que caía sobre sus hombros, miré sus ojos azules temerosa de que algo hubiera cambiado en ella y no encontré nada, era la misma mirada dulce de mi hermana.– En nada.– Que gusto volver a verte – me abraza con ternura y yo le devuelvo el abrazo, recordando cómo es ella, siempre tan amorosa. Tierna y su olor peculiar a vainilla.Extrañaba su olor, su simpatía y sobre todas sus bromas. Ella para mí ha sido más que una hermana, ha sido mi guía… Nos sentamos cerca del puente una frente a la otra. – Agrandaron la casa – rompí el silencio para escuchar su voz, ella me sonrió.– Sí, eso hicimos.– El… ¿El sigue aquí? – tenía que saberlo, intente que sonara con cierta indiferencia y no hablaba de mi hermano, su modo de mirarme me pone ner
“Te atrape” rodé con ella en brazos y cayó sobre mí, pero, Me lleve una gran sorpresa al darme cuenta que no era Keila. Era Israel, mi traidora hermana me tendió una trampa, ahí estaba partiéndose de risa, al ver que me ponía roja.– Lo siento, también fui usado, ella me dijo "Párate aquí" – si claro. No me engaña. aún seguía aplastando con su cuerpo. Muy cerca de mí, no conteste, sus ojos me miraban con una repentina curiosidad. El calor que emanaba su cuerpo... quería gritar que se alejara de mí y otra parte que se acercara más... Ya no estaba en mi casa, estaba envuelta y confundida por el color de su mirada. Un fuerte Carraspeo de Keila me devolvió a la realidad.– Si quieren les doy privacidad.– Lo siento – dijo con una sonrisa pícara y se dejó caer a un lado para poderme levantar, Keila río satisfecha, salió veloz por la puerta, no me dio tiempo de alcanzarla, antes de salir me empujo con su mano haciendome caer de nuevo.– Son tan tiernos. Besitos. Besitos. – volvió a bromear
CAPÍTULO 3 Sueños YanisLos pasos se volvieron un eco, el eco se volvió un molesto goteo que me hizo caer de la cama, solo que no estaba en mi cuarto. Era un lugar oscuro y vacío, solo había oscuridad, que ahora era algo abrumador. Quisiera que fuera así, los sueños son un recuerdo, para muchos son maravillosos, la simbología de la vida. Para mí son recuerdos donde todo es una pesadilla, un recuerdo tan vívido que puedo palparlo, siempre los mismos sueños, siempre el mismo tormento, por eso me da miedo cerrar los ojos. La he visto morir y ser arrebatada de mis manos en varias maneras, siempre, en mis pesadillas, pero no era Keila. No temía por ella. Era alguien más. El sueño se volvió más y más brumoso, en medio de la inconsciencia estaba rodeada de una absoluta negrura, escuche unos cuerpos deslizarse hasta que llegaron a mí y cada una fue flaqueando, serpientes, una era verde piteada con los ojos de una cobra en su cabeza y la otra era negra como la noche y solo veía sus ojos amar
Me ayudó a meterla . En cuanto dio media vuelta, dispuesto a no tener nada que ver con lo que pensaba hacer, le detuve, porque le necesitaba más de lo que él creía, y él sabía que no podría hacerlo sin él. Borrar la memoria de mi hermana. Era algo que a veces hacía cuando su propia mente empezaba a restaurarse sola, y siempre estaba cercas para hacerlo, pero desde que se fue por las constantes discusiones que tenía con Mitkel, tuve que dejarla ir. – Te necesito– le dije en cuanto se dio la media vuelta. – Ella te necesita, no puedo hacerlo ... Todo esto... Yo no puedo, y lamento que tenga que ser así – Empuño las manos y solo giro la cabeza para verme. Sabía que no era justo lo que hacía, era demasiado egoísta para detenerme. – ¿Vas hacerlo de nuevo… verdad? – Sé que la crueldad de mi petición haría mucho daño,ñ ya no podía detenerme, era un hábito que cobró vida propia y me ha consumido. Tengo dones, una variedad de ellos, sobre todo uno en específico que me permite borrar los recue
– ¿Donde estamos?¬ preguntó recelosa… como si hubiera despertado de un sueño, de la pesadilla donde yo la metí.– Estamos en casa, con tus hermanos… mira – me señaló con un gesto y Yanis volteo solo para mirarme un segundo, al parecer aun no entendía en qué tiempo estaba, clavándome una puñalada de culpabilidad. Él le ofreció su mano donde se hizo la herida cuando Yanis fijo su vista de nuevo en mí – ¡Tu! – me gruño como un animal salvaje que se siente amenazado y se agazapo dispuesta a saltar sobre mí. Como me miraba, la forma en que lo hacía me helaron la sangre y mi alma sufrió otra fractura. – ¡¿Donde está ella?!– Olvídate de ella… No te hará nada… ven – le dijo Ixa aun con su mano hacia ella – Yo puedo ayudarte a sanar – no hablaba de las heridas físicas… ella dudo confusa, miraba para todos lados, tratando de reconocer el lugar, se agazapo aún más, no se sentía segura, tenía miedo y era de esperarse, había estado mucho tiempo alejada de la realidad que no sabía dónde se encontr