Esto cada vez se enredaba más. Todo se iba cercando y de alguna manera Iskander y yo quedamos más cerca.—Madre, en el auto de Emy mañana saldrá Emiliano en la silla de atrás, y tú —me señaló— sales con mi madre. La silla de ruedas en el maletero con las maletas que quepan. Usarán la ruta como si fueran a la clínica. Mira que no las sigan. Y luego salen del parqueadero cuando crean que estarán libres. En mi carro irá Emilio, Cameron y escondida Amelia, yo haré lo mismo. —Papá daba las instrucciones.» Luego de dejarlas seguras me regreso a hablar en el plantel educativo. De mi parte hablaré con el rector para que les den las clases virtuales, así no perderán el par de meses para terminar el año. El próximo lo harán en la escuela que se encuentra en el área segura del complejo donde viviremos.—No hagamos demorar a Braulio, cada uno en un morral que ocupa menos espacio empaque su pertenencia y las dejamos en el auto respectivo.—Emiliano, debes de usar muletas hijo para moverte lo poco
Estaba a nada de aterrizar en Medellín, llegue hace tres horas a Colombia, hice trasbordo de Bogotá a Medellín. Mi madre me espera, no le he contado lo de Matt y no sé si involucrarla. Pero si debo tratar de comunicarme con Owen Allen… el segundo hijo de Matt, cuando niños éramos inseparables.Pero sus padres se divorciaron y luego mi padre se volvió el mal en persona y Matt fue arrastrado a ser lo que terminó siendo. Espero no lo maten. Nunca volví a tener a un mejor amigo. No tenía idea de que ha sido su vida, al llegar a la finca le escribo a Jonathan para que me ayude a conseguir su número telefónico.Debe saber que su padre no es un ser del todo malo o por lo menos se remidió y se encuentra en peligro. Ya no puedo regresar a los Ángeles hasta que todo se normalice. Y faltan unos meses para ir a la universidad. Apenas nazca mi hermano, porque será varón, me radico en Boston.Mi hermano nacerá un mes antes de que liberen a Serkan. Temo a ese momento en que se dé cuenta y espero se
Terminábamos de desayunar. Emiliano desde que nos mudamos a esta fortaleza había cambiado un poco para con el trato con Cameron. Quién debe bañarlo, vestirlo, curarlo, luego estar en clases, como todos nosotros. Mi padre instaló una de las habitaciones para nuestro estudio. Emilio y Emiliano frente a sus portátiles en su curso. Cameron en otro, Amelia y yo en los nuestros al pendiente de las clases.Las habitaciones quedaron; la de mi padre, los mellizos, mi abuela quedó compartía con Cameron y Amelia compartiría conmigo. Al terminar las clases esa habitación pasará a ser la de Cameron. De mi parte ya estaba mentalizándome para estudiar donde mi padre me dijera. Si él tenía un apartamento pequeño en la ciudad donde estudiaré no me pondré de remilgosa. Papá estaba gastando un dineral en este apartamento. La seguridad se debe pagar.Terminábamos las clases y cada uno se encargaba de distraerse como deseaba. Al menos el apartamento era grande. Emilio entrenaba en las canchas que había
Amelia se había quedado dormida por fin. Mi abuela fue de gran ayuda para calmarla. Sé lo que duele perder a una madre, pero al menos yo contaba con el resto de mi familia. Ella no, se quedó sola. Sus abuelos no los conocía mucho… —Dejemos que descanse. Con el calmante dormirá hasta mañana. Ayúdame a hacer la cena. —Jonathan no se ha ido, con la evidencia recopilada por la madre de Amelia podrán capturar a muchos. —Si mi amor, lo importante es ir solucionando cada caso. Por ahora es bueno liberar a Amelia, luego a Cameron y a su madre de esos bastardos, y al padre del imbécil que intentó abusar de ti. Llegamos a la cocina. El apartamento era hermoso. Escuchamos el tirar de una puerta y al asomarnos en el pasillo vimos a Cameron hacer pataleta mordiéndose la mano para no hacer ruido. —Este culicagado me va a escuchar. Terminé de hacer la cena para todos y Cameron me ayudó. No hablamos, cuando pasaron los minutos ya estaba calmada. Cenamos sin problema, Jonathan luego se despidió.
Me senté y la miré, unos hombres se acercaban y para alejar cualquier confusión la jalé y la besé. Me dolía el lado izquierdo de mi cadera por el golpe repentino de ella. Pero nada me importaba. Solo sentir los labios de mi Pelirosada.—¿Todo bien señorita?—Sí, él es mi novio.Y eso se sintió jodidamente increíble. Si ella estaba aquí fue porque el señor Braulio la trajo, no deseaba eso, pero al verla, sentirla solo puedo agradecerlo.—¿Te estaban molestando?—No. Pero ando paranoica, me pasó algo hace unos días. —No dije nada.Mi corazón se aceleró. Las imágenes de ella y yo bañándonos, en la cama, en el sofá, con nuestros cuerpos sudando, pegando hasta donde nos era posible nuestras pieles. —No seas tan primitivo Iskander—, sin embargo, no podía dejar a un lado mi instinto primitivo. Volvió a besarme y lo hizo de una manera que en vez de apartar mi libido lo que hizo fue levantar mi miembro.—Pelirosada, es mejor que no me beses de ese modo o no seré un caballero, sino un perfecto
Este hombre era el dueño de todo mi cuerpo, mi corazón latía a mil, mi alma lo reclamaba y verlo desnudo era un deleite. Como amo a este espécimen masculino. Ingresó a la ducha y esos ojos negros desbordaban el mismo deseo de mi parte.No se me nota como a él, pero si me tocara lo descubrirá con solo deslizar sus dedos en mí entre pierna, lo húmeda que estaba. Iskander aceleraba todo mi cuerpo. Y verlo, encontrármelo de nuevo era mi deseo más fuerte. Abrió la ducha, me tomó de la cintura para pegar nuestros cuerpos y sentir su dureza. El agua nos caía a los dos. Luego me sacó y él quedó bajo el agua. Sin tocarme ya estaba erizada. Rozó sus labios con los míos. Tomó el jabón para empezar lavarme y bañarme. Era una delicia absoluta dejarme consentir de ese modo. Lo más sensual que vivía, porque no me ha tocado donde deseaba que lo hiciera. Rodeó mis senos, pero no los tocó, mucho menos mi intimidad. Ha enjabonado hasta mis pies.—Lo haces adrede.—No sé de qué me acusas.Me dio la vue
Por un momento nadie habló, la señora Margarita estaba roja por la vergüenza. Pero conocía a mi padre y él era un hombre que no jugaba con ese tipo de noticias. Mi cerebro trabajaba rápido para analizar en tiempo récord; salió a divertirse como todos le habíamos dicho y por casualidad se encontró con la madre de mi novio y de su noche loca, llegaron a la cama… deseché las imágenes, no podía pensar en mi padre de ese modo, aunque sabía que era la única manera de tener un bebé de manera natural.—Tu sencilla sinceridad Braulio es apabullante. —bajó la mirada la madre de novio.—Es uno de mis mayores atractivos.Intervino papá. Seguía sin poder hablar y no porque estuviera enojada. Si no por la gran casualidad de la vida.—Pelirosada…—Déjame y asimilo.—Lamento que… —Se iba a excusar la señora Margarita.—No, no, no piense que es una noticia inapropiada. —sonreí—. Al contrario, solo estoy sorprendida de la gran casualidad de la vida el unirlos a ustedes cuando Iskander y yo tenemos extr
El desayuno terminó en una conversación amena, luego de la tensión por parte de mi madre y de Emily, quien trata de entender el cómo pudo paras el que nuestros padres se hubieran unido de por vida.Espero que si llegue a prosperar su relación de pareja. Pero eso nos lo dirá el tiempo. Y de mi parte no pondré resistencia para que mi madre por fin sea feliz. Ahora esperábamos al señor Braulio y a mi mujer en la recepción para que suban sus maletas para irse con nosotros para su finca.—¿Qué te causa gracia, hijo? Yo aún siento algo de vergüenza con Emily. ¿Qué va a pensar? Que su suegra es una lisa que se metió con su papá.—No te metiste con el padre de Emily. Te encontraste con un hombre, en un país, en otro continente, hablaron, tomaron alcohol, bailaron y terminaron en una noche fogosa… —Mi madre me dio un pellizcón.—Respeto jovencito que soy tu madre.Solté la carcajada. Hoy nadie me quitará la sonrisa de mi rostro. Había estado con la mujer que amo y pasaré este fin de semana con