Me levanté temprano, seguíamos desnudos, Iskander era fuego puro por todos los cielos. Miles de recuerdos se estaban grabando en mi memoria, y recuerdos muy heroicos. Porque deseo hacerle el amor todos estos días en cara rincón de este lugar. Pero a partir de mañana. Hoy estaba muy adolorida.Sentí su erección matutina y la verdad por estar de garosa me dolía todo por dentro, es que a mi primera interacción con el sexo nos fuimos de seis asaltos a lo largo del día y la noche. Salí con cuidado, fui al baño para evacuar y lavarme los dientes.Al salir aún seguía dormido con su espalda al descubierto. Era un perfecto e increíble hombre. Tomé el celular para llamar a mi padre y a la abuela, sin embargo, fui hasta la cama y le saqué varias fotos muy sensuales del hombre al que amo.Ayer le había dicho que lo amaba… No puede aguantarme. Salí de la habitación, no haré una videollamada, luego se da cuenta de que no estoy en el hotel. Le marqué y no contestó. Ya es mediodía en Italia. Me puse
Me había abierto una pequeña parte de su pasado oscuro. Sus ojos se veían más negros. Estaba frente a él dándole la espalda a la chimenea. Acuné su rostro en mis manos.—Le tengo fobia apagar al celular y no por estar enviciado, es que ante una llamada de mi madre o hermana pidiendo ayuda, correré a su encuentro.—Es entendible.—No todas las mujeres comprenden eso. Antes de que aparecieras, con quienes salía deseaba que fueran mi prioridad y ellas no lo fueron, ese círculo es muy cerrado.—Sé lo importante que es la familia. Mi madre solía decir que jamás tratara de alejar a mi pareja de su núcleo, la magia del matrimonio radica en unirte a ese núcleo y que él se una al tuyo. En efecto hay padres no muy buenos, pero hablando se mantenía el equilibrio y respeto. Las mujeres solemos ser posesivas y al tener esposo reclamarlo como único sin entender que la madre, las hermanas estaban antes de la existencia de la pareja. Lo que lleva a que la esposa es una aparecida y debe ser muy inteli
Habíamos regresado y fue Emy quien condujo, yo estaba lleno de ira. Frustrado, odiando a ese ser que debía ser un ejemplo a seguir. Hasta en pasar unos días con Emily lo truncó. Hemos hecho el amor desde nuestro regreso, porque sabemos que mañana debía irme… Otra vez y ahora quién sabe hasta cuándo. Mi hermosa Pelirosada estaba sobre mi pecho y su precioso cabello había sido el causante de mi relajación. No ha comentado nada, pero sabía que estaremos juntos hasta mañana. Eran las dos de la madrugada. En Italia mi madre debe estar arreglando lo de su conferencia con los otros socios. Sonó mi celular. Era Jonathan. —Perdón por llamarte en la madrugada. Pero deberías de salir ahora mismo. —¡Qué! ¿Salir a dónde? —Con cuidado puse a Emy a un lado, para sentarme al borde de la cama. —Estoy afuera Iskander, tu padre salió a Italia no debe tardar en llegar a ese país. Te lleva varias horas de adelanto. Se debió enterar de que no estabas con tu madre y hermana. —Ya salgo… Al mirar a mi es
Me oculté en el baño. ¡Carajo! No podía ser cierto, no pude haberme acostado con el hombre con quien he trabajado desde antes de la pandemia y ¿ahora? —pegué la boca en el grifo para beber algo de agua y calmarme. Debían de hacer caso omiso a mi noche de pasión y prestar atención a la presentación.—Eres muy buena fingiendo. Margarita debes hacerte la frente, esto no te hubiera pasado si te hubieras quedado en la habitación del hotel. —Me dije a mí misma. Respiré y salir y fue lo peor. Esos ojos cafés me miraron y mis piernas temblaron. Imágenes de lo ocurrido esa noche.—¿Te encuentras bien? —Liliana se me acercó. Afirmé—. ¿Si te das cuenta de lo atractivo que es?—¿Quién?—El publicista y ha dominado por completo la presentación. ¿Vas a sentarte?—Sí, es un hombre atractivo… —Tenía que decirle. La miré.—¿Qué pasa? ¿Algo vistes mal?—Liliana… él fue el nombre con el que amanecí en la noche loca que me sugeriste que hiciera. —abrió los ojos—. No digas nada, luego hablamos.—Acabas de
El señor Braulio seguía mirándome, se rascó el mentón sin apartar la vista de la mía. No sabía si contarle que venía de estar con su hija.—¿Has visto a mi hija de nuevo?Carajos, mentirle sería ser deshonesto, respiré profundo y afirmé.—Vengo de estar con ella. Nos encontramos por casualidad en su campeonato de patinaje. Por cosas de la vida mi abogado, tenía a su hija en el mismo campeonato. Sé que acaba de conocer a mi madre y como verá nuestra vida no es normal, no con el hombre que tengo como padre. No puedo contarle más. Sin embargo, de ahora en adelante actúe como si tuviéramos minutos de saber de la existencia del otro.—A un hombre opresor y maltratador se le mete en la cárcel.—No a un hombre como él. Espero hacerlo algún día, pero por ahora debo jugar por debajo. No obstante, puedo aprovechar este evento para hacer algo.—Muchacho, ¿cuántos años tienes? Hablas como…—Un joven que desde los catorce le tocó hacerse grande para defender a su madre y hermana. —afirmó—. Su hija
Siempre quedo para ser recogida con cuchara al saber que no lo volveré a ver más. Me dije que iba a irme al día siguiente, sin embargo, eso sería llegar a mi casa y que mi abuela y hermanos me vieran deprimida y papá no tardaba en regresar.No he realizado videollamadas. Solo mensajes de texto… Habían pasado dos días desde su partida y seguía aquí. Si miro a la cocina, imágenes de sexo me abordan, si miro a la sala igual, el baño, la habitación, la terraza. Estuvimos dos días juntos e hicimos el amor en casi todos los lugares. Pero faltaron más. Muchos más.Terminé de hacerme el desayuno. Estaba tan concertada en mis recuerdos que la arepa se me estaba quemando.—¡Carajos!—¿Hiciste para dos? —Mi corazón se aceleró, ¿en verdad lo escuché?— No soy tu imaginación.Poco a poco me di la vuelta y ahí estaba el hombre más bello de la faz de la tierra para mis ojos, podría haber muchos más. Pero esa picardía de esos ojos oscuros y esa sonrisa lobuna de caballero, muy seguro de lo que sabe ha
Una semana, ya había pasado una semana con mi Pelirosada lejos del mundo, solo con el contacto de nuestros padres por teléfono una vez al día. Del resto nos hemos pertenecido en cada minuto. Como tratando de alargar el tiempo para tener más recuerdos, mi galería está llena de fotos que luego paso al portátil.Anoche volvió a llover de manera muy fuerte, e hizo mucho frío, la casa tenía calefacción, pero, aun así, fue más frío de lo normal y decidimos dormir al lado de la chimenea. Con muchas cobijas sobre nosotros y realizando mucho ejercicio sexual, era deliciosa, exquisita, su aroma, su sabor embriagante, Emily era… mía. Seguía profunda, salí desnudo de tibias sábanas, tomé los envoltorios de los preservativos. Me puse el bóxer y el pantalón para ir a preparar el desayuno.Nos va a dar muy duro separarnos, no hemos dejado un solo lugar de esta casa o los alrededores sin un recuerdo de nuestros cuerpos desnudos. Escuché los mensajes llegando a mi celular. Al darme la vuelta para ir a
Llegamos al aeropuerto, su abogado lo esperaba con dos tiquetes, el mío y el de él. Yo regresaba a los Ángeles. —Buenos días. —Nos saludó—. Emily ya debes ingresar a la sala de embarque, debes estar en diez minutos. Dame tus maletas para entregarlas. —Tomé el tiquete—. Luego estaré tomando un café en ese lugar. —miró a Iskander.Cuando nos dejó solos, me aferré a su cintura. Ahora quién sabe hasta cuando nos volveremos a ver. Y espero en verdad algún día darle rienda suelta a un largo noviazgo. Sentí el beso en mi cabeza de nuevo.—Debes ingresar.Era una sensación bastante dividida. Mi hermano y abuela me necesitaban y mi deber era sin duda estar con ellos. No obstante, mi corazón y alma se quebraban. Era injusto no poder tener todo. Mi padre me envió un mensaje que no encontró vuelo tan pronto y debía esperar seis horas para que saliera uno.—Recuérdame, en la soledad de tu cuarto, recuérdame.—Tengo que entregarte algo.Tomó su maleta, yo no le compré nada. Del interior sacó un